Un western crepuscular protagonizado por perros
- Manuel H. Martin y Juanma Espinosa publican Una historia de perros viejos
- “La referencia más latente en el cómic es Sin perdón”, aseguran
Guionista y director de cine, Manuel H. Martín (Huelva, 1980) es conocido por el interesante documental 30 años de oscuridad (2012), sobre uno de los topos de la posguerra, que tuvo que esconderse durante 30 años. Una película con la que fue finalista a los Goya. Ahora se une al dibujante Juanma Espinosa (Sevilla, 1978) en su primera incursión en el cómic: Una historia de perros viejos (Plan B Publicaciones), un western crepuscular protagonizado por canes.
El guionista nos ha contado de dónde sale la historia: “Han pasado casi 8 años desde la primera vez que anote las primeras ideas para escribir Una historia de perros viejos. Y puedo decir que ha sido una experiencia muy personal. Han pasado muchas cosas en mi vida, buenas y malas, que han ido impregnando el relato hasta el más mínimo detalle. Aunque también es cierto que, desde el primer momento, hay dos conceptos que se han mantenido inamovibles: la esencia western y el protagonismo de los perros”.
El protagonista es un perro que, tras una experiencia traumática, decide abandonar su hogar. Un can que, de joven, participó en peleas ilegales de perros. “El trasfondo de las peleas ilegales –asegura Manuel- es una referencia directa a un gran filme como Amores perros y nos servía para contextualizar el pasado violento de los protagonistas y el posible camino hacia la redención. Y lamentablemente es algo que ocurre en nuestra realidad”.
El dibujante, Juanma Espinosa, asegura que: “Para mí es un western, una buddy movie, una road move con perros. Lo que más me llamo la atención de la historia es que da igual con qué tipo de personajes la cuentes, se adapta a los perros tan bien como a seres humanos.
“Es realista, es triste, es alegre, es emocionante. Tiene todo lo que una buena historia tiene que tener y hacerla con perros creo que aún le puede aportar más profundidad ya que, aunque los perros son perros, aquí, no todos se comportan como tales, están humanizados. Son cariñosos, crueles, amables, divertidos. Sinceramente, pienso que quien se detenga a leerla va a descubrir una pequeña gran historia” –concluye Juanma-.
Western y género negro
La historia nos recuerda inmediatamente a un western crepuscular. “El viaje interior y exterior, el héroe o antihéroe frente al mundo exterior, la soledad, la venganza e incluso los duelos… -asegura Manuel- Son muchos los elementos con los que hemos intentado homenajear a uno de mis géneros favoritos del cine y muy especialmente a grandes del western moderno como Sam Peckinpah, Sergio Leone o Clint Eastwood. El western es un género que puede aplicarse a cualquier época, formato audiovisual o literario, gracias a sus marcados códigos y a su estupenda forma de tratar el pasado y la redención de los personajes. Y lo cierto es que en Una historia de perros viejos hay mucho de western crepuscular pero también de género negro”.
En cuanto a sus referentes más directos, Manuel confiesa que: “Hay muchos referentes de cine, entre ellos, Amores Perros (más allá del propio western), Grupo Salvaje o incluso Hasta que llegó su hora. Aunque bien es cierto que la referencia más latente es Sin perdón.
Los protagonistas
Pero… ¿por qué han querido que los protagonistas fuesen perros? “El protagonismo de los perros –asegura Manuel- aporta un tono de fábula a la obra que puede convertir a esta sencilla historia en un relato universal. Eso, al menos, es lo que hemos intentando”.
Manuel nos presenta a los protagonistas empezando por Munny: “Es un perro viejo al que le ha sucedido algo trágico en el hogar en el que ha vivido los últimos años. Sus últimos años han sido felices, pero… de repente, algo ha sucedido en la casa de sus amos. Nuestra historia comienza cuando Munny decide abandonar el que ha sido su hogar, buscando pasar sus últimos años de vida en un alejado parque, en el que nadie le moleste… El viaje que emprenderá no solo le llevará a conocer a otros personajes, sino también a desvelar su oscuro pasado y el origen de sus cicatrices, la de su cara y las que tiene en su interior”.
En cuanto a la protagonista femenina: “Chica es una chiguagua que se ha perdido en la calle. Y no sabe cómo llegar a su casa. El mundo para ella es puro peligro. Se cruza con Munny una noche… y será el viejo perro el que la libera del ataque de una banda de perros que intenta secuestrarla. Pasa la noche al lado de Munny y, al día siguiente, Chica convence al viejo para ir a su lado. La casa de los amos de Chica está al lado del parque al que se dirige Munny. Chica representa a los perros domésticos que han perdido toda relación con el exterior y que, debido a la sobreprotección de sus amos, viven la vida con tremendo temor”.
Completa el trío protagonista Hiena, otro perro viejo. “Preferimos no contar demasiado sobre él –asegura Manuel-, ya que esperamos que los lectores descubran al personaje. Volviendo al cine, Hiena es una mezcla entre el Tuco de El bueno, el feo y el malo y Cheyenne de Hasta que llegó su hora”.
El villano es realmente sorprendente “El General –asegura Manuel- es un viejo Chiguagua que lidera una banda de perros. Nadie está seguro de cómo ha acabado siendo líder del submundo un perro tan pequeño pero, sea como sea y gracias a su inteligencia, el General domina las bandas de perros de una de las periferias de la ciudad. Ahora la “leyenda” se hace vieja y sabe que se avecina la muerte. Y antes de caer en el sueño eterno, ha enviado a sus esbirros para que encuentren a una perra “pura” de su raza. Quiere traer al mundo a otro como él, de su propia raza. El General es un perro pequeño, muy duro y cruel, que ha convertido el miedo en su herramienta de vida”.
Para construir los personajes se han documentado en profundidad. “A la hora de la escritura y la documentación previa al dibujo –asegura Manuel-, busqué asesoramiento con una amiga veterinaria. A la hora de construir los personajes, por ejemplo, para Munny (el protagonista) buscamos una mezcla de varias razas hasta encontrar ese aspecto de perro viejo de pelo y mirada triste, que puede resultar tierno pero que guarda en su interior a una mala bestia. Para otros, como el gran villano, el General, teníamos claro que debía ser un Chiguagua. En cualquier caso, aunque trabajamos con perros, tuvimos claro que los personajes estaban inspirados, o más bien tenían en su interior esencias, en actores clásicos: para Munny siempre tuvimos en mente a Clint Eastwood y para el General a Peter Lorre”.
Perros que se comportan como humanos
En cuanto al aspecto visual de la historia, Juanma asegura que: “Una cosa que tenía muy clara, además pienso que es un error no hacerlo, es intentar adaptar el estilo a la historia. Por eso, desde un primer momento, Manuel y yo pensamos que debía ser en blanco y negro. Con el trabajo adelantado y entintado, pensamos que necesitaba más suciedad. Entonces, hice pruebas con tramas, dando mayor detalle y enriqueciendo más el dibujo, equiparándolo así a la historia”.
“Respecto a los escenarios –añade el dibujante-, todo transcurre en la ciudad y sus afueras. Barrios obreros, rascacielos, descampados, casas en ruinas.. . Necesitábamos sitios “no localizables”, por así decirlo, la ciudad podría ser Sevilla o Marsella, depende en qué casos… eso daba igual. No usamos una ciudad de referencia, sino más bien muchas, porque queríamos trabajar en un escenario muy universal”.
Pero… ¿cómo consiguen humanizar a estos perros para que nos identifiquemos con ellos? “Todos –afirma Juanma- hemos crecido con las pelis en las que Disney humanizaba a los animales, Robín Hood, La dama y el vagabundo, 101 dálmatas… Lo cierto es que no me ha sido nada difícil porque creo que ya lo tenía muy interiorizado. Los perros son perros, aquí no andan a dos patas ni cogen cosas con las manos; se comportan como perros, pero lógicamente las expresiones tenían que humanizarse ya que tienen actitudes humanas”.
Los perros forman parte de sus vidas
Una obra que demuestra tal cariño a los canes tenía que surgir de dos propietarios de perros. “En mi caso –asegura Manuel-, desde muy pequeño, y hasta el día de hoy, los perros han formado parte de mi vida, desde los más grandes a los más pequeños. He estado acompañado por perros de diferente carácter pero con un común denominador: su amor incondicional. Porque nunca me han hecho sentirme dueño, como si se tratara de objetos, sino como compañero de los más fieles amigos posibles. Quien haya tenido perros, lo comprenderá”.
“Hoy día, en casa tenemos dos galgos –añade el guionista-, que adoptamos hace unos años. Son buenos y tremendamente nobles. Lamentablemente, han sufrido la violencia de la mano del hombre, en su caso desechados por cazadores”.
En cuanto al dibujante: “Tengo dos Yorkis, que no dejan pelos, lo cual esta genial y son cariñosísimos. Mis dos perros son mis compañeros de trabajo, ya que no se despegan de mí mientras dibujo”.
“Mientras trabajaba –añade-, observaba a mis perros muchas veces para ver detalles generales de su físico. Aunque de todos modos, me he apoyado mucho en la búsqueda en redes, en las que he podido encontrar mucha documentación para las diferentes razas de perros. Obviamente cada raza tiene su carácter y sí, dependiendo de la raza en el cómic se comportan de una forma u otra, con excepciones, claro”.
Diferencias entre el cine y el cómic
Esta no es la primera vez que Manuel y Juanma trabajan juntos, ya que han colaborado en varias ocasiones, como el mencionado largometraje documental 30 años de oscuridad. Les preguntamos qué diferencias encuentran entre trabajar para cine o cómic.
“Un guion de cine –asegura Manuel- puede llegar a estar más limitado que el un cómic, por diferentes elementos (presupuesto, rodaje,…) En un cómic, al tener menos elementos externos, puedes llegar a conseguir llevar a cabo casi todo lo que tienes plasmado en el guion, debido a que no hay limitación de ningún tipo, tienes libertad para plasmar todos los efectos especiales, los figurantes, las escenas o escenarios que precise tu historia. De todos modos, es cierto que, en mi caso, al venir del audiovisual, no puedo dejar de pensar en cine y cómics al mismo tiempo a la hora de abordar la escritura. Al final, los dos son artes secuenciales y tienen muchos elementos comunes”.
En cuanto a Juanma: “Tengo experiencia en cine y proyectos audiovisuales, en los que he podido trabajar creando storyboards y trabajando en diferentes departamentos de animación. La narrativa de cine y cómic es distinta, son artes que tienen lenguajes diferentes. En el cómic tienes que sintetizar más; las viñetas tienen que contener los keyframes, usando lenguaje de animación y saltarte los pasos intermedios. Lógicamente, a la hora de hacer un storyboards, tienes que dibujar cada detalle, cada movimiento ya que es una guía para la película. Sobre todo en el cine de animación”.
“Lo que es completamente cierto –concluye Juanma- es que el comic te da la oportunidad de recrearte más en cada dibujo, aportar más detalle y expresividad, sin llegar a ser una ilustración de portada, porque entonces seria difícil cumplir el plazo”.
Sus proyectos
En cuanto a sus respectivos proyectos, Manuel H. Martín asegura que: “Hay varios proyectos en desarrollo, tanto en cine como en cómic, pero tengo la prudencia (o la manía) de evitar hablar de los mismos hasta que no están completamente activados. Lo que si puedo confirmar es que, espero y deseo, que Una historia de perros viejos sea el principio de una gran aventura, junto al gran Juanma Espinosa, en el mundo de las viñetas”.
Algo con lo que Juanma está de acuerdo. “Mi intención es combinar cine y cómic, porque, por desgracia, pocos son los afortunados que se pueden dedicar únicamente al comic. Así que hay que buscar más cosas…. pero vamos, yo sería muy feliz si consigo encajar proyectos de cómic o de cine, mis dos grandes pasiones”.
“Respecto a proyectos próximos, bueno… Manuel es un tío muy inquieto que no para de escribir y tiene muchas historias escritas y en proceso. Así que si, ya tenemos varias opciones para la siguiente. Lo importante es seguir creando” –concluye el dibujante-.
Un cómic muy especial que recomendamos a todos los públicos, pero sobre todo a los que tengan perros.