Merkel advierte en su mensaje de Fin de Año de la "presión" en contra de la cooperación internacional

• La canciller alemana ha señalado que el año que acaba fue "extremadamente difícil desde el punto de vista político"

La canciller alemana, Angela Merkel, durante su mensaje de Fin de Año.

La canciller de Alemania, Angela Merkel, ha advertido este domingo en su mensaje con motivo del Fin de Año sobre la "presión" que hay contra las "certezas de la cooperación internacional", y ha dicho que las lecciones de dos guerras mundiales no son compartidas "por todos".

"En una situación así tenemos que insistir de nuevo en nuestras convicciones, argumentar y luchar. Y tenemos que asumir más responsabilidad en nuestro propio interés", ha declarado la jefa del Ejecutivo germano.

Merkel ha mencionado los retos que plantean el cambio climático, la inmigración y la lucha contra el terrorismo, y ha afirmado que, para solucionarlos, es necesario que se tengan en cuenta los intereses propios y los de los demás.

"Esa es la lección de dos guerras mundiales en el pasado siglo. Pero esta convicción no es compartida ahora por todos, las certezas de la cooperación internacional están bajo presión", ha agregado la canciller.

Ha recordado que a partir del 1 de enero Alemania tendrá un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que allí su país actuará a favor de "soluciones globales".

"Aumentamos nuestros medios para la ayuda humanitaria y la ayuda al desarrollo, pero también nuestros gastos de defensa", ha completado Angela Merkel.

2018, un año "extremadamente difícil desde el punto de vista político"

"Solo resolveremos los retos de nuestro tiempo si estamos juntos y cooperamos con los otros más allá de las fronteras", ha afirmado la canciller, que se ha referido a los últimos acontecimientos en política interna en su país.

Ha destacado en este sentido que en 2018 tomó la decisión de no volver a desempeñar un cargo político al final de la presente legislatura, al tiempo que abandonó la presidencia de su partido, la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU).

Ha considerado que el año que termina, en el que el Gobierno de la gran coalición estuvo sometido a fuertes tensiones internas, fue "insatisfactorio", aunque ha dicho a propósito de su decisión de no volver a ser candidata a la Cancillería que "básicamente" trece años como jefa del Ejecutivo federal "son suficientes".

Ha reconocido, además, que "muchos" de sus conciudadanos se quejaron del Gobierno, puesto que, primero, costó tiempo llegar a un acuerdo para formarlo y, una vez logrado, "hubo luchas y mucho de preocuparnos de nosotros mismos".

En resumen,  la canciller ha constatado que el año que acaba fue "extremadamente difícil desde el punto de vista político", y ha declarado que con su decisión de abandonar la dirección de su partido y en el futuro la Cancillería encarrila un "nuevo comienzo".