Estados Unidos cierra 2018 con la mayor creación de empleo en tres años y una tasa de paro del 3,9%
- Continúa en un nivel cercano al pleno empleo con 2,64 millones de puestos de trabajo creados el pasado año
- Los datos de desempleo se sitúan por debajo del 4% ininterrumpidamente desde el pasado mes de junio
La economía estadounidense continúa en un nivel cercano al pleno empleo, con una tasa de paro a cierre de 2018 del 3,9% y un total de 2,64 millones de puestos de trabajo creados el pasado año, una cifra que no se veía desde 2015.
Según ha informado el Gobierno este viernes, las cifras también han sido positivas para el mes de diciembre con un total de 312.000 nuevos puestos de trabajo, una cifra muy superior a los 182.000 que habían anticipado los analistas. Por su parte, los datos de desempleo se han situado por debajo del 4% ininterrumpidamente desde el pasado mes de junio, llegando a registrar mínimos del 3,7% en septiembre y en noviembre.
"¡Santo cielo! La creación de empleo registra un monstruoso 312.000 en diciembre, muy por encima de las expectativas. Cuando los puestos de trabajo crecen a un ritmo de más de 254.000 empleos durante los últimos tres meses, no estamos de ninguna manera cerca de una recesión", ha indicado Justin Wolfers, profesor de Economía de la Universidad de Michigan.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, se ha limitado a señalar que el informe había presentado unos números de creación de empleo "geniales".
Cerca del pleno empleo
En diciembre, el dato de desempleo escaló dos décimas, hasta situarse en el 3,9%, alejándose así del mínimo histórico del 3,7% desde 1969 en el que llevaba situada desde septiembre. Por su parte, el número de personas desempleadas aumentó en 276.000, hasta situarse en los 6,3 millones.
Por grupos de trabajadores, la tasa de paro de las mujeres se situó en diciembre en el 3,5%, una décima más que en noviembre, mientras que la de los hombres subió tres décimas, hasta el 3,6%. La tasa de desempleo entre jóvenes, por su parte, se situó en el 12,5%, lo que equivale a cinco décimas más.
Uno de los principales focos de atención del informe es el auge en los salarios, que aumentaron de media un 0,4% en diciembre, hasta situarse en una media de 27,48 dólares la hora, de acuerdo al informe del Departamento de Trabajo estadounidense. En los últimos 12 meses, los salarios se han incrementado en un 3,2% y se espera que sigan subiendo debido al impulso que mantiene el mercado laboral, y por tercera vez por encima del alza interanual del 3% desde 2009.
Por su parte, la tasa de participación en la fuerza laboral, la proporción de estadounidenses que se encuentran empleados o buscando empleo, ha subido en diciembre dos décimas hasta el 63,1%, superando los 63 puntos porcentuales por primera vez desde el mes de febrero.
Continuará la subida de tipos
Ante estos datos, los expertos auguran que la Reserva Federal (Fed) continuará con una paulatina subida de los tipos de interés, que actualmente se encuentran en el rango de entre 2,25% y 2,50%.
"En mi opinión, este fuerte informe de nuevos trabajos será visto por el banco central como un motivo para más alzas de tipos de interés", ha indicado el asesor económico jefe de Allianz, Mohamed El-Erian, en Twitter.
Después de rebajar el precio del dinero hasta casi el 0% a finales de 2008 para hacer frente a la aguda crisis financiera, la Fed prosiguió en su última reunión de diciembre dentro de su gradual ciclo de normalización monetaria una nueva subida de tipos de interés de referencia, la cuarta de 2018. Con esa nueva alza, los tipos de interés se situaron a niveles no vistos en más de una década en la primera economía mundial.
Por otro lado, los mercados financieros recibieron positivamente el informe laboral, ya que Wall Street ha abierto este viernes con ganancias y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, sumaba un 1,43% minutos después del comienzo de la sesión.
Sin embargo, Wall Street lleva varias jornadas de volatilidad y fuertes pérdidas debido a los temores de que se produzca una desaceleración económica global y por las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, un asunto aún por resolver y que podría acabar con más aranceles a nuevos productos.