Evacuado el portavoz del Gobierno francés tras un ataque de un grupo de "chalecos amarillos"
- Los atacantes forzaron la puerta y accedieron al patio del Ministerio de Relaciones con el Parlamento
- Macron denuncia la violencia en las protestas de los "chalecos amarillos" y afirma que la justicia actuará con sus responsables
El portavoz del Gobierno francés, Benjamin Griveaux, ha tenido que ser evacuado por el ataque de un grupo de "chalecos amarillos" al Ministerio de Relaciones con el Parlamento, donde se encuentra su despacho, del que también han tenido que ser evacuados sus colaboradores.
Los atacantes -entre una decena y una quincena- forzaron la puerta con un vehículo de obras que se encontraba en las proximidades y accedieron al patio, donde dañaron dos vehículos, una verja y rompieron varios cristales.
Griveaux, en una breve comparecencia ante la prensa, ha relatado que se encontraba trabajando en su despacho cuando un responsable de la seguridad le avisó de que había que salir, lo que hizo con sus colaboradores por una puerta trasera.
"No se me ha atacado a mí, sino a la República" y "a la democracia", ha dicho el portavoz, quien ha considerado lo sucedido "inaceptable e inadmisible", y ha manifestado su esperanza de que los autores puedan ser identificados gracias a las cámaras de vigilancia para ser detenidos y "castigados".
"No cederemos a los violentos"
"No cederemos a los violentos ni a los que piden derrocar al Gobierno", ha dicho en alusión directa al movimiento de los "chalecos amarillos".
Este incidente se ha producido en el marco del octavo sábado consecutivo de protestas de los "chalecos amarillos", con movilizaciones que han degenerado en disturbios en varias ciudades de Francia, en particular en París.
Griveaux había lanzado la víspera un mensaje de mano dura contra los que siguen participando en las acciones de los "chalecos amarillos", a los que calificó de "agitadores que quieren la insurrección y derrocar al Gobierno" y al presidente, Emmanuel Macron.
Según el Gobierno, en las movilizaciones de los "chalecos amarillos" de este sábado han participado 50.000 personas en todo el país, lo que significa un repunte respecto a las 32.000 del pasado 29 de diciembre, pero muy lejos de los 282.000 del 17 de noviembre, en el punto más alto de la protesta.
Macron denuncia la violencia en las protestas
Poco después, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha denunciado la "extrema violencia" en que han degenerado este sábado muchas protestas de los "chalecos amarillos" y ha afirmado que la justicia actuará con sus responsables.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, Macron ha lamentado que "una vez más, una extrema violencia ha venido a atacar a la República, a sus guardianes, a sus representantes, a sus símbolos".
"Los que cometen esos actos olvidan la esencia de nuestro pacto cívico" y "se hará justicia, ha añadido.
El jefe del Estado ha hecho además un llamamiento para "el debate y el diálogo".
Macron estuvo en el centro de las críticas de los que desfilaron en París y en las principales ciudades del país, muchos de los cuales reclaman su dimisión.
El presidente, que vive con ésta la peor crisis social desde que llegó al Elíseo en mayo de 2017, trató de desactivar las protestas con una serie de medidas para aumentar el poder adquisitivo de los franceses, anunciadas el 10 de diciembre, que tendrán un coste de 10.000 millones de euros a las cuentas del Estado.