Maduro pide ayuda a la ONU para abrir un diálogo con la oposición
- La oposición y varios países del mundo no reconocen la legitimidad de su segundo mandato
El Gobierno de Venezuela ha ofrecido este sábado diálogo a la oposición y a la comunidad internacional en un intento por superar la crisis de legitimidad del presidente Nicolás Maduro.
El propio Maduro ha dicho durante un encuentro que ha sostenido este sábado con representantes de la ONU que ha pedido ayuda a esta organización para relanzar los diálogos políticos con la oposición y acabar el "conflicto estéril" entre las dos partes.
"La ONU nos tiene que ayudar mucho en el diálogo nacional (...), ojalá más temprano que tarde haya criterios favorables que nos conduzcan al diálogo y entendimiento superior para el país", ha señalado el presidente en declaraciones que ha recogido la televisión estatal VTV.
Ha explicado que hizo esta solicitud de ayuda al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante su participación en la asamblea general de esa institución en septiembre pasado.
No ha indicado qué respuesta recibió ni cuál es el estatus de este nueva tentativa de diálogo, que ya trató de impulsar en varias ocasiones durante 2018.
El Gobierno de Maduro y la oposición ya entablaron una mesa de negociaciones a finales de 2017, pero acabó sin resultados a principios de 2018 cuando ambas partes se acusaron de romper los primeros acuerdos alcanzados y el antichavismo se negó a firmar un documento de compromiso por considerarlo contrario a sus reclamaciones.
La oposición y numerosos países no reconocen su nuevo mandato
Varios dirigentes de oposición, como los excandidatos a la Presidencia Henrique Capriles y Henri Falcón, dijeron varias veces durante 2018 que la solución a la acuciante crisis política y económica que atraviesa Venezuela pasa por la negociación, aunque reconocieron que no existían condiciones para el diálogo.
Las declaraciones de Nicolás Maduro surgen después de que la oposición y numerosos países anunciaran que no reconocen la legitimidad del nuevo mandato que juró el jueves ante el Supremo el líder chavista, que le mantendrá en el cargo, al menos, hasta 2025.
Sus detractores afirman que Maduro crece de legitimidad al haber sido reelegido en unas elecciones consideradas fraudulentas y a las que no se presentó el grueso de la oposición por estar presos o inhabilitados sus principales dirigentes.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, ha propuesto este sábado una cumbre de países americanos que acerque posturas y acabe con la "intolerancia política" que, ha dicho, se aplica en la región contra el Gobierno de Caracas.
Arreaza ha señalado que ese encuentro podría ser durante una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que celebra reuniones anuales desde 2013 y cuya presidencia pro témpore reposa en el mandatario salvadoreño y aliado de Maduro, Salvador Sánchez Cerén.
Manifestación opositora el próximo 23 de enero
Trece de los catorce países del Grupo de Lima, críticos con el Ejecutivo venezolano, señalaron hace una semana que no reconocen la legitimidad de Maduro, reelegido en unos comicios que tachan como "fraudulentos".
Asimismo, la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá han cuestionado la legitimidad de Maduro, un exfocher de autobús y exsindicalista de 56 años que gobierna Venezuela desde 2013.
Pero el Parlamento, poder que controla la oposición, reiteró este sábado que trabaja en una hoja de ruta para acabar con lo que considera la "usurpación" de la Presidencia a manos de Maduro.
El jefe de la Cámara, Juan Guaidó, dijo durante una reunión organizada por la plataforma opositora Frente Amplio que el antichavismo tiene hoy "todas las piezas del rompecabezas" para desalojar a Maduro del poder.
"Tenemos el respaldo social y el acompañamiento internacional, ahora toca armar ese rompecabezas", añadió.
En ese sentido, reiteró la convocatoria a una manifestación el próximo 23 de enero, que consideró una primera llamada "a la acción", cuando se conmemoren los 61 años del fin de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
Venezuela vive, además, una acuciante crisis económica que se expresa en escasez generalizada, hiperinflación y un éxodo de más de 3.000.000 de personas, según cálculos de la ONU.