May advierte de que el 'Brexit' podría paralizarse si su plan es rechazado en el Parlamento
- La primera ministra hace su último intento para recabar apoyos para su plan de retirada un día antes de la decisiva votación
- La UE quiere evitar la entrada en vigor de la salvaguarda del Brexit relativa a la frontera irlandesa
La primera ministra británica, Theresa May, ha alertado este lunes de que el rechazo de su acuerdo para el Brexit en el Parlamento conduciría a una "parálisis" del proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europeapor lo que ha emplazado a los parlamentarios británicos a "volver a leer [el acuerdo pactado con Bruselas] y reflexionar en las próximas 24 horas" sobre las consecuencias del por ahora previsible rechazo al texto en la votación prevista para el martes por la tarde.
“Si esta Cámara bloquea el Brexit, será una subversión de nuestra democracia“
May ha elevado la presión en la semana clave para el futuro del divorcio, tanto en una simbólica visita a una fábrica, como en el Parlamento. Por la mañana, la conservadora, ha alertado de que el rechazo del acuerdo conduciría, incluso, a que "no hubiera Brexit". Por la tarde, la primera ministra se ha reafirmado en la Cámara baja ante los diputados al asegurar que, "si esta Cámara bloquea el Brexit, será una subversión de nuestra democracia", después de enumerar una serie de "garantías" legales de Bruselas sobre la salvaguarda en Irlanda, que siguen sin convencer a la mayoría de los diputados, que no ven novedades tras el receso navideño.
A falta de cambios de última hora, todo indica que el pacto no será apoyado por al menos medio centenar de diputados conservadores, la oposición laborista, los nacionalistas esoceses del SNP, el Partido Liberal Demócrata o el socio de Gobierno de May, el unionista DUP; por lo que la líder conservadora, que necesita 318 votos, podría perder la votación por un centenar.
Cruce de cartas con Bruselas para convencer a Westminster
La oficina de la primera ministra ha publicado este lunes un cruce de misivas entre el número 10 de Downing Street y la Unión Europea. En una carta firmada por los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk, Bruselas ha señalado que "no desea" que la salvaguarda del Brexit relativa a la frontera irlandesa "entre en vigor", en un intento por apaciguar a las voces contrarias a este punto del acuerdo en el Parlamento británico.
“Cualquier forma de relación futura requiere un Acuerdo de Retirada, y este requiere una salvaguarda“
Decenas de diputados rechazan la solución para evitar la frontera física entre la República de Irlanda y la provincia de Irlanda del Norte, porque consideran que Reino Unido quedará atado a las estructuras de la UE en contra de su voluntad en caso de que Londres y Bruselas tarden más de lo esperado en sellar un acuerdo comercial durante el periodo de transición, previsto desde el 29 de marzo de 2019 hasta finales de 2020.
También el abogado general del Estado ha publicado otra carta en la que considera que las misivas de Bruselas suponen una garantía legal para evitar que la salvaguarda sea permanente, un punto en el que, según May, coinciden tanto la UE como Londres. No obstante, la primera ministra ha recordado en el Parlamento que "para cualquier forma de relación futura, sea el modelo noruego o canadiense, se requiere un Acuerdo de Retirada, y este requiere una salvaguarda".
En la carta, Juncker y Tusk admiten que comparten con la primera ministra su intención de que la futura relación comercial entre ambas partes sea alcanzada "lo más pronto posible", incluso "en cuanto el Parlamento apruebe el acuerdo", según ha afirmado May. Por su parte, May ha enviado otra carta en la que asegura que los miedos de algunos británicos y políticos de la Unión Europea sobre esta salvaguarda es injustificada. En su carta a Tusk y Juncker, también ha destacado que cree "firmemente que el temor a las intenciones de la UE es infundado también".
En cualquier caso, May no ha convencido a la oposición laborista, cuyo líder, Jeremy Corbyn, ha vuelto a insistir en que "es la hora de unas elecciones y de formar un nuevo Gobierno" si el acuerdo es rechazado. Para el laborista, "absolutamente nada ha cambiado en un mes [desde que May aplazó la votación]" y May "ha fracasado estrepitosamente" a la hora de conseguir garantías legales de Bruselas
Plan B en tres días
Si May pierde la votación este martes, tendrá que presentar un plan B en un plazo de tres días hábiles -máximo el 21 de enero-, momento en que los diputados descontentos con su plan podrían maniobrar para forzar una alternativa. Podría haber además más divisiones en el seno del Gobierno de May, como la del conservador Gareth Johson, que ha dimitido este lunes en contra del Brexit de May.
También se espera que, en algún punto del proceso, el Partido Laborista presente otra moción de censura que podría instigar unas elecciones generales.
Sobre la posibilidad de que se prorroguen los plazos para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, ha considerado este lunes que es "muy posible", al menos hasta las próximas elecciones europeas del próximo mes de mayo.
"El verdadero deadline son las elecciones al Parlamento Europeo, que se han planteado sin el Reino Unido", convencido de que es poco probable que el Parlamento británico apruebe este martes el acuerdo negociado entre Londres y Bruselas sobre el Brexit.