Los Presupuestos llegan al Congreso sin que el Gobierno tenga garantizados sus apoyos
- Unidos Podemos y el PNV están cerca de apoyar las cuentas en su votación en el Pleno del Congreso
- El Gobierno todavía no tiene garantizados los apoyos de los independentistas catalanes
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha entregado el proyecto de Ley de Presupuestos a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, con unas cuentas que prevén una recaudación récord de 227.356 millones de euros, un 9,5% por encima de lo logrado en 2018. Unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) que no cuentan con los apoyos necesarios y que previsiblemente afrontarán su primera votación el 13 de febrero.
Montero ha llegado al Congreso acompañada de la subsecretaria de Estado de Hacienda, Pilar Paneque, y las secretarias de Estado de Presupuestos, María José Gualda, y de Hacienda, Inés Bardón. Tras comparecer ante los medios gráficos en el Patio de Floridablanca, han entrado al Palacio para analizar con Pastor los plazos y la tramitación parlamentaria de los PGE.
Los presupuestos han llegado al Salón de los Pasos Perdidos en una tableta electrónica y Montero también ha entregado a Pastor el libro amarillo con el resumen de los capítulos y partidas de las cuentas públicas, que también pueden consultarse a través de internet.
Montero defiende unas cuentas que destinan el 57,31% del presupuesto consolidado a gasto social y en las que de cada 100 euros, 42,1 se dirigen a pensiones. Los presupuestos no olvidan partidas como los subsidios por incapacidad temporal, riesgo de embarazo, maternidad y paternidad que se llevarán 14.393 millones. Todo bajo el compromiso de lograr un déficit público del 1,3% del PIB, la senda impuesta por el PP en el Senado.
Enmiendas a la totalidad en febrero
Tras recibir los PGE, la Mesa del Congreso celebra una reunión para calificar el proyecto, que luego se publicará en el Boletín Oficial de las Cortes Generales. Además, el órgano de gobierno del Congreso aprobará un calendario de tramitación, abriendo un plazo para solicitar las comparecencias de los altos cargos del Gobierno y organismos públicos que explicarán las cuentas de los distintos departamentos.
Tras la ronda de comparecencias, y teniendo en cuenta de que los días 22 y 23 de enero ya están ocupados en la celebración de un Pleno extraordinario para convalidar ocho decretos ley del Gobierno, los grupos deberán decidir si presentan enmiendas a la totalidad.
Concretamente, el plazo para la presentación de estas enmiendas de devolución finalizará el viernes 8 de febrero al mediodía. El debate, en el que la ministra de Hacienda defenderá su proyecto, se prevé para los días 12 y 13 de febrero. Tras el debate con todos los grupos, todas las enmiendas se votarán en una sola votación, puesto que piden lo mismo: tumbar las cuentas y devolverlas al Gobierno.
Tres momentos cruciales
Los Presupuestos pasarán por tres momentos cruciales: el debate de enmiendas a la totalidad (el 13 de febrero), el debate de enmiendas parciales en la Comisión de Presupuestos (a principios de marzo) y la votación final del dictamen en el Pleno del Congreso (mediados o finales de marzo).
El Gobierno debe garantizarse que ERC y PDeCAT no presenten enmiendas a la totalidad o no apoyen las que registren PP y Ciudadanos, entre otros partidos. Superado este paso, el Ejecutivo tiene que satisfacer las demandas del pacto presupuestario firmado con Podemos, que incluyen permitir que los ayuntamientos limiten el precio del alquiler en determinadas zonas o una reforma del mercado eléctrico.
El segundo asalto se escenificará en la Comisión de Presupuestos, donde el Ejecutivo negociará previsiblemente partidas presupuestarias que favorezcan sobre todo a los partidos que permitieron el éxito de la moción de censura (PNV, ERC, PDeCAT, Compromís y Nueva Canarias).
El tercer momento crítico será la votación final en el pleno del Congreso donde se requiere un ambiente general sin tensiones y sin elementos externos que lo puedan enturbiar.
Los presupuestos llegarán al Senado en abril, donde no superarán el debate de vetos, ya que el PP tiene mayoría y rechazará las cuentas, con lo que serán devueltas al Congreso, que en este caso sí tiene capacidad para levantar este veto de la Cámara Alta.
Sin apoyos garantizados de los independentistas catalanes
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reiterado su compromiso de agotar la legislatura pese a la dificultad de aprobar las cuentas públicas y ha pedido al PP y Ciudadanos "que se abstengan o voten a favor" de los presupuestos, un escenario poco probable a tenor de las manifestaciones de ambos partidos.
Otro frente es Cataluña, el Ejecutivo intenta acercarse a los partidos políticos que apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy. Pese a que Unidos Podemos y el PNV están cerca de apoyar estas cuentas en su votación en el Pleno del Congreso, previsiblemente a mediados de marzo, el Gobierno todavía no tiene garantizados los apoyos de los independentistas catalanes.
En ERC, el grupo parlamentario dirigido por Joan Tardá insiste en que el Gobierno debe mover ficha, hacer algún gesto tanto desde el punto de vista jurídico, frente a la Fiscalía, como con una propuesta política que contemple a independentistas y no independentistas.
El vicepresidente del gobierno catalán y adjunto a la presidencia de ERC, Pere Aragonès, ha avisado ya de que el voto de Esquerra en los presupuestos no depende solo de las inversiones prometidas a Cataluña. Una opinión compartida por el PDeCAT, que sigue exigiendo el reconocimiento del derecho a la autodeterminación para apoyar estas cuentas.