Sempé nos contagia la alegría de vivir en Nueva York
- Un libro recoge las ilustraciones que ha realizado para The New Yorker durante más de 40 años
- Algunos de estos dibujos permanecían inéditos
Nueva York es una de esas ciudades que hay que visitar, al menos una vez en la vida. Una metrópolis que, bajo sus monumentales rascacielos, esconde un cálido mundo lleno de luz y color, que os conquistará. Al igual que conquistó a Jean-Jacques Sempé (Burdeos, 1932) uno de los mejores ilustradores y dibujantes del mundo que, desde hace más de treinta años, colabora con la mítica revista The New Yorker, con sus cálidas y luminosas ilustraciones. Un trabajo que se recoge en el libro Sempé en Nueva York (Norma editorial).
Famoso por su personaje El pequeño Nicolás (creado en 1950 junto al guionista René Goscinny, el padre de Astérix), Sempé es considerado uno de los mejores dibujantes e ilustradores del mundo. Por eso, a pesar de ser francés, ha dibujado más de cien portadas y otros tantos cartoons y páginas interiores para el New Yorker, lo cual no tiene precedente en la historia de la prensa estadounidense.
Estos dibujos neoyorquinos, de los cuales muchos permanecían inéditos, se recopilan por primera vez en este volumen, acompañados por una completa entrevista con Sempé realizada Marc Lecarpentier, antiguo director de redacción y presidente de Télérama. En ellos se deja ver la alegría de vivir en una ciudad única, con sus gatos despreocupados y sus humanos minúsculos, su frenesí, sus nubes, sus rascacielos, sus jazzmen y sus jardines olvidados.
Dibujos en los que también destaca el sentido del humor de Sempé, que desliza pequeños detalles que nos provocan una sonrisa y que demuestran por qué es uno de los humoristas gráficos más sutiles, sugerentes y elegantes del mundo.
El joven francés que soñaba con Nueva York
Como todos los que nos hemos criado con las películas de Hollywood, desde su adolescencia en Burdeos, Jean-Jacques Sempé siempre había soñado con la ciudad de Nueva York. Pero además él quería trabajar en The New Yorker, la revista americana que se centra la vida cultural y social de Nueva York. Y que también publica críticas, ensayos y reportajes de investigación y ficción, siendo una de las más prestigiosas del mundo. Además, siempre ha dado gran importancia a la ilustración y el humor gráfico en sus páginas.
Como cuenta en la completa entrevista que incluye el libro, en los años sesenta y sin saber inglés, Sempé visitó Nueva York por primera vez y quedó fascinado por: "El color. Nueva York está lleno de colores. Hay casa rojas, verdes, amarillas... París es gris azulado y Nueva York es muy colorido".
Un color que es el protagonista de casi todos los dibujos que dedica a la ciudad y que podemos ver en estas páginas ordenados cronológicamente, lo que también nos sirve para ver cómo ha evolucionado su trabajo y los gustos estéticos durante estas décadas.
Ese viaje cimentó su amor por Nueva York y le animó a mandar dibujos a la revista. Y, seducidos por su calidad y calidez, enseguida empezaron a publicárselos. Iniciando, desde 1978, una fructífera colaboración que dura ya más de cuatro décadas.
La luz y el jazz
Junto al color, la luz es la otra gran protagonista del libro, una luz que Sempé maneja con maestría para descubrirnos un Nueva York muy alegre y lleno de vida, con sus calles llenas de gente. Y donde Central Park se nos aparece como un oasis en medio de todo ese bullicio.
Además, gracias a ese maravilloso uso del color y de la luz, en sus ilustraciones consigue reflejar las estaciones e incluso la situación atmosférica de cada momento.
La música, y sobre todo el jazz, también son protagonistas de las ilustraciones, que tienen una sonoridad especial. Y es que Sempé consigue contagiarnos ese ritmo de jazz que siempre hemos asociado con la ciudad gracias a películas como las de Woody Allen o los musicales de Broadway.
Un Nueva York en el que Sempé destaca los sueños e historias de sus habitantes, pequeños seres humanos que parecen casi insignificantes ante la grandeza del escenario que los rodea.
'The New Yorker', una de las mejores revistas del mundo
The New Yorker publicó su primer número el 17 de febrero de 1925 y desde entonces su pestigio no ha hecho sino aumentar. Una perfecta combinación de rigor y elegancia que la hace muy original.
Gracias a ese prestigio siempre ha contado con las mejores firmas literarias y periodísticas (Vladimir Nabokov, J.D. Salinger, Irvin Shaw, Philippe Roth, Tom Wolfe...), y las ha combinado con los mejores ilustradores del mundo (Chas Addams, Sam Cobean, William Steig, Ed Koren...).
Una de sus señas de identidad es que su portada siempre está protagonizada por un gran dibujo de humor sin palabras. Y Sempé ha dibujado más de un centenar (que tenéis en este volumen)
A punto de cumplir cien años, la revista ha sabido adaptarse a los cambios de la sociedad norteamericana y se mantiene como una de las más prestigiosas del mundo.
Si conocéis Nueva York este libro os dará muchas ganas de volver a pasear por sus calles. Y si no... arderéis en deseos de conocerlo.