Trump reabre la administración en EE.UU. tras pactar con los demócratas
- Ha apactado una prórroga presupuestaria hasta el 15 de febrero y pone fin al cierre más largo de la historia de EE.UU.
- "Espero que Trump haya aprendido la lección”, avisa el jefe de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reabierto este viernes la administración federal tras 34 días de cierre parcial, que ha afectado a más de 800.000 funcionarios, al alcanzar un acuerdo con los demócratas para poner en marcha una prórroga presupuestaria hasta el 15 de febrero, que permite volver a dotar de fondos al gobierno.
"Estoy muy orgulloso de anunciar que hemos alcanzado un acuerdo [con el Partido Demócrata] para acabar con el cierre y reabrir el Gobierno federal", ha anunciado Trump durante la jornada del viernes. El texto supone una victoria para los demócratas, ya que el texto no incluye fondos para el muro con México, la promesa electoral estrella del presidente.
La reapertura pactada entre demócratas y republicanos y avalada por Trump es tan solo para tres semanas, hasta el 15 de febrero, tiempo que el presidente ha dado a la oposición para sentarse a negociar un acuerdo migratoria que incluya dinero para el muro. "Esto no fue de ninguna manera una concesión. Fue hacerse cargo de millones de personas a las que el cierre de Gobierno estaba perjudicando gravemente", ha señalado Trump en un tuit previo a la firma del decreto que reabría la administración.
Antes, Trump se había dirigido a los ciudadanos con un mensaje retransmitido desde el exterior de la Casa Blanca muy centrado en la "crisis" de seguridad y sanidad que dice que atraviesa el país. El presidente forzó el cierre parcial del Gobierno parcial el pasado 22 de diciembre, al negarse dar luz verde a los fondos ante la negativa demócrata a financiar la construcción de un muro con México.
El conflicto de fondo persiste
El presidente ha prometido a todos los empleados públicos que han estado sin cobrar ni trabajar durante el cierre más largo de la historia del país -este viernes, cerca de 800.000 trabajadores públicos perdían su segunda nómina consecutiva- que recibirán sus salarios en los próximos días, pero ha advertido de que, si no se encuentra una solución, la administración volverá a cerrarse a partir del 15 de febrero.
"Si no conseguimos un acuerdo justo, el Gobierno cerrará otra vez o yo utilizaré mis poderes legislativos y constitucionales para atender esta emergencia", ha zanjado, ya que está dispuesto a declarar "el estado de emergencia" para conseguirlo.
Sin embargo, los demócratas han vuelto a advertir de que no cederán a las presiones del presidente: "Espero que Trump haya aprendido la lección”, ha dicho el jefe de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer en una conferencia de prensa. A su lado estaba Nancy Pelosi, la líder de la Cámara de Representantes.
Trump emplaza a los demócratas a negociar
Trump podría haber cedido este viernes por el impacto en los aeropuertos, según destaca la prensa norteamericana, pero sigue en cualquier caso empeñado en la "urgencia" de construir el muro. "Tener un muro, vallas, paredes, como lo quieran llamar, será una parte muy importante de la solución", ha dicho. Por eso, ha emplazado a la oposición a hacer uso del "sentido común" y negociar y poner "la protección de nuestro país por delante de los partidos".
El Partido Demócrata controla ahora la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos y se niega a aprobar fondos para levantar un muro con la frontera en el sur del país. Su líder, Nancy Pelosi, tiene el poder para entorpecer el mandato del presidente. De hecho, la presidenta de la Cámara baja ya ha conseguido que Trump pospusiera su tradicional discurso del Estado de la Unión, previsto para el próximo martes, por la falta de fondos para financiar la seguridad.
El mandatario se ha referido a la supuesta "crisis de seguridad" en Estados Unidos, con "inmigrantes que trafican con mujeres y niños, carteles de la droga y narcotraficantes que violan nuestras leyes y aterrorizan a comunidades inocentes"; y también ha aducido una crisis "sanitaria" por el tráfico de drogas que dice, entra a través de la fronera con México. "Como presidente, mi máxima prioridad es defender nuestro gran país y no podemos entregar el control a los traficantes de personas y narcotraficantes", ha dicho, porque lo que su administración desea es que los inmigrantes que accedan al país lo hagan "de forma legal y en base a un sistema de mérito".