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Julia, una criminóloga con los rasgos de Audrey Hepburn

  • Se publica un tomo con dos especiales del personaje de Giancarlo Berardi
  • También se edita Mataré a Mandela, un cómic por el centenario del líder sudafricano

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Fragmento de una portada de 'Julia'
Fragmento de una portada de 'Julia'

Dentro de su colección de novelas gráficas de Bonelli (la editorial italiana más popular), Panini ha lanzado dos números de gran interés. El primero es Julia. Las aventuras de una criminóloga: La convención ensangrentada, protagonizada por la famosa detective inspirada en Audrey Hepburn. El segundo es Mataré a Mandela, que narra los acontecimientos que llevaron a Nelson Mandela a iniciar su lucha contra el Apartheid.

'Julia. La convención ensangrentada'

Portada de de 'Julia. La convención ensangrentada'

Nacida en 1998, Julia es uno de los personajes más interesantes del cómic italiano, una criminóloga que es profesora en la universidad pero que también dedica gran parte de su tiempo a ayudar a la policía a resolver casos de especial dificultad.

Un cómic que, por su ritmo, suspense y sentido del humor, nos recuerda a dos series míticas de la televisión, Colombo y Se ha escrito un crimen. Y es que las aventuras de la joven tienen 128 páginas (frente a los cómics normales de Bonelli de 96) algo que beneficia a la trama y al desarrollo de los personajes, fundamentales para terminar resolviendo los crímenes gracias a esos pequeños detalles que se nos pasan a todos menos a la protagonista.

Su creador es uno de los grandes guionistas del cómic italiano, Giancarlo Berardi, autor del mítico western Ken Parker, junto al dibujante Ivo Milazzo. Cuando creó a Julia se preparó profusamente para ello, leyendo decenas de novelas policíacas, viendo multitud de películas del género e incluso asistiendo a clases de criminología. Por eso mantiene tan bien el suspense y no es fácil saber por dónde va a llevar a nuestra protagonista hasta resolver el crimen.

La Julia adulta tiene los rasgos de Audrey Hepburn

Una de las características más llamativas del personaje es que su rostro y su físico son los de Audrey Hepburn, lo que le da un aire de fragilidad que nos conquista al primer vistazo y que contrasta con la decisión y el arrojo que muestra el personaje. El usar actores o famosos para los personajes es algo muy habitual en el cómic (siempre tienen a mano las referencias). Recordemos a Blueberry (que tenía el rostro del actor Jean Paul Belmondo) o a Shang-Chi, Master of Kung-Fu (que lucía los rasgos y el físico de Bruce Lee).

La protagonista también suele escribir sus impresiones en un diario, lo que nos permite compartir con ella las pistas con las que logrará resolver los crímenes.

Viñetas de 'Julia. La convención ensangrentada'

El cómic

Este volumen Julia. Las aventuras de una criminóloga: La convención ensangrentada, narra dos aventuras retrospectivas de cuando Julia era una jovencita que estudiaba criminología. Y profundiza en su relación con el profesor Cross, del que Julia está enamorada, a pesar de que sea bastante mayor que ella.

El tomo recoge los materiales de los dos especiales a color de la serie que se publicaron en 2015 y 2016. Los cómics de Bonelli suelen ser en formato de bolsillo y en blanco y negro salvo los especiales, como los de este caso. Casi como novelas poplares de bolsillo pero en cómic.

La primera historia, La convención ensangrentada, tiene un original punto de partida: Julia y el profesor asisten a una convención de criminólogos durante la que se empiezan a producir misteriosos asesinatos. Un argumento muy interesante porque, por un lado todos son criminólogos y se supone que saben cómo realizar el crimen perfecto. Pero, por otra parte, si no son capaces de resolverlo, perderán toda su credibilidad como criminólogos. Una jovencita Julia, sin la experiencia de los años, es su única esperanza. En esta ocasión Berardi recibe la ayuda, en el guion, de Maurizio Mantero y los dibujos son del eficaz Antonio Marinetti.

Viñetas de 'Julia. El caso del Luna Park'

Ambientada también en su época de estudiante, la segunda historia, El caso del Luna Park cuenta el misterioso asesinato de un joven gay en un parque de atracciones. Un crimen en el que surgirán tramas paterno-filiales, homofóbicas y románticas. Aquí Bonelli es ayudado por el guionista Lorenzo Calza y los dibujos son de Claudio Piccoli, que acentúa el parecido de nuestra protagonista con Audrey Hepburn.

Os garantizo que, como en las buenas películas y libros de suspense, una vez que comencéis a leer este cómic no podréis soltarlo hasta el final. Por cierto que en marzo, Panini ha anunciado otro volumen con dos nuevas historias de Julia a todo color: La doble verdad.

Viñetas de 'Julia. El caso del Luna Park'

Mataré a Mandela

Portada de 'Mataré a Mandela'

El año pasado conmemoramos el centenario de Nelson Mandela (1918-2018), durante el que se habló mucho de cómo se convirtió en el símbolo del movimiento Anti-Apartheid en Sudáfrica, de los 26 años que pasó en la cárcel, y de cómo, pese a tener todo en contra, consiguieron acabar con ese régimen dictatorial y Mandela llegó a convertirse en el primer Presidente negro del país.

Coincidiendo con ese aniversario, Bonelli publicó en Italia Mataré a Mandela (Panini), un cómic del guionista Gabriella Contu y el dibujante Giuseppe Baiguera que nos cuenta el momento en el que Mandela tomó la decisión de enfrentarse a la injusticia, de sacrificarse para que el mundo supiera lo que pasaba en Sudáfrica.

Y es que, hasta ese momento (1963), Mandela había preferido (como tantos otros) resignarse a llevar una vida miserable, pero vida al fin y al cabo, en vez de enfrentarse a la injusticia. Pero la muerte de su hijo, en unas revueltas contra el gobierno, y otra serie de acontecimientos que narra el cómic le hicieron abandonar esa pasividad para dar un paso al frente y demostrar al mundo que un hombre podía cambiar la historia.

Un relato apasionante que se beneficia del guion de Gabriella, que sabe dosificar el suspense y las emociones, y del excelente dibujo de Baiguera, que reconstruye con fidelidad la Sudáfrica de 1963. Uno de los regímenes dictatoriales más vergonzosos del Siglo XX, que el resto de naciones permitieron, mirando hacia otro lado. Y que solo terminó gracias a valientes como Mandela y a grandes organizaciones y artistas internacionales, que no dejaron de denunciar la situación en Sudáfrica hasta que fue insostenible.

Un cómic muy necesario para no olvidar la historia y, por tanto, no correr el riesgo de repetirla.

Viñetas de 'Mataré a Mandela'