Donaz, el gran pionero de la historieta española
- Un libro indaga en la figura del dibujante, uno de los creadores del TBO
- Es obra de Dionisio Platel y Joaquín Campo
La mayoría no sabréis quién es Ernesto Pérez Donaz (1875-1938), pero seguro que despierto vuestro interés si os digo que fue el autor que, en solitario, dibujó íntegramente el primer número de la mítica revista TBO (que dió nombre a los tebeos en España). Una figura clave del cómic español que es desconocida para el gran público y al que reivindica el imprescindible libro Donaz. Un egrabense pionero de la historieta (Taula Ediciones), de Dionisio Platel y Joaquín Campo.
El teórico e investigador del cómic Dionisio Platel (Castrillo de la Vega, Burgos, 1965), destaca la importancia de Donaz en la historia del cómic español: "Donaz fue uno de los primeros historietistas españoles que dedicó toda su vida a este medio de entretenimiento. Publicó en las publicaciones más importantes del medio: TBO, Dominguín, Charlotín, Pulgarcito y todas las cabeceras importantes de Juan Bruguera Teixidó. Pero no solo trabajó para revistas infantiles, sus colaboraciones fueron también para la prensa generalista en las llamadas revistas ilustradas: Madrid cómico, Vida galante, Hojas selectas, Monos"
"Su importancia dentro de la historia de la historieta española es clave -continúa Dionisio-, junto con compañeros de profesión como Joaquín Xaudaró, Teodoro Gascón, Gaspar Méndez Álvarez o Manuel Urda. Todos ellos fueron los que iniciaron a los lectores en ese incipiente medio de comunicación que era la historieta durante los primeros años del pasado siglo y sin ellos no se hubiera desarrollado de la manera que la conocemos, porque asentaron unas bases, el pilar en el que se sustenta el lenguaje de la historieta de nuestro país".
De hecho, podemos decir que esa generación inventó un nuevo lenguaje: "En su época todos los historietistas eran muy parecidos estilísticamente y se influenciaban unos a otros desarrollando soluciones gráficas -afirma Dionisio-, claro que tomando fórmulas venidas de otros países, pero también encontrando métodos y registros nunca vistos, estaban inventando un lenguaje: el lenguaje de la historieta".
"Pero la influencia de Donaz fue determinante no para sus coetáneos, si no para sus continuadores, los historietistas españoles posteriores a la guerra civil, sobre todos los de la denominada escuela Bruguera, mamaron de Donaz porque fue uno de los autores decisivos en sus primeras lecturas" -concluye-.
Un libro imprescindible que debe mucho a los autores y las instituciones implciadas en su publicación. "Tenemos que comenzar -asegura Dionisio- dando las gracias al Ayuntamiento de Cabra (Córdoba) y a Pepe Pérez Muñoz, bibliotecario de la ciudad, sin cuyo apoyo este libro no habría visto la luz. Desde Cabra se han propuesto recuperar la figura de Donaz, como historietista pionero, y este volumen y la exposición a él dedicada, que puede verse en la Casa de la Cultura de esa ciudad hasta el próximo 14 de febrero, son buena prueba de ello.
El libro
Pero... ¿qué nos vamos a encontrar en este libro? Al principio del libro hay una biografía bastante completa del autor, en la que se han tapado huecos existentes y desmentido errores anteriores. El más destacable es confundirlo con su hermano José (Pepe para la familia), que fue dibujante aficionado y destacado fotógrafo artístico, pero no el dibujante de historietas del TBO como algunos historiadores han llegado a afirmar".
"Hay -continúa- una amplia documentación sobre su etapa en la editorial El gato negro, en la que colaboró durante 17 años aproximadamente. Hemos recopilado también muchos datos y documentos de su familia. Como curiosidad comentar la falta de fotos que hay de Ernesto Pérez Donaz, hemos conseguido, gracias a su familia fotos de sus hermanos y de su hijo Ernesto Pérez Mas (que sirvió de inspiración a Francisco Ibáñez para la creación de su célebre personaje “Rompetechos”), pero ninguna del protagonista del libro; si aparecen su conocida autocaricatura de 1905 y su fotografía publicada en la revista Lecturas en 1931".
"Después -añade Dionisio- hay más de 100 páginas de historieta como muestra de su trabajo en el medio. Nos hemos decantado por publicar historietas largas de varios géneros: aventura, cuentos de hadas, histórico y dos adaptaciones de cuentos de Las Mil y una Noches, quizás las primeras adaptaciones literarias vertidas a la historieta en nuestro país, publicadas originariamente entre 1918 y 1921. La elección ha sido difícil porque hay mucho material de Donaz a redescubrir, pero nos ha parecido más interesante este material que publicar historietas cómicas conclusivas de una o dos páginas, quizás más adelante lo hagamos".
Como os podéis imaginar no ha sido fácil conseguir ese material: "El material antiguo es bastante difícil de conseguir aunque ahora gracias a internet es más fácil y cómodo que hace unos años -confiesa Dionisio-. En concreto los tebeos, folletines y materiales afines, a día de hoy, son escasos. Los que existen han tenido que sobrevivir a niños, estufas, lepismas, incendios, inundaciones, a una guerra civil, a madres y a herederos entre otras causas de desaparición sistemática de nuestra cultura popular. Y como es material muy escaso su valor es alto. También tenemos que agradecer a varios coleccionistas y al colectivo Tebeosclásicos que nos han permitido tener acceso a bastante material.
"Nunca fue un gran dibujante"
Dionisio Platel confiesa que: "Donaz nunca fue un gran dibujante, pero sí que fue un dibujante solvente y muy trabajador, realizó miles y miles de páginas, chistes e ilustraciones. Su trazo es muy simple y con fondos esquemáticos, pero no es su forma de dibujar lo importante, lo primordial son sus soluciones gráficas. En sus chistes e historietas, desde los principios de su carrera siempre jugó con los globos de diálogo, pero fue a principios de los años veinte cuando dejó, al menos, tres series de personajes fijos, en las que sus historietas carecían por completo de textos de apoyo, primordiales en esa época, para dejar hablar a los monigotes únicamente con bocadillos".
"También -continúa- fue uno de los historietistas españoles que implementó en sus historietas las onomatopeyas, que son las representaciones gráficas del sonido, así como líneas cinéticas e iconos gráficos, tales como estrellitas en los golpes, para ayudar al lector a la comprensión final de la lectura. Y al igual que Xaudaró utilizó mucho los cambios de planos para no ser tedioso ni monótono".
"Su humor también era muy simple -añade- y totalmente entendible hoy en día, gags resultones, equívocos, juegos de palabras, etc. Abarcó muchas temáticas y géneros: lo cotidiano, los soldados, Charlot, los niños, los jueces, los estudiantes, la tauromaquia, la sicalipsis, el chiste político y de actualidad, los baturros, etc. Hay que tener en cuenta que Donaz fue un prolífico viñetista, un gran humorista gráfico y como tal también tenía que escribir. Pero no solo escribió sus chistes dibujados, también escribió varios libros de chistes escritos para Noticiero guía de Madrid, la editorial de Vicente Castro y unos cuantos folletines para la editorial El Gato Negro".
"La evolución de su dibujo -concluye- tampoco fue muy cuantitativa, se mantuvo en una línea bastante definida a lo largo de toda su carrera, sí que habría que diferenciar sus primeros trabajos donde se percibe cierta bisoñez que, con el tiempo, evolucionó a su estilo definitivo y separar su estilo cómico caricaturesco con su estilo figurativo, ya que bregó con ambos".
Dibujó entero el primer 'TBO'
Uno de los hitos de Donaz fue dibujar, entero, el primer número del TBO. "Según mi teoría -asegura Dionisio-, a pesar de todo lo que se ha escrito hasta ahora, Joaquín Arques y Escriña fue el ideólogo y fundador de la revista TBO, no trabajaba para el litógrafo Arturo Suarez, como habitualmente se viene diciendo, simplemente imprimía en el taller de este sus publicaciones que, a la vez, le servía de depósito. Joaquín Arques, desde su llegada a Barcelona, se dedicó a la prensa gráfica, sin abandonar su labor teatral, fue actor, empresario y autor, carrera que sobrellevó en paralelo a la de escritor festivo, de folletines y guionista de historietas".
"Arques -añade- conocía a Donaz de años atrás y contó con él, desde la llegada de este último a Barcelona, para sus iniciativas. La más conocida e importante, el semanario festivo infantil TBO. Entre los dos, Arques y Donaz, mano a mano, elaboraron el primer número, Donaz la parte gráfica y los textos Arqués. A partir del número dos contaron con la participación de Manuel Urda, y entre los tres realizaron los primeros nueve números, impresos y depositados en las instalaciones de Arturo Suarez".
"El negociante y visionario Joaquín Buigas y Garriga, compró a Arques la cabecera y le dio un nuevo e importante impulso, contando claro está, con sus iniciadores: Arques, Donaz y Urda. Donaz no colaboró demasiado con Buigas, solamente durante el primer año de publicación de TBO, luego en 1921 que realizó varias historietas para las colecciones Historias y cuentos de TBO y Colección gráfica TBO, y años más tarde, en 1935 y 1936 de nuevo para TBO, en la que participó con varias historietas cortas conclusivas. Habría que mencionar además la etapa en la que realizó chistes frívolos para la cabecera KDT, desde 1915 a 1922, cuyo editor en la sombra también era Joaquín Buigas".
También trabajó en 'Pulgarcito'
Pulgarcito también se sirvió del talento de Donaz. "Pulgarcito es, junto con TBO, la otra gran cabecera del tebeo patrio de antes de la guerra civil -asegura Dionisio-. Su editor Juan Bruguera Teixidó fue el fundador de un gran sello editorial que comenzó editando folletines, pero con Pulgarcito y sus otras cabeceras de historietas (La Alegría Infantil, Bobín, Pirulí, etc.), amplió su mercado al público infantil".
"En este periodo de 1921 hasta la guerracivil, los dibujantes clave de Pulgarcito fueron Donaz, Manuel Urda, Valentín Tapias, Ermengol Vinaixa, José Ariet, Pere Clapera Argelaguer, Arturo Moreno y Niel (Daniel Mas Goumery), pero no eran los dibujantes de Pulgarcito, eran los dibujantes de la plantilla de la editorial y entre todos elaboraron toda la parte gráfica de las múltiples publicaciones de El Gato Negro. Donaz fue uno más, eso sí, dibujante fijo, incluso llegó a residir en una propiedad de Juan Bruguera en el barrio de Vallcarca, donde este tenía sus instalaciones. Su labor continuada con El Gato Negro se desarrolló entre 1918 y 1935".
Donaz comenzó dibujando para publicaciones adultas. ¿Por qué acabó trabajando para las infantiles? "Suponemos -asegura Dionisio- que fue una cuestión de supervivencia y comodidad. Pero hay que tener en cuenta que su trabajo destinado al público adulto fue muy amplio, toda su etapa en Madrid, desde 1898 hasta su marcha a Barcelona en 1915, fue para ese sector menos las colaboraciones historietísticas que hizo para Los muchachos en 1914. Ya en Barcelona publicó en muchas revistas sicalípticas como KDT, Eva, el Caloyo, etc. Al entrar en la plantilla de El Gato Negro se tuvo que adecuar a su línea editorial destinada mayoritariamente para el sector infantil".
Las obras disponibles de Donaz
Gacias a Taula Ediciones, en estos últimos años hemos podido recuperar varias obras de Donaz. "A parte de este libro que acabamos de editar desde Taula Ediciones, tenemos en curso una colección de cuadernillos, dentro del sello Tebeos de oro, titulada Serie Donaz, en la que rescatamos historietas de ambiente aventurero de Donaz. La colección constará de cuatro números de los que ya han visto la luz los tres primeros: Compañeros de aventuras, El misterio del castillo y El hijo del torrero. Tenemos previsto publicar este año El collar de diamantes, título que cerrará la colección. Lamentablemente ningún otro editor está por la labor de reeditar material de Donaz ni de sus coetáneos".
Pero... ¿Qué otros trabajado de Donaz les gustaría rescatar? "Teniendo en cuenta lo que hemos publicado de Donaz, que ya es importante y significativo, quedan por rescatar sus historietas cómicas. Series como “Divertidas aventuras de PIM, PAM, PUM, ladrones cómicos, Extraordinarias aventuras de Aniceto Plancha, el Rey de los detectives o Pasillos cómicos de los Clowns PASI y RIGUI, Reyes de la risa, serian de las más importantes".
En cuanto a sus otros proyectos, Dionisio asegura que: "Estamos entusiasmados con la labor de recuperar parte del patrimonio olvidado de la historieta española. La colección Tebeos de oro, en la que este volumen dedicado a Donaz es el segundo número, no ha hecho más que empezar. Tenemos en mente seguir en esta línea y así rescatar a otros autores pioneros de la historieta de nuestro país. De momento tenemos pensado rescatar al genial y extravagante Gaspar Méndez Álvarez, al baturro Teodoro Gascón y posiblemente editar la segunda historieta larga de Joaquín Xaudaró".