España se convierte en el primer país de acogida para migrantes llegados a través del Mediterráneo
- Disminuye el número de refugiados que atraviesa el Mediterráneo pero aumentan las víctimas en sus aguas
- En 2018 el mar ha acabado con la vida de 2.275 personas, de las que 777 murieron cerca de las costas españolas
España se ha convertido en el primer país europeo de acogida para los migrantes y refugiados que atraviesan el Mediterráneo huyendo de la violencia y la guerra. A lo largo de 2018 han llegado a las costas españolas 65.400 migrantes. Si bien es cierto que el número de personas que cruzan el mar ha disminuido situándose en 139.300, muy lejos de los 1.015.981 que alcanzaron las costas europeas en 2015. Desde entonces el número de desplazados que han utilizado las rutas del mar Mediterráneo ha ido disminuyendo al tiempo que aumentaban las muertes en sus aguas.
Según el último informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), por cada 51 personas que llegan por mar a Europa, una pierde la vida en el trayecto. Se calcula que en 2018 murieron en el mar 2.275 personas, una media de seis al día. En cuatro años han muerto 14.281 personas en el Mediterráneo tratando de llegar a Europa para encontrar un lugar seguro.
"Es probable que las reducciones de la capacidad de búsqueda y salvamento, unidas a una respuesta descoordinada e impredecible al desembarco causaran un aumento de la mortalidad", se puede leer en la memoria "Travesías desesperadas", elaborada por ACNUR, que recoge los datos sobre la llegada a Europa de refugiados e inmigrantes entre enero y diciembre de 2018.
España supera a Grecia e Italia
El año pasado hubo cambios significativos en el patrón de las rutas elegidas por los refugiados y migrantes para llegar a Europa. Durante el primer semestre del año Grecia superó a Italia y España; sin embargo, en la segunda mitad del año España se convirtió en el principal punto de entrada a medida que un número creciente de personas intentaba hacer la peligrosa travesía del Mediterráneo occidental.
En total España fue el destino de 65.400 personas de las que 58.600 llegaron por mar y 6.800 a través de las fronteras de Ceuta y Melilla. Una cifra que supera la de Grecia, con 50.500 refugiados y migrantes durante el último año, y la de Italia, que ha caído drásticamente pasando de recibir a una media de 150.000 migrantes al año en sus costas, a los 23.400 del 2018.
Las polémicas políticas restrictivas del gobierno italiano de Matteo Salvini en lo que se refiere a la acogida de barcos con migrantes en sus puertos, han provocado una caída del 80 % en las llegadas a sus costas, pasando de 119.400 personas en el año 2017 a las 23.400 del 2018.
Nuestro país ha recibido en cuatro años menos refugiados y migrantes de los que llegaban anualmente a Italia. Sumando las llegadas por mar y por las fronteras de Ceuta y Melilla, desde el año 2014 España ha recibido a 124.100 personas, una cifra insignificante si tenemos en cuenta los 68,5 millones de desplazados que actualmente hay en el mundo. Estamos hablando de que en los cuatro últimos años nuestro país ha recibido a un 0.1 % de los refugiados y migrantes del planeta.
Nueve de cada diez refugiados, en países pobres
El mundo está viviendo la mayor crisis de personas refigiadas desde la Segunda Guerra Mundial. Son más de 68,5 millones de personas las que han tenido que abandonar su hogar en los cinco últimos años para salvar su vida. La mayoría permanecen en países cercanos al suyo. Según ACNUR, nueve de cada diez refugiados, el 86%, están en países en vías de desarrollo, en regiones vecinas a la zona de conflicto.
Los países más empobrecidos son los que acogen a la inmensa mayoría de estas personas, de las que el 51% son niñas y niños menores de 18 años. Sólo Turquía ha recibido a más refugiados que el conjunto de los 28 Estados miembros de la Unión Europea.
"Estamos ante el mayor éxodo que ha conocido la historia de la humanidad", indica el informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) correspondiente al año 2018.
La agudización de los conflictos en Siria, Sudán del Sur, República Centroafricana, Afganistán o República Democrática del Congo, así como la represión contra la minoría rohingya en Myanmar y el largo exilio del pueblo palestino, configuran un escenario mundial que "exige un compromiso mayor y más decidido con la defensa del derecho de asilo y con la protección de las personas refugiadas", se puede leer en el último informe de CEAR, "Las personas refugiadas en España y en Europa".