Garrido rechaza la última propuesta de los taxistas para los VTC por ser "aún más radical"
- El presidente regional considera que es un planeamiento "aún más radical"
- El presidente de la Federación Profesional del Taxi pide negociar, "algo que no se ha hecho hasta la fecha"
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, ha rechazado este miércoles la propuesta de regulación de los vehículos de transporte con conductor (VTC) en la que planean una precontratación de una hora y un recorrido mínimo de cinco kilómetros que le han presentado las cinco asociaciones del sector del taxi de Madrid, ya que cree que es "aún más radical que las anteriores".
En una rueda de prensa en la sede del Ejecutivo regional, Garrido ha denunciado la "dejación" de funciones de la Delegación del Gobierno por haber "permitido las toma de las calles de Madrid por sectores radicalizados" y ha calificado al titular de Fomento, José Luis Ábalos, de ser "el ministro más indolente e irresponsable de la historia"
Antes, los taxistas madrileños han puesto sobre la mesa la propuesta que exige un mayor tiempo de precontratación que el que ya ha sido impuesto en Cataluña añadiendo una hora y pidiendo un recorrido mínimo de cinco kilómetros para los VTC que haría "inviable" la prestación del servicio en las ciudades de la región, ha explicado Garrido.
"La Comunidad de Madrid no va a legislar para eliminar el sector de los VTC", ha argumentado, porque es "un servicio que valoran de forma positiva todos los madrileños" y porque las reclamaciones que podrían hacer las empresas de los VTC "comprometerían el futuro de las cuentas" de la región y "el bolsillo de todos los madrileños porque las indemnizaciones las tendríamos que pagar entre todos".
Minutos después de que el Gobierno regional rechazara su propuesta, más de mil taxistas se han concentrado en la Puerta del Sol y posteriormente han cortado al tráfico la Gran Vía con una marcha a pie.
En su décimo día de huelga indefinida, a mediodía se han concentrado un par de horas ante las puertas del PP y esta tarde trasladarán su protesta a la sede del gobierno regional, en el kilómetro cero de la Puerta del Sol. La solución al conflicto parece lejana a la vista de la escalada verbal entre las partes.
Los representantes del sector del taxi han registrado su tercera propuesta en la Consejería de Transporte y en la Asamblea de Madrid, aunque el gobierno madrileño considera una "línea roja" la precontratación por tiempo, tal y como la ha regulado la Generalitat.
El presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Julio Sanz, subraya que "la pelota está en el tejado de la Comunidad de Madrid" y le pide que se siente a negociar para solucionar el conficto "algo que no se ha hecho hasta la fecha". Espera que el gobierno regional llame para hablar e intentar encontrar una solución.
Los usuarios "van a pasar factura"
Admite que la huelga supone perder unos 170 euros al día por cada taxista y reconoce que los usuarios "les van a pasar factura" por lo que se plantean varias iniciativas para intentar paliar "el daño que les están causando". Sanz insiste en que solo piden que "se cumpla la ley" e invitan a los conductores de VTC a convertirse en taxistas profesionales para conservar sus empleos.
Sostiene que su postura se ha "flexibilizado", que de una precontratación de 24 horas han pasado a 60 minutos y que hay otros asuntos que quieren fijar, como que los VTC tengan que volver a su base después de cada servicio. Insiste en que los VTC captan viajeros en la calle y cerca de las paradas de taxi y rechaza los 300 metros de distancia pactaron el Ayuntamiento de Madrid y el gobierno regional.
La propuesta sectorial del taxi modificaría la ley autonómica 20/1998, de Ordenación y Coordinación de los Transportes Urbanos de la Comunidad de Madrid y pretende que los mínimos que reclama puedan ser ampliados por los ayuntamientos. Aboga por que los VTC
cuenten con licencias tanto urbanas como interurbanas y que la geolocalización no se active hasta que se haya aceptado el trayecto.
En un balance de los diez días de huelga, Sanz señala que 128 taxis han sufrido daños materiales, seis taxistas han sido detenidos (todos están ya en libertad, tres con cargos) y un centenar han sufrido golpes de diversa consideración. Recuerda que un taxista sigue grave en coma inducido tras un atropello y siete están en huelga de hambre (cinco varones y dos mujeres).
Garrido no cede al chantaje
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, ha advertido a los taxistas que no va a ceder al "chantaje" e insiste en que si pretenden eliminar al sector de los vehículos VTC, la respuesta va a ser "no", aunque mirarán y revisarán el acuerdo puesto encima de la mesa.
"El mundo cambia para todos y si nos empeñamos en parar el mundo, nos habremos equivocado. Es un error muy grave, sigue girando", también apunta que el sector del taxi no elige bien a sus interlocutores, que está en manos de "radicales podemizados. Sanz ha contestado a Garrido que "está muy perdido" al intentar politizar el conflicto.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, asegura que "todos quieren" que el conflicto del taxi desaparezca pero indica que "no va a tolerar" acciones ilegítimas "ni por la fuerza ni por ocupación del espacio público". Según la edil, es "necesario" adaptarse a las nuevas formas de movilidad que deben estar "equilibradas con las tradicionales", por lo que propone equiparar las "libranzas" entre ambos sectores.
Por su parte, el portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) Enrique García exige a las distintas administraciones que elaboren una norma "equilibrada" que haga compatible el servicio público del taxi y el de los VTC "para garantizar al usuario una oferta suficiente que le permita su derecho a la movilidad, que hoy en Madrid está seriamente amenazado".
Anoche, más de 2.000 taxistas se concentraron en Sol y entre petardos, bengalas y pitos, quemaron alguna camiseta con la fotografía de Garrido y el logotipo del PP y lanzaron huevos.
En la rueda de prensa para dar a conocer su propuesta, los taxistas han avanzado que planean unirse a una gran manifestación en defensa de sus puestos de trabajo con otros colectivos como los pensionistas, profesionales sanitarios o del sector de la Educación, pero sin concretar la fecha de la convocatoria.