El CIS hunde al PP en la cuarta posición y muestra a un Vox disparado en intención de voto
- El PSOE es el partido al que más españoles dicen que votarían (29,9%), duplicando al PP (14,9%)
- Cs repite el 'sorpasso' de octubre y es el segundo partido (17,7%) mientras que Podemos recupera apoyos (15,4%)
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Los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que en los últimos meses han acaparado la polémica por su nueva metodología y los resultados que arroja, distantes de los encuestadores privados y de los propios resultados electorales, ofrecen en este comienzo de año un vuelco espectacular y sin precedentes: un PP hundido al cuarto puesto a nivel nacional en intención de voto directa, que en tan solo un mes pierde cuatro puntos y al que solo afirma abiertamente que le votaría un 14,9% de los ciudadanos.
Aun cuando no estamos hablando de una estimación del voto que saldría de las urnas si se celebraran ahora elecciones, se trata de un escenario inédito el de un PP relegado a cuarta fuerza entre los partidos nacionales, frente a un PSOE no deja de crecer y amplía a 15 puntos su ventaja sobre los 'populares'.
No menos llamativo es el segundo titular que arroja esta encuesta: el partido de extrema derecha Vox continúa su ascenso y ya es el 6,5% de los españoles el que dice que votaría al partido de Santiago Abascal si se celebraran elecciones generales, unos números que de cuajar en las urnas permitirían obtener una significativa representación parlamentaria a una formación que en los comicios de 2016 obtuvo el 0,2% de los votos [ver barómetro del CIS de enero, en pdf].
Asi las cosas, si se celebraran elecciones hoy, la opción preferida por los ciudadanos sería el PSOE (29,9%), un punto más que el más pasado y duplicando en intención de voto al partido de Pablo Casado, que celebró en enero la investidura por primera vez de un candidato suyo como presidente de la Junta de Andalucía.
La segunda fuerza política en intención de voto sería Ciudadanos (17,7%), a muy larga distancia de los socialistas y sin apenas variación -dos décimas menos que en el anterior barómetro-, pero que consuma el sorpasso al PP de manera holgada (que logró por primera vez en el barómetro de octubre), con casi tres puntos de ventaja.
Inmerso en su crisis interna, que no pudo reflejar la encuesta, también aumenta sus apoyos Unidos Podemos (15,4%), que es tercero y sube medio punto respecto al anterior barómetro.
En este sondeo, ERC obtendría el 4,7% de los votos frente al 1% del PDeCAT; el PNV el 1,3%; EH Bildu el 1,1%; Coalición Canaria el 0,2% y Pacma el 1,7% -el partido animalista sube cinco décimas en un mes-.
El bloque de la izquierda es mayoritario
Pese a la polémica alrededor de la metodología y resultados del CIS desde que Pedro Sánchez puso al frente del organismo al sociólogo y exdirigente socialista José Félix Tezanos, lo cierto es que hay unos parámetros comunes en los resultados de los barómetros de esta última época: el PSOE se mantiene constante en el entorno del 30% de la intención de voto y Unidos Podemos no baja del 15%, por lo que la mayoría del bloque de izquierda se mantiene estable en torno al 45%, pese a retrocesos puntuales, como el mes pasado.
Enfrente, el crecimiento sostenido de Vox, que ve aumentadas sus expectativas un 75% respecto a los 3,7 puntos del último barómetro, no logra amortiguar el desplome del PP y el bloque de partidos que forman ambos junto a Ciudadanos, que logró formar una mayoría alternativa en Andalucia frente a los socialistas no llegaría a nivel nacional al 40% (39,1%).
La encuesta sobre intención directa de voto se realizó entre el 1 y el 13 de enero, coincidiendo con las negociaciones para la formación de Gobierno en Andalucía y los acuerdos entre PP, Cs y Vox, así como con la aprobación de los Presupuestos por parte del Gobierno y su remisión al Congreso de los Diputados. También se realizó antes de la convulsión vivida en el seno de Podemos al anunciar Íñigo Errejón que concurrirá a las elecciones autonómicas con la marca de Manuela Carmena y abandonar su escaño en el Congreso tras las presiones de la dirección de su partido.
El sondeo se hizo a partir de 2.989 entrevistas personales en domicilios a ciudadanos de 292 municipios en 49 provincias, con un margen de error del 1,8%.
Al PP "le da la risa" con los datos del CIS
A la vista de estos resultados, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha mostrado su incredulidad a los datos del CIS comparando este barómetro con el que pronosticó una holgada victoria de Susana Díaz en las pasadas elecciones andaluzas. "¿Que si me creo el CIS de hoy? Que responda Susana Díaz por mí, que a mí me da la risa".
También la vicesecretaria de Comunicación del PP, Marta González, ha asegurado en Twitter que si siguen a este ritmo "en el CIS de Tezanos, el PSOE tendrá en julio el 240% de intención de voto". "No entiendo por qué Pedro Sánchez no convoca elecciones ya", ha remachado.
Por su parte, el Gobierno se limita a resaltar que "no hay cocina" en los datos del CIS, ya que no se proporciona ninguna estimación del voto. Y la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha defendido que los datos del organismo público no tienen "trampa ni cartón" y ha pedido a PP y Ciudadanos que reflexionen "hacia dónde les lleva esta política de radicalización, crispación, insulto y vilipendio constante" hacia el resto de fuerzas.
Intención de voto, dato 'crudo' sin estimación
Esa es la polémica que rodea a estas encuestas desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno. El CIS ya no pretende aproximarse a lo que sería el resultado electoral en unas hipotéticas elecciones, ya que -con la excepción de la encuesta preelectoral de los comicios andaluces- su política es no ofrecer más la tradicional estimación de voto elaborada mediante ajustes estadísticos para corregir los sesgos de las respuestas directas, la llamada "cocina" de las encuestas.
Lo que hace ahora el CIS bajo la dirección de Tezanos, veterano sociólogo que fue secretario de Estudios y Programas del PSOE, es ofrecer los datos de intención de voto directo en encuesta calculado a partir del voto emitido.
La intención de voto es la respuesta de los encuestados cuando se les pregunta a qué partido votarían si mañana se celebraran elecciones generales, de manera que el CIS ha optado por dejar en manos de investigadores privados difundir "bajo su responsabilidad" los modelos de estimación de voto que consideren más convenientes a partir de otras preguntas del barómetro y sus propios cálculos posteriores.
Respecto a la evolución de la intención de voto desde las elecciones de junio de 2016, aunque se puede expresar a título orientativo (ver el gráfico a continuación), ha dejado de ser una serie histórica homogénea, ya que desde la llegada de Tezanos a la presidencia del CIS el pasado verano, los barómetros que incluyen la intención de voto pasaron de ser trimestrales a mensuales y además han experimentado hasta tres cambios de metodología en los últimos cinco meses.
Así, en agosto de 2018, en el primer barómetro del CIS con Tezanos al frente, la estimación de voto se simplificó a una mera combinación de la suma del voto directo y la simpatía -el partido al que el votante se siente más cercano-, lo que sería una "cocina" mínima, pero que no evita sesgos al ser la simpatía una variable que beneficia tradicionalmente al PSOE. En noviembre, ante las elecciones andaluzas, el CIS introdujo una fórmula contemplando el voto directo y el recuerdo de voto. Y en el barómetro de diciembre, se difundieron simplemente los datos de intención de voto directo, evitando cualquier fórmula de estimación.