El petróleo de Venezuela, sustento y amenaza para Nicolás Maduro
- Venezuela tiene la mayor reserva de petróleo del mundo, pero las sanciones de EE.UU. perjudican seriamente su explotación
- Washington presiona a la economía del chavismo con el control de Citgo, la filial estadounidense de la petrolera estatal
Al margen de la política, la verdadera pugna por el poder en Venezuela reside en el control del petróleo. El presidente, Nicolás Maduro, regenta por ahora el control de los activos del crudo venezolano, pero las sanciones impuestas por Estados Unidos a la petrolera estatal, PDVSA, han dañado seriamente su margen comercial. Tres semanas después de la autoproclamación del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como presidente "interino", Washington mantiene la presión para derrocar a Maduro y lo hace a través de la base de su economía, que según el FMI podría alcanzar una hiperinflación del 10.000.000% en 2019.
"La supervivencia de Maduro dependerá de su habilidad para lograr acuerdos con China y Rusia", que son, junto a India y EE.UU., los principales compradores de crudo venezolano, según explica a RTVE.es la analista especializada en petróleo de Rystad Energy, Paola Rodríguez-Masiu. La prohibición de Washington de adquirir crudo venezolano está teniendo un "impacto enorme sobre la funcionalidad de su Gobierno, porque el flujo principal de efectivo para el país venía de EE.UU.", apunta por su parte el vicepresidente de IHS y exdiplomático estadounidense de Energía, Carlos Pascual.
No obstante, Rusia, China e India pagaban el crudo adquiriendo parte de la deuda venezolana, por lo que "el impacto va a ser la caída de divisas en Venezuela, ya que no se va a poder pagar en dólares, de modo que la transacción tendrá que ser diferente. Esto puede ser demasiado doloroso o arriesgado para algunos importadores", matiza Pascual y también para la economía venezolana: el petróleo supuso en 2016 el 81% de sus exportaciones (69% de crudo y 12% de refinado), y el oro, el 11%.
El crudo, una joya en caída libre
Venezuela es el país con mayor número de reservas de petróleo probadas en el mundo, pero su producción ha caído más de la mitad en los últimos años, hasta los 1.400 millones de barriles diarios contabilizados a finales de 2018 frente a los tres millones hace dos décadas. El objetivo de Washington ahora es congelar las ventas de los 500.000 barriles diarios exportados por Caracas a EE.UU., y las sanciones impuestas contra las empresas estadounidenses en Venezuela tienen el poder de minar la producción mucho más en los próximos meses.
Para Rodríguez-Masiu, las prohibiciones impactarán directamente en el flujo de fondos y paralizarán completamente las exportaciones a Estados Unidos. "Esto hará que la escasez sobre la población se agudice más: habrá menos alimentos y menos medicamentos", apunta Pascual.
Citgo, el diamante en EE.UU.
El Gobierno de Trump pretende conceder a Juan Guaidó el control de los activos de Citgo, la filial estadounidense de PDVSA, exenta de sanciones hasta el 27 de julio. La empresa de refinería procesa alrededor de 750.000 barriles diarios, que suponen en torno al 4% del suministro de gasolina en Estados Unidos.
Según una fuente consultada por Reuters, la filial contaba en septiembre con 500 millones de dólares en efectivo y una línea de crédito de alrededor de 900 millones de dólares.
Lejos de rendirse, el propio Maduro ha anunciado una "batalla legal" por el control de PDVSA y Citgo, pero "no será posible" que recupere la filial estadounidense, precisamente porque está en Washington, pronostica Rodríguez-Masiu.
En cualquier caso, la principal incógnita para los analistas consultados por RTVE.es es cómo puede Guaidó hacerse con el control de la empresa. "¿Va a poder Citgo adquirir crudo venezolano?", se pregunta la analista de Rystad Energy, mientras que Pascual apunta a que no controlará nada hasta que pueda nombrar una nueva junta directiva tras un arduo proceso legal.
Arma de doble filo para la producción estadounidense
Con todo, las sanciones también afectarán a Estados Unidos, sobre todo a la producción de la costa del Golfo. "La bajada de la producción en México, los problemas de transporte del crudo desde Canadá y las sanciones a Irán" son las razones que vuelven a Washington dependiente del crudo venezolano, explica Carlos Pascual.
"La costa del Golfo se nutre de crudo pesado [como el venezolano] para producir crudo más ligero. Ahora, Estados Unidos tendrá problemas para sustituirlo", subraya Rodríguez-Masiu. Pese a todo, la analista venezolana recalca que la caída de producción venezolana no afectará al precio del barril de petróleo en el mercado internacional, sino al precio del crudo pesado y a la calidad del petróleo.
De hecho, Venezuela ocupa el noveno puesto en las exportaciones de petróleo en el mundo, por detrás de Rusia (1º), Arabia Saudí, Estados Unidos, China e Irán (5º).