Japón probará células iPS para tratar lesiones de médula espinal
- El experimento se realizará sobre cuatro pacientes con pérdidas de movilidad de diferente grado
- Se cultivarán las células iPS "reprogramadas" para integrarse en su médula
El Ministerio de Salud de Japón ha dado luz verde a un ensayo clínico para tratar a pacientes con lesiones de médula espinal con células de pluripotencia inducida (iPS), lo que supone el primer proyecto médico de este tipo.
La prueba clínica será practicada por investigadores de la Universidad de Keio (Tokio) sobre cuatro pacientes con la médula dañada y pérdidas de movilidad de diferente grado tras sufrir accidentes, según ha confirmado a Efe un portavoz del Ministerio.
Este tratamiento experimental será el primero de este tipo realizado en el mundo con células iPS, y la quinta aplicación médica en Japón de esta técnica a una enfermedad o lesión concreta.
Las células de pluripotencia inducida ya se han utilizado anteriormente en diferentes proyectos de científicos nipones para hacer trasplantes de retina y para tratar el párkinson o una enfermedad ósea extremadamente rara.
El nuevo proyecto se probará este verano bajo la dirección del profesor de la Universidad de Keio Hideyuki Okano, y con la colaboración de la Universidad de Kioto, una institución de referencia en este campo y en la que se cultivarán las células iPS "reprogramadas" para integrarse en la médula de los pacientes.
Los investigadores comprobarán si los trasplantes de iPS son seguros y eficaces para tratar las lesiones de médula, que cada año afectan a unas 5.000 personas en Japón, según datos del Ministerio de Sanidad.
Posible tratamiento regenerativo
Se espera que la aplicación clínica de las células iPS, que poseen la capacidad de convertirse en cualquier tipo celular especializado, pueda ampliar las posibilidades de los tratamientos regenerativos y suponga un importante avance hacia la medicina personalizada.
El pionero en generación de iPS, el investigador japonés de la Universidad de Kioto Shinya Yamanaka, fue galardonado en 2012 año con el Premio Nobel de Medicina por el método que desarrolló para crear este tipo de células mediante la reprogramación de células ya maduras.
Su descubrimiento resuelve el problema ético de trabajar con células madre de embriones que, como las iPS, también poseen la capacidad de transformarse en cualquier tipo de célula.