'Green Book' triunfa en unos Oscar con aroma clásico
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Green Book, una oda de aroma clásico por la igualdad racial, es la triunfadora de los Oscar con tres estatuillas: mejor película, mejor guion original y mejor actor secundario. En una ceremonia muy repartida, Roma y Alfonso Cuarón casi dinamitan la historia de los Oscar. Hasta tres veces subió el director mexicano al escenario para recoger los premios de mejor película de habla no inglesa, mejor dirección y mejor dirección de fotografía.
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Hay dos formas de intrerpretar el resultado. O bien ha funcionado el voto anti-Netflix y Hollywood no ha querido coronar la autoría de Roma, o bien la Academia ha preferido dar continuidad a su principal narrativa del último lustro tras el escándalo del #oscarsowhite: la defensa de la diversidad racial que tan bien representa la película de Peter Farrelly. "Hemos hecho esta cinta utilizando el cariño, el amor, el respeto", ha resumido su director, que ha destacado que "sin Viggo Mortensen, está película no existiría".
Cuarón, que ya logró Oscar a mejor director por Gravity, sí ha dado continuidad a la increíble racha de Oscar para cineastas mexicanos en esta década, tras los dos de González Iñárritu (Birdman y El renacido) y el de Guillermo del Toro el año pasado (La forma del agua). La Academia eligió a Javier Bardem, encargado de entregar el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, para subrayar el mensaje en español: "No hay fronteras ni muros que frenen el ingenio y el talento".
El misterio de la gala sin presentadores se resolvió pronto: entrega de premios a toda pastilla en una ceremonia conservadora y de perfil bajo que apenas ha durado tres hores y veinte minutos. El número musical de Queen inauguró un espectáculo que ha fiado el humor (más bien escaso) a sus presentadores (genial Melissa Mccarthy disfrazada de la reina de La favorita). El ritmo, sin duda, se aceleró respecto a otras ediciones, pero la austeridad ha limado algo de emoción.
Olivia Colman y Rami Malek, dos 'reinas' para dos Oscar
Olivia Colman ha salvado el honor de las 10 nominaciones de La favorita con el merecido premio a Mejor actriz. La británica ha realizado un emocionado discurso típicamente estadounidense: "A las niñas que me estén viendo, nunca se sabe: trabajé de limpiadora y me encantaba ese trabajo y me imaginaba que ganaba premios y daba discursos". Colman también se ha acordado de su rival Glenn Close, de vacío otra vez en su octava nominación: "Eres uno de mis ídolos".
Sin sorpresas en la categoría de mejor actor: Rami Malek resucitó a Freddy Mercury en Bohemian Rhapsody y ha encadenado todos los premios posibles. "Gracias Queen por permitirme ser una parte, aunque sea minúscula, de vuestro fenomenal legado", ha agradecido el actor. "Soy emigrante de egipcios que vinieron a Estados Unidos y parte de mi historia ha sido escrita también en esta película". Bohemian Rhapsody ha sido la película más premiada con cuatro Oscar, sumando los de Edición de sonido, Montaje de sonido y Montaje.
Spike Lee enciende la gala con su recuerdo de la esclavitud
Ataviado de Prince, Spike Lee encendió la gala pidiendo la salida de Trump de la Casa Blanca. Lee, ganador del Oscar a mejor guion por Infiltrado en el KKKlan(su segundo tras el Oscar honorífico de 2016), ha recordado sus antepasados esclavos. "Los cimientos de EE.UU. son el genocidio de nativos y la esclavitud. El trabajo duro lo hicieron afroamericanos, esclavos que construyeron esta nación. Vamos a movilizarnos para estar del lado correcto de la historia", ha clamado desde el escenario.
Los actores afroamericanos triunfaron en los premios de reparto. Mahershala Ali (Green book) igualó á Denzel Washington como el único actor afroamericano con dos estatuillas, mientras que Regina King logró el Oscar a la mejor secundaria por su desgarrador papel de una madre de familia de los 70 en El blues de Beale Street, conjugando el pequeño menosprecio que las nominaciones hicieron a la nueva película del director de Moonlight, Barry Jenkins.
Además, el rugido de Marvel por la igualdad racial, Black Panther acaparó la primera parte de la gala con los Oscar de Mejor diseño de vestuario, Mejor diseño de producción y Mejor banda sonora. Hannah Beachle, la primera afroamericana en ganar este último galardón, resumió el espíritu de la cinta: "Me siento empoderada".
Algo de pedrea al menos rascaron Ha nacido una estrella (Mejor canción para Lady Gaga), y El vicio del poder, (Mejor maquillaje y peluquería). La vertiginosa gala, despojada de monólogos humorísticos y de vídeos, solo deja una incógnita: ¿se habrá detenido la caída libre en audiencia televisiva de los últimos años?