Donald Trump y Kim Jong-un, una segunda cumbre para pasar de los gestos a los compromisos
- EE.UU. intenta avanzar en la desnuclearización mientras Corea del Norte trata de aligerar sus sanciones internacionales
- Sobre la mesa, un posible acuerdo de paz con sus vecinos del sur que mira de reojo el modelo de Vietnam
El tren blindado de Kim Jong-un y el Air Force One de Donald Trump ya están en Hanói, donde todo está preparado para una nueva cumbre entre Corea del Norte y Corea del NorteEstados Unidos, la segunda en ocho meses, en la que se busca concretar acuerdos para avanzar en la paz y la desnuclearización.
Si el primer e histórico encuentro entre los líderes fue el de los símbolos y los gestos, esta segunda reunión debería ser la de los compromisos. El objetivo oficial de Estados Unidos en Vietnam es avanzar en la desnuclearización pactada en Singapur de la que, previsiblemente, Kim intentará obtener la rebaja o eliminación de las sanciones que pesan sobre su país.
No obstante, en las últimas horas, medios estadounidenses han apuntado a la posibilidad de que Trump centre sus esfuerzos en intentar salir de la capital vietnamita con un acuerdo de paz entre las dos Coreas, oficialmente en guerra desde 1950 y sin ataques tras un armisticio firmado en 1953, que pueda impulsar su proyección mediática tras su nominación formal al Nobel de la Paz.
Esto, unido al simbolismo de la elección de Vietnam como país anfitrión como ventana para mostrar al régimen comunista las posibilidades de abrazar el capitalismo, podrían desviar la atención de un debate nuclear que a Pyongyang no le entusiasma abordar. Además, tampoco parece que vayan a entrar en la agenda asuntos como la apertura comercial o los derechos humanos.
Una hoja de ruta para la desnuclearización
“El mundo verá un cambio importante”, aseguró Kim el pasado junio durante la presentación del acuerdo para la desnuclearización de Corea que, entonces, Trump calificó como “importante y completo”. Sin embargo, tras esta primera declaración de intenciones, pocos han sido los pasos en el avance de un plan tan ambicioso y, a día de hoy, sigue sin existir un listado del armamento nuclear en cuestión y tampoco se ha definido si la desnuclearización será un proceso para abandonar el uso y fabricación de armamento nuclear o, simplemente, un desarme.
Pocos días después de la cumbre de Singapur, EE.UU. decidió aplazar “indefinidamente” sus ejercicios militares con Seúl para tratar de favorecer el diálogo mientras que imágenes por satélite mostraron cómo Corea del Norte comenzaba el desmantelamiento de una de sus bases de prueba de misiles.
Sin embargo, el intento de definir una hoja de ruta para la desnuclearización parece encallado después de varias visitas del secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo a Pyongyang en las que el régimen norcoreano llegó a calificar como “lamentable” la actitud del Washington en la negociación.
Mientras tanto, Trump no deja de insistir en el buen estado de las relaciones con Kim, quien volvió a lanzar el guante a EE.UU. en septiembre. Durante una cumbre con su homólogo surcoreano, el líder de Corea del Norte aseguró que podría desmantelar “permanentemente” el centro donde fabrica su combustible atómico si Washington llevase a cabo “medidas correspondientes”.
Así las cosas, lo primero que Trump intentará lograr, según ha informado la Casa Blanca, es la inevitable redacción de una hoja de ruta sobre la desnuclearización o, al menos, fijar hitos concretos que el régimen comunista hará pasar inevitablemente por una reducción de la presión de las sanciones económicas impuestas sobre el país.
Posible acuerdo de paz
Sin embargo, todo apunta a que Donald Trump no descarta la opción de plantear a Kim un acuerdo de paz con sus vecinos del sur que le sirva como una nueva oportunidad de reivindicarse como un actor destacado en el escenario mundial.
“Trump está deseoso de declarar un fin a la guerra coreana para impulsar tanto su campaña de reelección (en 2020) como un premio Nobel de la paz”, explican los miembros de la consultora Eurasia Group Scott Seaman y Todd Mariano en declaraciones recogidas por la agencia EFE en las que consideran que dicho acuerdo no sería un tratado vinculante, pero generaría una evidente atención mediática.
Además, el documento también sería conveniente para Corea del Norte, que, según los consultores, podría “fortalecer el argumento de que las sanciones en su contra son inapropiadas y deben eliminarse”.
Por contra, para el exfuncionario estadounidense especializado en la península de Corea Mintaro Oba, la declaración de paz sería “un gesto simbólico” que “no obliga a EE.UU. ha hacer otras concesiones más dañinas”. Entre ellas, Pyongyang podría reclamar la retirada de parte de los 28.500 soldados estadounidenses desplegados en Corea del Sur, aunque fuentes oficiales de Washington descartaron cualquier negociación sobre el tema el pasado jueves.
"Teniendo en cuenta la agenda que ha anunciado la Casa Blanca y la agenda de la que tenemos conocimiento, se espera que el presidente Trump y el líder Kim traten temas en detalle durante sus encuentros cara a cara", ha explicado en un comunicado el portavoz del Ejecutivo surcoreano Kim Eui-kyeom en el que ha vuelto a insistir en la posibilidad de un acuerdo de paz.
"No conozco los detalles sobre la forma exacta que podría tener, pero existe la posibilidad de que alcancen un acuerdo (de paz) y espero que lo hagan", ha afirmado Kim.
El modelo de Vietnam
Ante este escenario, la prensa estadounidense también ha apuntado a que Trump podría plantear a Kim seguir el modelo de Vietnam, país donde se celebra la cumbre y cuya elección no habría sido casual.
De ser un enemigo de guerra, Vietnam ha pasado a ser un aliado comercial de Estados Unidos y la economía que más rápido crece del mundo. Y todo esto comenzó en 1986, cuando el aún gobernante Partido Comunista de Vietnam decidió aplicar una serie de reformas de “renovación” hacia el libre mercado. Así, se permitió la propiedad privada en el campo y las empresas o la apertura a la inversión extranjera que trajeron consigo crecimiento industrial y un aumento de las exportaciones.
De este modo, Trump podría ofrecer a Corea del Norte un acuerdo de armas nucleares a cambio de avanzar hacia la apertura económica -e incluso la reunificación- siguiendo los pasos de Vietnam. Sin embargo, la formación occidental de Kim, que conoce el funcionamiento del mundo capitalista, y precedentes como las caídas de Gaddafi en Libia o Saddam Hussein en Irak parecen provocar el rechazo de líder comunista hacia esta vía.
Así será la agenda de Kim y Trump en Hanói
- La segunda cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, comenzará a última hora de este miércoles cuando Trump y Kim "se saludarán brevemente a solas", según ha explicao la portavoz de la Casa Blanca Sarah Sanders.
- Después, tendrá lugar una cena de trabajo a la que está previsto que asistan, por la parte estadounidense, el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el jefe de gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney; mientras que Kim estará acompañado por otros dos funcionarios norcoreanos, entre los que se rumorea que estará el responsable de la inteligencia del país, Kim Yong-chol.
- Se espera que el grueso de las reuniones de la cumbre tengan lugar el jueves, aunque todavía se desconocen los detalles de la agenda de esa jornada.
- Tanto Trump como Kim tienen previstas reuniones con el presidente de Vietnam y secretario general del Partido Comunista en el poder, Nguyen Phu Trong.