El presidente Macky Sall, reelegido en las elecciones en Senegal
- El presidente gobernará un segundo mandato al ganar con el 58,27% de los votos, según los resultados provisionales
- La oposición reclama una segunda vuelta de los comicios ante las "irregularidades" de la votación
El presidente de Senegal, Macky Sall, ha sido reelegido para un nuevo mandato tras ganar las elecciones presidenciales del pasado domingo con el 58,27% de los votos, según los resultados provisionales anunciados por la Comisión Nacional del Censo de Votos (CNRV).
Sall ha logrado a sus 56 años un segundo mandato de cinco años al imponerse a sus dos rivales más importantes a pesar de las críticas de activistas de Derechos Humanos que lo acusan de tratar de apartarlos. El ex primer ministro Idrissa Seck y el diputado y aspirante "antisistema", Osmane Sonko, que han obtenido, respectivamente, el 20,5% y el 15,67% de los votos.
La oposición reclama una segunda vuelta
No obstante, los candidatos opositores han denunciado "irregularidades" durante el proceso y han criticado desde el domingo las proyecciones antes de los resultados oficiales, ya que aseguran que sería necesario una segunda vuelta. Ni Seck ni Sonko se han pronunciado todavía sobre los resultados provisionales, pero tienen 72 horas para presentar un recurso ante la CNRV.
Más del 66% de los 6,7 millones de senegaleses inscritos participaron en las elecciones de un país considerado como una de las democracias más estables del África occidental con pacíficas transiciones de poder desde 1960.
La continuación del Plan de Senegal Emergente
La mejora de la economía del país -creció más de un 6% durante su primer mandato-, y los intentos por modernizar la nación han contribuido a su victoria.
De hecho, de confirmarse su victoria, Sall continuará con la implementación de su Plan de Senegal Emergente lanzado en 2014 para impulsar al país. Durante la primera fase, su Gobierno ha construido la nueva ciudad de Diamniadio, a 32 km de Dakar, un nuevo aeropuerto internacional y un tren regional.
Pero el reto del presidente será apaciguar las relaciones con la oposición, que denunció ante de los comicios la invalidación de las candidaturas del hijo del expresidente Abdoulaye Wade, Karim Wade, y de la alcaldesa depuesta de Dakar, Khalifa Sall.