Millo advirtió a Puigdemont de que el "clima de crispación" hacía prever que podía haber "riesgo" para las personas el 1-O
- El exdelegado del Gobierno en Cataluña revela que Junqueras le trasladó que él no era partidario de ir "tan deprisa"
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El exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo ha explicado durante su declaración como testigo en el juicio del 'procés' que le pidió al expresidente catalán Carles Puigdemont que desconvocara el referéndum del 1-O porque el "clima de crispación" que existía en las calles con situaciones de "acoso", "intimidación", "hostigamiento" y "violencia" hacía prever que ese día "podía haber riesgo, incluso para la integridad física de las personas", pero que la única respuesta que recibió del exdirigente independentista fue que "él tenía muy claro lo que tenía que hacer".
Esta conversación se produjo, según ha relatado Millo, durante la celebración de la Junta de Seguridad el 28 de septiembre de 2017 entre ambos gobiernos y con la presencia del entonces mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero. Una reunión, que en la misma línea que sostuvo este lunes el ex secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto, ha calificado de "esperpéntica" porque a la vez que el Govern les trasladaba que el referéndum se iba a celebrar tenían que abordar cómo los mossos supuestamente lo iban a impedir.
"Eso en mi pueblo se llama sorber y soplar al mismo tiempo", ha añadido Millo, que como el ex alto cargo de Interior ha resaltado que en este encuentro apreciaron una "alineación política" entre el exmayor de los Mossos y la Generalitat. El testigo ha añadido que es "evidente" que la policía autonómica finalmente no cumplió con el mandato judicial de impedir el referéndum al imponerse, en su opinión, "la línea política por encima de la profesional".
Episodios de "acoso, hostigamiento y violencia"
Millo ha declarado que, desde la aprobación en el Parlament de las llamadas ley de desconexión el 6 y 7 de septiembre de ese año hasta la aplicación del artículo 155 ya en noviembre, se produjo en Cataluña un "clima de conflictividad" que fue aumentando hasta desembocar en "episodios de acoso, hostigamiento y violencia" para tratar de impedir, ha sostenido, las actuaciones de las comisiones judiciales -como en la concentración frente a la Consellería de Economía- o con actuaciones en contra de los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil desplazados a Cataluña.
El testigo ha explicado que ante estas acciones contra las actuaciones de la policía judicial se pedía apoyo a los mossos pero que esta ayuda no llegaba cómo debía, en su opinión, o llegaba incluso con varias horas de retraso, como el día del registro de Unipost.
"Era el escenario que estábamos viviendo. No pasaba ni un solo día sin que percibieras la inquietud y preocupación por lo que estaba pasando", ha señalado Millo, que ha hablado de "decenas, decenas, decenas" de actos de "acoso, hostigamientos, cercos a casas cuartel, etc". Entre estas actuaciones el exdelegado del Gobierno ha mencionado una pintada que apareció en Girona con la frase "Millo muerte" que limpió su propia hija.
El exdelegado del Gobierno en Cataluña ha sostenido que estas acciones tenían "poco" de espontáneas y ha apuntado directamente a los CDR, los Comités de Defensa del Referéndum, que luego pasaron a autodenominarse Comités de Defensa de la República, con "una estructura y organización" por detrás. Millo ha descrito una "capacidad de movilización extraordinaria" para convocar este tipo de actuaciones -no siempre violencias, ha puntualizado- a través de las redes sociales y los grupos de Whatsapp. En su declaración ha señalado que "se aprecia que hay una relación" con la ANC y Òmnium pero que no puede, ni le compete a él, demostrar si esa relación es "jerárquica".
Acciones "violentas" el 1-O y la "trampa del Fairy"
Enric Millo ha sostenido que estas acciones violentas se reprodujeron también el mismo 1-O con "murallas de personas dispuestas a enfrentarse y oponerse en algunos casos violentamente" a los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, cuya actuación ha defendido. "Los cuerpos actuaron de acuerdo con la ley, cumpliendo con su obligación, con profesionalidad y con proporcionalidad" (...) Cuando los antidisturbios actúan nunca generan imágenes agradables, nunca, en ningún lugar del mundo", ha destacado según recoge Efe.
El ex delegado el Gobierno en Cataluña, que ha incidido en que algunas de las imágenes y relatos de heridos ese día resultaron no ser ciertas, sí ha descrito lo que ha calificado de "relatos estremecedores" de los agentes lesionados el día 1 de octubre con "dedos rotos, alguna fractura de pierna y un chaleco antibalas rajado" con un objeto punzante porque "eso con una uña no se puede hacer". También ha explicado la "utilización de artes marciales para golpear en la nuca" y que uno de los agentes le comentó que había caído en la llamada "trampa de Fairy", que consiste en verter detergente para que resbalara al entrar en el colegio para luego patearle en la cabeza.
La descripción de la "trampa del Fairy" ha provocado los murmullos en la sala, lo que ha obligado al presidente del tribunal, Manuel Marchena, a intervenir para pedir que los presentes eviten las muestras de aprobación o desaprobación ya que la declaración de un testigo puede o no gustar, pero que deben evitarse "los murmullos y las sonrisas irónicas".
Millo, no obstante, ha incidido que ese día también había muchos ciudadanos pacíficos que acudieron a votar de buena fe "engañados" en su opinión por el Govern y a las que pidió perdón en su día por lo ocurrido ese día, aunque ha insistido en que el único responsable -también de las cargas policiales- fue Puigdemont por no desconvocar el referéndum.
En este sentido, ha acusado a los líderes independentistas de "crear una ficción de una doble legalidad paralela vigente" con la aprobación de las leyes de desconexión en el Parlament con el objetivo de hacer creer a la población que había dos legitimidades enfrentadas en todo ese proceso.
Millo intentó "persuadir" a Puigdemont de que no convocara el 1-O
Al principio de su declaración y a preguntas de la Fiscalía, Millo ha descrito los intentos que hizo para intentar "persuadir" a Carles Puigdemont de que abandonara a su juicio la idea "suicida" de convocar el referéndum. El último encuentro fue el mismo 6 de junio de 2017, apenas unos días antes de que anunciara la pregunta y la fecha.
En esta conversación y siempre según la versión de Millo, Puigdemont le trasladó que no podía "dar marcha atrás" y que iba a convocar ya la consulta. El testigo ha añadido que el expresidente catalán le dijo entonces "yo voy a convocar el referéndum y luego seguimos hablando", a lo que él le contestó que si daba el paso eso ya no sería posible.
Enric Millo también ha revelado en su declaración que tuvo encuentros con el exvicepresidente Oriol Junqueras, que le trasladó que el era partidario del referéndum pero no de ir "tan deprisa" pero que él tenía un compromiso con el resto del Gobierno. Junqueras subrayó, según el testigo, que él era independentista desde siempre y que no tenía que "demostrarlo" como otros miembros de la Generalitat.
El ex delegado del Gobierno en Cataluña también ha relatado que se quedó "estupefacto" cuando mantuvo un primer encuentro con el exconseller de Interior Joaquim Forn, tras su nombramiento en julio de 2017, el exmiembro del Govern afirmó que el 1-O habría un referéndum y que ellos garantizarían que la "jornada electoral" se desarrollaría con "total normalidad". Millo asegura que le respondió que ese día no iba a haber ninguna jornada electoral salvo que se convocaran elecciones autonómicas u otro tipo de comicios legales.
Puigserver relata las discrepancias de la Junta de Seguridad
El secretario general técnico del Ministerio del Interior, Juan Antonio Puigserver, que se hizo cargo del departamento de Interior de la Generalitat tras el 155, ha sido preguntado en el juicio del 'procés' por la reunión de la Junta de Seguridad que mantuvieron el Gobierno Central y el Govern el 28 de septiembre de 2017, convocada por el expresidente catalán, Carles Puigdemont, de cara a la coordinación de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado por la celebración del referéndum del 1 de octubre.
En dicha reunión, Puigserver ha explicado que ambas partes estaban conformes con el cumplimiento del auto de un día anterior del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), con la diferencia en que los representantes del Ejecutivo central interpretaban como prioridad de dicho auto el impedimento del referéndum, mientras que los de la Generalitat insistieron en la importancia de "preservar la convivencia ciudadana".
Puigserver ha asegurado que el Ejecutivo solicitó en dicha reunión a la Generalitat desconvocar a los manifestantes y cerrar los colegios donde se producirían las votaciones. Sin embargo, no obtuvo, ha dicho, respuesta afirmativa ni negativa.
Por último, este funcionario ha sido preguntado por el tiempo en el que estuvo a cargo del departamento de Interior tras la aplicación del 155 en Cataluña, tras lo que ha afirmado que la relación que tuvieron los mandos de los mossos con él fue "leal y profesional". / ROCÍO GIL