Guaidó moviliza a los sindicatos para elevar la presión contra Maduro: "Apenas estamos empezando"
- El presidente de la Asamblea Nacional se ha reunido con representantes de gremios en Caracas un día después de su vuelta
- Nicolás Maduro contraprograma a la oposición con una manifestación contra "el imperialismo" el sábado
El presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, ha intensificado la presión contra el Gobierno de Maduro en su segundo día en Venezuela. Guaidó ha pactado con los sindicatos de trabajadores públicos un paro escalonado en la administración y ha asegurado que la "movida social ahora es que va a la calle".
Por su parte, Maduro, que guardó silencio el lunes, ha vuelto a contraprogramar a la oposición al convocar una manifestación "contra el imperialismo" para el próximo sábado, que coincidirá con una nueva marcha opositora. "Derrotaremos a la loca minoría, estad completamente seguros", ha dicho durante un acto por el 6º aniversario de la muerte de su predecesor, Hugo Chávez.
“El régimen creería que se va a desinflar el movimiento“
Tras la reunión con representantes de compañías eléctricas, telefónicas y petrolíferas afines a Maduro, el líder opositor ha rechazado en una entrevista con TVE que su movimiento esté perdiendo fuerza: "El régimen creería que se va a desinflar el movimiento, pero apenas estamos empezando la presión", ha asegurado.
Guaidó ha afirmado que su objetivo ahora es "construir las capacidades para no seguir colaborando con la dictadura, para que los empleados públicos no se vean obligados a cooperar nunca más ni ser obligados a nada", aunque no ha dado fecha para los paros. Además, el opositor ha anunciado que el Parlamento se reunirá con las grandes centrales de trabajadores -agrupan a 600 sindicatos- el miércoles para coordinar acciones futuras contra "las amenazas y la persecución".
"Victoria moral para el pueblo"
Juan Guaidó reapareció el lunes en una multitudionaria manifestación en Caracas tras acceder al país por el aeropuerto de Maiquetía, donde no encontró ningún problema ni control por parte de los funcionarios.
Con su presencia en Venezuela, el opositor se expone a ser detenido por burlar la prohibición de abandonar el país impuesta por el Tribunal Supremo, pero no ha habido ninguna acción contra él por el momento. Es más, el opositor ha advertido de que seguriá saliendo del país. No obstante, Guaidó, preguntado si se siente espiado en TVE, ha lamentado que hacer política en el país "tiene un riesgo muy alto, lo puedes pagar con tu vida, tu libertad, el destierro".
“Ante las amenazas, de frente, dando la cara y atendiendo nuestras funciones“
De hecho, el opositor ha reconocido que, aunque fracasó su intento de llevar ayuda humanitaria al país, la marcha del lunes con la que le recibieron sus partidarios fue un "día de victoria moral para el pueblo de Venezuela", porque fue una afronta al régimen, pero "conscientes de la crisis y de los riesgos". Guaidó ha vuelto de Latinoamericana fortalecido y ha advertido en TVE de que no piensa dar un paso atrás: "Ante las amenazas, lo que hemos venido haciendo: de frente, dando la cara y atendiendo nuestras funciones".
Responsabilizaría a Maduro de una intervención militar
Guaidó ha reconocido que "a nadie le gustaría" que la solución para Venezuela pase por una intervención militar, pero ha insistido en que cuando dijo que todas las opciones estaban en la mesa fue porque "existe el riesgo latente" de que se dé esta opción. "Ha sido el régimen [de Nicolás Maduro] el que pone hoy costo de salida a esa transición que estamos pidiendo", ha respondido al ser preguntado sobre sus palabras, respaldadas por Washington que ha advertido en los últimos días de que si se arriesga su seguridad, "hay una respuesta preparada".
El jefe del Parlamento ha vuelto a interpelar a los militares, a quienes ha pedido su apoyo, "no para un golpe de estado, no para la insurrección, sino para que se pongan del lado de la Constitución". En su opinión, la única opción que le queda al Gobierno de Maduro, que continúa en el poder más de un mes después de su autoproclamación como "presidente interino", es "el uso indiscriminado de la fuerza".