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Paris Fashion Week

Louis Vuitton inventa el vanguardismo vintage y arrasa.

  • Nicolas Ghesquière firma un potente equilibrio entre pasado y presente
  • Posee una fuerte carga estética que hace guiños a la década de los ochenta

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Desfile de Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton.
Desfile de Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton.

Trasladar la estética futurista del Centre Pompidou al corazón del Louvre es la forma que Nicolas Ghesquière, director creativo de Louis Vuitton, ha elegido para plasmar un choque estético entre el pasado y el presente que se traduce en una colección de contrastes que, gracias al talento y la audacia del diseñador, mantienen un equilibrio perfecto en cuanto a las proporciones y el color. Ghesquiére consigue así que modernidad y tradición mantengan un idilio natural y que un concepto no se entienda sin el otro: lograr unir referencias a diferentes expresiones artísticas de la cultura francesa con el excelencia y el savoir faire de la casa.

Vuitton apuesta fuerte por mezclar vanguardismo y tradición. AFP

Gracias a esos guiños a la estética arty, la colección ofrece interesantes y novedosos flashbacks a la década de los 80 que apreciamos en los contrastes de colores y estampados discordantes y en las siluetas contundentes que se logran con el empoderamiento de los hombros. Cuadros, flores, rayas, motivos abstractos y pieles de animales decoran una paleta de tejidos muy rica en matices, y en la paleta de colores destacan las combinaciones ochenteras de rojo, amarillo, verde, azul ( los colores que decoran la estructura exterior del Pompidou) con el negro.

Las referencias a los 80 marcan la propuesta de Vuitton. AFP

Cada prenda es una bella composición artística y cada look es una declaración de intenciones: la moda no es ropa, la moda es cultura y, en algunos casos, es arte. Arte actual, pegado a los gustos de la calle. Arte urbano, pegado a los nuevos hábitos de la sociedad. Ghesquière, una de las agujas más influyentes de la actualidad, firma una sutil y certera defensa de la androginia que, de nuevo, nos traslada a esos armarios de los ochenta como los que podrían tener iconos de la música como Annie Lennox o Grace Jones.

Vestido lencero de Louis Vuitton. AFP

Para ella parecen hechas las cazadoras masculinas de botones dorados que se llevan con camisas de chorreras y corbatas de cuero negro, a juego con las faldas de tubo. A la vez vemos vestidos de aire lencero y blusas de cuello pierrot, piezas de una rotunda feminidad que contrastan con las 'chupas' moteras, los cinturones de hebillas metálicas y los guiños suaves al punk, a veces con delicadas aplicaciones de plata sobre suaves algodones de seda que parecen denim.

Vuitton hace notables guiños a la estética 'arty'. AFP

Parece que el modisto se ha divertido sacando su lado más rebelde. Se nota en los patrones asimétricos, en los bolsillos parche hechos en cuero que llevan los vestidos y en las cazadoras, prenda que desarrolla en diferentes versiones. Todas igual de apetecibles. Igual que los monos y los conjuntos de dos piezas en azul que llevan ribetes en blanco, o los jerséis finos con cuello triangular, otro guiño a esos años que tantas veces se han revisitado aunque a veces han sido despreciados.

Vuitton juega a contrastar colores y estampados. AFP

La ovación ha sido enorme y desde las primeras filas han aplaudido actrices como Emma Stone (que llevó uno de sus diseños a la gala de los Oscar), Jennifer Connolly o Léa Seydoux y modelos como Karlie Kloss, que desfiló días antes para la firma Off-White. Con Vuitton termina el calendario de la semana de la moda de París y con París termina la temporada de desfiles que arrancó en enero de 2019.