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África sienta las bases para un mercado común continental y la libre circulación de 1.200 millones de personas

  • En julio podría hacerse realidad en África la Zona de Libre Comercio Continental, AfCFTA en sus siglas inglesas
  • Eritrea, Benín y Nigeria son los únicos que faltan por adherirse a un acuerdo ya ratificado en 18 de los 55 parlamentos africanos

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Aspecto del mercado popular en la localidad de Port Harcourt, al sur de Nigeria.
"Si esto sirve para terminar de descolonizar económicamente al continente, será bueno¿, comenta el redactor jefe de 'Mundo Negro'.

Bastará un pasaporte para circular libremente por los 55 países del continente. Las mercancías también podrán ir de un estado africano a otro sin necesidad de rendir cuentas en la frontera. África, como Europa, no es un país, pero podría funcionar de un modo similar. El mercado común africano está cada día más cerca.

Durante la última reunión de la Unión Africana (UA) celebrada en Adís Abeba (Etiopía) el pasado 13 de febrero, el comisario para el comercio, Albert Muchanga, afirmó que "de los 55 países de la Unión Africana, 52 ya han firmado el acuerdo o se han comprometido a hacerlo".

No bastaría con la adhesión. Después, cada uno de los parlamentos estatales tiene que ratificar la voluntad de formar parte de este nuevo ente supranacional. Hasta ahora 18 estados ya lo han aprobado. "Falta que tres países lo ratifiquen con el fin de sumar las 21 aprobaciones necesarias para su entrada en vigor, un paso que podría darse próximamente", ha declarado Muchanga.

"La UA espera lanzar las operaciones de libre cambio continental en el mes de julio próximo", explica a RTVE.es José María Mella, catedrático de Economía en la Universidad Autónoma de Madrid y coordinador de la Red de Universidades Europeas y Africanas de la Unión Europea (AMENET). "Los trámites van avanzando en esa dirección: en próximas fechas podría haber 21 estados africanos, que es el número de estados prefijado para que el acuerdo entre en vigor", puntualiza Mella, experto en economía africana y asesor de la Fundación Sur.

AfCFTA, el mercado común africano

El Área de Libre Comercio Continental Africana, AfCFTA por sus siglas en inglés, nació en Kigali (Ruanda) el 21 de marzo de 2018. En un principio se adhirieron 40 países. Hoy son 52 de los 55 estados africanos los que han firmado su adhesión. Únicamente faltan por sumarse Benín, Eritrea y Nigeria. Sin embargo, para que sea efectivo, se requiere la aprobación en los parlamentos nacionales.

"Habrá que ver cómo progresa", advierte Eduardo Bidaurratzaga, profesor de Económicas en la Universidad del País Vasco (UPV) y conocedor de los flujos económicos en el continente africano. "Una cosa es que en una cumbre digan que lo van a hacer, y otra cosa es que se haga y cómo se haga", apunta con escepticismo Bidaurratzaga. "Faltan muchos por ratificar y, cuando se ratifiquen habrá que ver en qué términos", comenta vía telefónica.

Un grupo de hombres comentan los periódicos del día en una calle de Nigeria.

"África pretende tener la zona de libre comercio más grande del mundo para 2030", se puede leer en el prestigioso diario 'Le Monde Afrique'. AFP

Descolonización económica y pasaporte único en 2020

En su último número, la publicación especializada en información africana, Mundo Negro, recoge en su revista de prensa un pequeño artículo publicado por el prestigioso 'Le Monde Afrique' en el que se lee que "África pretende tener la zona de libre comercio más grande del mundo para 2030. Una vez implementado, podría incluir hasta 55 países con un PIB cercano a los 3.000 millones de euros. En este tiempo, África haría lo que otros continentes tardarían décadas en hacer posible".

“Habrá que ver cómo evoluciona", comenta cauteloso Javier Fariñas, redactor jefe de Mundo Negro. "Si esto sirve para terminar de descolonizar económicamente al continente, que es uno de los grandes retos, será bueno”, afirma el periodista.

En paralelo, la UA ha abierto, además, el proceso de firma del tratado para la libre circulación de personas. "Supondría, por ejemplo, un único pasaporte africano para el 2020, o el reconocimiento de títulos académicos, entre otros", escribe Ainhoa Marín, del Real Instituto Elcano, en un artículo titulado: "AfCTA: África no es un país, pero podría podría ser un mercado único".

Crecimiento económico interior

Cabría hablar de dos escenarios: uno optimista y otro pesimista. El optimista implica que se lleve efectivamente adelante el proyecto de integración. "Esto significa que se impulse la creación de mercados regionales; que se desarrollen los proyectos de infraestructuras de transporte y que se adopten reglas comunes", explica Mella.

Por su parte, la keniana Meggie Mwoka hace una proyección económica que publica el Insitituto de Salud Global de Barcelona, ISGlobal.  Según Mwoka "se espera que el AfCFTA aumente el comercio intra-africano desde el actual 15% hasta un 52% en el año 2022. A través de dicho acuerdo, la región sienta las bases para lograr un aumento de las infraestructuras y del crecimiento tecnológico e industrial".

"En el contexto africano este objetivo es esencial", explica la investigadora y experta en África, del Real Instituto Elcano, Ainhoa Marín, porque "en muchas ocasiones, a las empresas africanas les resulta mucho más barato exportar al mercado europeo que a otros países africanos", pone como ejemplo la investigadora.

Una niña senegalesa pasa junto a piraguas de pesca en el pueblo de Ngor, de 400 años, en el extremo más occidental de África, Dakar, Senegal

Una niña senegalesa pasa junto a piraguas de pesca en el pueblo de Ngor, de 400 años, en el extremo más occidental de África, Dakar, Senegal. EFE

Inestabilidad política e inseguridad jurídica

El segundo escenario es menos optimista. "Podría suceder que la estabilidad política y la seguridad jurídica no progresen debidamente", explica Mella, coincidiendo con las teorías más escépticas del economista de la UPV, Eduardo Bidaurratzaga.

Cuando Denis Mukwege recibió el Nobel de la Paz, recordó que los países africanos se encuentran entre los más ricos del mundo pero están habitados por los más pobres.

Con la simple exportación de sus materias primas, África pierde todas las posibilidades de crear riqueza y, por lo tanto, empleo, aunque esto está cambiando. Más que las exportaciones, el crecimiento económico del continente ya está impulsado por el consumo de su creciente clase media. El continente se está industrializando y ahora pretende transformar los bienes que exporta.

La conclusión de Bidaurratzaga es, de uno u otro modo, la misma a la que llegan todos los expertos consultados: "No se sabe si será bueno, malo o todo lo contrario. Sería bueno porque reforzaría Afríca con respecto a otros continentes, aunque la apuesta por el libre comercio, por sí mismo, nunca ha sido garantía de nada"