'Manicomio' el retrato de un trastorno mental en primera persona
- Montse Batalla narra su propia experiencia con la ayuda del dibujante Xevidom
- También relatan las terribles consecuencias de un diagnóstico equivocado
Cuando tenía 19 años, Montse Batalla (Ripoll, 1975) empezó a sufrir insomnio, fatiga, bloqueo emocional e incluso miedo. Eran los primeros trastornos de una enfermedad mental con la que lleva luchando desde entonces (20 años) y que ha decidido llevar al cómic con la ayuda de su esposo, el dibujante Xevi Domínguez “Xevidom” (Vic,1972). En una novela gráfica titulada Manicomio (La Cúpula).
“Decidí contar mi historia cuando Xevi y yo fuimos a Set de Cómic, un networking con editores y fue en ese momento cuando nació Manicomio –confiesa Montse-. Creo que este cómic me ha servido para hacer limpieza de aquel tiempo tan desagradable que pasé en el ingreso”.
“El cómic también pretende romper el estigma que rodea a las enfermedades mentales y normalizarlas -continúa-, creo que eso puede ayudar a gente que este en una situación como la mía. A no tener vergüenza ni esconder que se parece este tipo de enfermedad”.
“A la sociedad le falta mucho para aceptar las enfermedades mentales como a una más y los médicos, los hay pésimos pero también muy buenos como he podido comprobar con el doctor Santi Escoté” –concluye Montse-.
La importancia de un buen diagnóstico
Aunque la medicina ha avanzado mucho estos últimos años, las enfermedades mentales son uno de los campos más problemáticos y un diagnóstico correcto es la clave para un tratamiento eficaz. Montse no tuvo suerte y durante un tiempo se estuvo tratando con medicamentos que no hicieron sino empeorar su estado. “Un diagnóstico correcto ahorra sobretodo sufrimiento. El no saber qué tienes, es fatal, genera incertidumbre y miedo” –confiesa la autora-
Montse nos confiesa cuáles fueron los síntomas de su enfermedad (psicosis cicloide clásica) y cómo afectaron a su vida diaria: “Tuve noches larguísimas de insomnio, confusión, perplejidad… hasta que dejé de hablar. Mi vida en ese momento se partió en dos”.
Ese miedo le llevo a pensar que, incluso, podía llegar a hacer cosas terribles. “Eso fue cuando tuve un episodio de fobia de impulsión, un trastorno de ansiedad que te hace creer que te harás daño o dañarás a tus seres queridos”.
En 2009, cuando ya parecía controlar la enfermedad, decidió hacer este cómic, pero tuvo que dejarlo poco después, porque su cerebro le jugó otra mala pasada. A consecuencia del estrés causado por unas oposiciones sufrió una variante del trastorno obsesivo-compulsivo llamada “fobia de impulsión”. Afortunadamente esta vez acertaron con el diagnóstico enseguida.
En cuanto a su estado actual, Montse asegura que: “Me encuentro bien, pero curada no estoy. Tengo psicosis cicloide que son brotes esquizofrénicos que se manifiestan sobre todo por estrés”.
Pero Montse ha seguido adelante gracias a su espíritu de superación y el apoyo de la familia. Por eso Montse le pide a la vida: “Seguir como hasta ahora con mis seres queridos a mi lado. De momento no tengo ninguna idea para hacer otra novela gráfica, esperemos que surja la chispa”.
“Es importante transmitir a estos enfermos que no están solos”
Ese apoyo de los seres queridos ha sido fundamental para que esta historia haya llegado a las librerías, ya que ha sido el esposo de Montse, Xavidom, el encargado de dibujarla.
“Crear este cómic sobretodo ha resultado complicado para Montse -asegura el dibujante-, ya que se trata de una vivencia en primera persona, y aunque han pasado ya muchos años, los recuerdos permanecen muy vivos para ella, que además tiene muy buena memoria”.
“En mi caso –continúa el dibujante-, he tratado de ser el vehículo a través del cual ella pudiese contar su historia. Para mí ha sido una experiencia genial, ya que me ha permitido debutar por fin en primera división, con una primera novela gráfica con chicha, con algo interesante que contar. A ambos nos ha servido de catarsis (más para ella, claro) y para normalizar un tema tabú como el de las enfermedades mentales, contando cosas con las que mucha gente se puede sentir identificada y seguramente aliviada al comprobar que no están solos”.
‘Alguien voló sobre el nido del Cuco’
El libro se basa en la experiencia de Montse, pero destaca la excelente documentación de guionista y dibujante a la hora de hablar sobre las enfermedades mentales. “Nos hemos documentado leyendo mucho sobre el tema, sobretodo en internet, muy importante para mí como dibujante, ya que Google te salva a menudo, con numerosos ejemplos para localizaciones, vestimentas, posturas… Y siempre hemos tenido en mente la famosa película de Milos Forman, Alguien voló sobre el nido del cuco, que nos ha acompañado en espíritu a lo largo de estos años y nos ha servido para enfatizar el aire de denuncia que Montse quería expresar”.
“Lo que más me preocupaba del cómic –continúa el guionista- es que fluyera bien la narración y la historia de Montse se explicara los más fielmente posible a cómo ella quería. Han sido muchos años sin mostrar el cómic a nadie y no sabíamos si sería demasiado espeso, inconexo… para la gente que lo leyera por primera vez. Pero el primer feedback recibido de lectores ha disipado estas dudas agradablemente. Bueno, miento! Natalia y Emilio, los editores de La Cúpula (y al principio, Berenguer y Montse Terrones), han ido revisando el cómic y dándonos valiosos consejos”.
Destacar también su descripción de los ambientes hospitalarios. “Respecto a eso, el escenario de la planta de psiquiatría y demás, he intentado que pase a un segundo plano, poniendo el énfasis en los personajes y en las posibilidades expresivas del blanco y negro, luces y sombras utilizadas con fines narrativos”.
“Dibujar a Montse hubiera sido doloroso para ella”
Aunque la protagonista sea Montse, han querido crear un personaje imaginario para el cómic. “Montse recuerda físicamente a Clara –confiesa Xevidom-, pero la idea era crear un personaje totalmente original porque ella quería coger cierta distancia de los recuerdos, dibujarla a ella tal cual… quizá le hubiese resultado más doloroso. Pero psicológicamente, Clara es Montse, es idéntica”.
En cuanto al estilo del cómic: “Al principio tendía más a la exageración, supongo que por deformación profesional (hace muchos años que hago encargos, caricaturas, dibujo infantil, juvenil… aunque me considero versátil). Pero Montse quería un estilo más realista, con algunos personajes muy parecidos a los originales y otros que no tanto, pero con un tono más naturalista. Costó un poco, pero al final considero que ha salido muy a mi estilo, con un blanco y negro contrastado con el que me siento muy cómodo”.
En cuanto a sus influencias, Xevidom nos confiesa que: “Me ha influido, pero desde siempre, Daniel Clowes, uno de mis ídolos desde que leí Como un guante… por entregas, con grapas, gracias a La Cúpula. También creo que me ha influido gente a la que admiro mucho como Frederik Peters, Bastien Vives, Tardi, Bernet. ..”
Tras este estupendo debut, preguntamos a Xevidom por su futuro en el cómic: “Tengo algunas ideas para novela gráfica, algunas más avanzadas que otras, pero no sé muy bien cúal dará frutos, todo está muy verde aún”.