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Análisis

ERC y PDeCAT miden fuerzas con las listas electorales en la pugna por liderar el soberanismo catalán

  • Puigdemont encabeza la lista de las europeas por JxCat e incluye a los presos Sánchez, Turull y Rull para las generales
  • Junqueras concurrirá por las europeas y las generales; el exconseller Raül Romeva irá como cabeza de lista al Senado

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Junqueras y Puigdemont
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, y el exvicepresidente Oriol Junqueras, en una imagen de archivo.

La inclusión de los políticos presos del 'procés' en las listas de JxCat y ERC para el Congreso y el Senado refleja la pugna de sus líderes, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, por liderar el movimiento soberanista catalán y supone una declaración de intenciones para el futuro gobierno que salga de las elecciones generales del 28 de abril.

Puigdemont, huido de la Justicia española desde el 31 de octubre de 2017, liderará la lista de la coalición JxCAT en las europeas del próximo 26 de mayo y ha situado a sus fieles en la lista para el Congreso en las generales, donde concurrirán los presos Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull y su abogado, Jaume Alonso-Cuevillas.

Junqueras, en prisión preventiva por el ‘procés’ desde noviembre de 2017, concurrirá como cabeza de lista tanto a las generales del 28 de abril como a las europeas -en este caso, bajo las formación 'Alianza Libre Europea'-. El partido sitúa además al exconseller preso Raül Romeva como cabeza de lista para el Senado.

Mientras que PdeCAT intentó sin éxito aunar fuerzas independentistas para las elecciones a través de la Crida Per la República, cerró filas en torno al liderazgo de Puigdemont y centró su proyecto en el independentismo bajo el nombre de JxCat; ERC ha pactado recientemente con Bildu para aunar su proyecto para el Congreso y ha abierto sus listas a los 'comunes', incorporando al hasta ahora líder de EUiA, Joan josep Nuet en su lista al Congreso -movimiento por el que los 'comunes' le han suspendido de militancia-, y tanteando a algunos de sus líderes como Elisenda Alamany.

Puigdemont vs Junqueras

Para la politóloga y directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Paloma Román Marugán, “la estrategia que están siguiendo Puigdemont y Junqueras es de enfrentamiento: van a ir a medirse en el mismo momento, mismo lugar y pensando no solo en la ganancia de votos en las elecciones sino en dirimir quién lidera el soberanismo”.

Un liderazgo en el que está influyendo directamente el juicio a los líderes del ‘procés’ en el Tribunal Supremo y que visibiliza, según Román, que “Junqueras es el que se ha quedado aquí, aguantando en la cárcel. Mientras que a Puigdemont hay quien le ve como un huido, a Junqueras se le ha subido a los altares”.

“Junqueras es para muchos independentistas una víctima convertida en héroe y por eso tiene que encabezar las dos listas (a las generales y a las europeas), para darle más fuerza respecto a Puigdemont”, incide la experta.

La catedrática de Comunicación Política y Sector Público de la UCM María José Canel, considera que “el PdeCAT quiere demostrar con sus listas que el Gobierno válido en Cataluña es el presidido por Puigdemont, que hay que revertir que la Justicia española haya violentado la voluntad popular metiendo en la cárcel en sus políticos, por eso los incluye en sus listas. Pero en ERC buscan más moderación”.

El doctor en Ciencias Políticas Pablo Simón coincide con esta cuestión: “Hasta cierto punto, la estrategia de Junqueras es afear la perspectiva de quien dice siempre que va a volver [por Puigdemont], pero nunca asume sus responsabilidades, en contraste con el ‘Nelson Mandela’ [por Junqueras] que se ha quedado preso en España”.

Puigdemont ha anunciado en varias ocasiones su intención de volver al país. La última de ellas, el pasado martes, cuando dijo que regresaría a España si es elegido eurodiputado porque tendría “inmunidad” en toda la Unión Europea, una afirmación que contrasta con las condiciones del reglamento europeo respecto a las condiciones de la inmunidad parlamentaria y con el hecho de que antes de convertirse en eurodiputado debería jurar en España la Constitución ante la Junta Electoral Central.

Ruptura del soberanismo y búsqueda de votos

Pese a que JxCat y ERC siguen siendo socios de gobierno en Cataluña, la ruptura entre ambos se consolidó el pasado 9 de octubre de 2018, cuando ambas fuerzas fueron incapaces de ponerse de acuerdo sobre la fórmula para delegar el voto de sus diputados en el Parlament procesados por el Supremo. El soberanismo perdió la mayoría en la Cámara y su dificultad para gobernar se ha hecho patente con su incapacidad para sacar adelante los presupuestos autonómicos.

Pero, durante el tiempo que ha durado el 'procés' y hasta ahora, Canel considera que ERC se está imponiendo al PdeCAT gracias en parte a los “desencantados” del partido de Puigdemont, cuya huida “le ha restado credibilidad” y cuyo liderazgo ejercido todavía en Cataluña a través del president Quim Torra y con la imposición de sus listas “puede generar algún rechazo al votante”. Unos hechos que ERC “considera que van a perjudicar al independentismo”, por lo que también decide ir por libre.

Según el politólogo de la Universidad de Barcelona Jesús Palomar, JxCat “va a la desesperada con sus listas”, porque con un sector “tradicional de Convergéncia incómodo” y “sin un posicionamiento claro en el eje de izquierda o de derecha, sólo les queda el ámbito soberanista”. Una cuestión que se refleja, afirma, en el hecho de que Convergéncia, ahora PdeCAT, haya “sacrificado su marca en varias ocasiones por JxSí, JxCat u obsesionándose por la Crida per Catalunya”. Su intención fallida de aunar el soberanismo en una única lista, añade, se debe a que “parece que yendo juntos, PdeCAT fracasa un poco menos”.

Movimientos en ambos partidos

La formación de Puigdemont ha dejado fuera de sus listas para las generales a dirigentes más afines a la antigua Convergéncia (ahora PdeCAT) como Carles Campuzano, quien ha lamentado que Puigdemont haya impuesto sus listas sin que hubiera primarias.

“Los sectores tradicionales de la antigua Convergéncia han abrazado el independentismo, pero son más pragmáticos, más moderados y prefieren impedir un gobierno de PP con Ciudadanos y Vox o incluso uno de PSOE y Cs antes que el bloqueo; pero la nueva dirección de Puigdemont y su vicepresidenta Miriam Nogueras son sectores muy tramontanos y su línea es la del bloqueo”, expone Simón, quien considera que la “verdadera batalla” que busca ganar JxCat está en Cataluña y no a nivel nacional.

Sin embargo, “ERC no se queda sólo en el independentismo, busca ampliar la base tanto ideológica como de Gobierno, busca una propuesta de izquierdas para Cataluña a nivel nacional”, coincide Palomar, haciendo referencia a su acuerdo con Bildu y la apertura de sus listas a los comunes.

En cualquier caso, ERC también cambia nombres en sus listas al Congreso. Su hasta ahora portavoz en el Congreso, Joan Tardá, renuncia a repetir en las listas, en las que sí irá Gabriel Rufián. El politólogo Pablo Simón considera que “Tardá siempre ha ejemplificado la rama izquierda de ERC, mostrándose abierto al diálogo, antifranquista y a favor de la memoria histórica, por eso dio su apoyo al Gobierno socialista, perro ese ala ha quedado algo más orillada”.

Román Marugán añade que, con Rufián, ERC busca mostrar una cara “menos amable para recordar que está ahí y tiene una serie de reivindicaciones”, pero, aún así, considera que aunque Junqueras “represente la parte épica” del partido y aunque busque en el Congreso “mantener un lenguaje más hostil, ERC sabe que la solución está en dialogar y no en bloquear”.

El independentismo llegará así dividido a unas elecciones cuyos resultados se prevén. El último barómetro del CIS (bajaría 1,4 puntos) pero estima que la formación mantendría su ventaja con el PdeCAT, que perdería tres décimas obteniendo el 0,7% de los votos.

El papel de ambos partidos para la próxima legislatura dependerá en todo caso no solo de los votos que alcancen. La situación de los presos que salgan elegidos en las listas así como las nuevas mayorías que se conformen en el Congreso serán las que determinen los futuros movimientos de los partidos soberanistas.