Un grupo de encapuchados trata durante la madrugada de retirar los lazos amarillos de la Generalitat
- Sí que han conseguido retirar el lazo del Ayuntamiento de Barcelona, pero ya ha sido colocado de nuevo
- Quim Torra no los retira porque dice que es un ataque a la libertad de expresión, y Cs y PP lo denunciarán
Un grupo de personas encapuchadas ha intentado este jueves de madrugada retirar los lazos amarillos del Palau de la Generalitat, después de que el presidente catalán, Quim Torra, se negara a cumplir la orden de la Junta Electoral Central (JEC) de retirada de símbolos independentistas de edificios públicos, pero tras un forcejeo con la guardia urbana, no lo ha conseguido.
La JEC había dado un 48 horas a Torra, que terminó este miércoles, para que retirara todos los lazos amarillos y esteladas de los edificios públicos con el fin de cumplir con el deber de neutralidad política de los poderes públicos ante las elecciones generales del 28 de abril.
En cambio, el grupo de encapuchados sí que ha logado quitar el lazo amarillo de la fachada del Ayuntamiento de Barcelona, aunque siete horas después, a primera hora de este jueves, funcionarios municipales lo han vuelto a colocar.
Así, los lazos siguen en la plaza Sant Jaume de Barcelona a pesar de la orden de la JEC, que solo afecta a los edificios dependientes de la Generalitat, no del Ayuntamiento.
Torra denuncia que es censura a la libertad de expresión
Torra ha presentado un escrito en la Junta Electoral Central para protestar que se exija la retirada de los lazos, porque alega que es un ataque a la libertad de expresión y se vulnera la neutralidad.
En un comunicado, también ha defendido que la 'estelada' es ímbolo de un anhelo de libertad y una reivindicación "democrática, legítima, legal y no violenta", y ha criticado que tener que retirarla sería una censura a la libertad de expresión por parte del Estado.
Por su parte, Ciudadanos ya ha anunciado que va a denunciar ante la Junta Electoral Central y los tribunales que no se haya cumplido la orden de retirar los símbolos independentistas de los edificios públicos.
También el PP ha asegurado que va a llevar la situación a la Fiscalía. De prosperar, en la vía penal, Quim Torra podría ser acusado de un delito de desobediencia.