Entre 'purgas' y 'fichajes estrella': listas políticas en tiempos de incertidumbre
- Los partidos cierran sus candidaturas alistando a fieles e independientes para apuntalar sus opciones electorales
- PSOE y PP congregan a leales a Sánchez y Casado mientras apartan a quienes apoyaron a sus rivales en las primarias
El pasado fin de semana ha servido para cerrar las listas y presentar a los candidatos de los principales partidos para las elecciones generales del 28 de abril. Con dos características comunes: por parte del PSOE y el PP, una marcada depuración de las listas para congregar alrededor de Pedro Sánchez y Pablo Casado a sus fieles; y en casi todas las formaciones, la mediática incorporación de fichajes ajenos a la política que vienen desde el mundo del deporte hasta el Ejército, pasando por la empresa.
La designación de los candidatos y la asignación de los puestos en estas son una declaración de intenciones a la vez electoral y política. En primer lugar, porque los puestos superiores equivalen en gran número de casos a tener garantizado el escaño. En segundo, porque muestran que las promesas de integración y de unidad que lanzan los ganadores de las primarias para convertirse en candidatos a la Presidencia del Gobierno -caso de Sánchez y Casado, que han arrinconado a 'susanistas' y 'sorayistas', respectivamente- se quedan en palabras a la hora de la verdad. Quien gana procura hacer un equipo a su medida. Finalmente, hay vencedores y vencidos.
¿Un castigo a la democracia interna?
Que presentarse contra el líder o apoyar a un rival pase factura llegado el momento de confeccionar las listas no dice mucho a favor de la apertura y la democratización de los partidos ni incentiva la participación despreocupada en estos procesos. ¿Qué mensaje se lanza a los afiliados y los votantes?
"Es complicado", afirma Pedro Marfil, profesor en la Universidad Camilo José Cela de Madrid (UCJC), que apunta al equilibrio interno que buscan partidos como PSOE y PP al "formar equipos afines al líder y conseguir tanto disciplina parlamentaria como coordinar el mensaje, con el efecto interno a la hora de movilizar el voto" que tienen tales decisiones.
"El caso de Susana Díaz con Pedro Sánchez va a generar cierta zozobra del PSOE en Andalucía, pero tras el resultado de las autonómicas en diciembre, el votante socialista está muy movilizado y, aunque sea con la pinza en la nariz, votará. En el PP, veremos; es la primera vez que se somete a un proceso interno y no sabemos bien cómo va a funcionar", señala este experto en política y comunicación, para quien, a pesar de la tradicional "disciplina de partido y jerarquía" en el PP, no descarta que se vean "rencillas".
¿Rodearse de fieles es propio de líderes débiles?
Se llame renovación, limpieza o purga, este fenómeno es una constante en la vida interna de los partidos, señala Guillem Rico, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), solo que ahora es "mucho más evidente". "No pasa más ahora, pero con los procesos de apertura aparente de los partidos con primarias se visibiliza más claramente la contradicción".
Para los expertos consultados por RTVE.es serán los resultados los que demuestren que estas estrategias funcionan, pero apuntan a que responden a la tendencia a la "presidencialización" de los partidos y que rodearse de fieles no es indicativo de un liderazgo endeble, sino más bien al contrario.
"Un liderazgo débil no podría hacerlo, aunque quisiera", argumenta Paloma Román, politóloga y directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid. "Es más bien una táctica deliberada de poner prietas las filas en un momento en que hay un pasado en que ha habido una desunión, lo que para un partido es su peor cartel electoral".
¿Por qué la fiebre por los independientes?
En apenas cuatro días, hemos conocido que con toda probabilidad se convertirán en diputados, entre otros, dos periodistas -Cayetana Álvarez de Toledo y Pablo Montesinos, por el PP-; el exvicepresidente de Coca-Cola Marcos de Quinto y el exabogado del Estado Edmundo Bal, destituido por el Gobierno (Ciudadanos).
Los partidos llevan tiempo buscando candidatos fuera de la política, compitiendo incluso por su 'fichaje', en ocasiones provocando fisuras en la unidad interna del partido, como le ha pasado a Ciudadanos en Castilla y León o al PP en Cantabria, que después de sufrir para imponer -o no- a los candidatos de la dirección han de suturar luego las heridas abiertas y las acusaciones de pucherazo con apelaciones a la unidad.
Es una cuestión de virtud para unos y de necesidad para la mayoría, la "necesidad imperiosa de atraer cuadros porque no los tienen", explica Guillem Rico, sobre el caso concreto de Vox. El recurso al "paracaidista" también es la única salida cuando no hay un candidato fuerte 'de la casa', como fue el caso de Pepu Hernández en el PSOE madrileño.
En el partido de Santiago Abascal, cuatro generales retirados han anunciado ya que formarán parte de las listas electorales de Vox, tres de ellos en las elecciones generales de abril, y el cuarto -Fulgencio Coll- como candidato a la Alcaldía de Palma en mayo. De ellos, los generales Agustín Rosety y Alberto Asarta se encuentran entre los firmantes de un manifiesto a favor del dictador Francisco Franco.
El profesor de la UAB considera que esta estrategia "rebaja el perfil partidista de las listas, pero tiene una incidencia limitada en la vida interna del partido". Para Marfil, sin embargo, "lleva a una reflexión sobre los cuadros de los partidos y su capacidad para atraer talento y gente válida", en un contexto en el que los partidos pierden afiliados y, con ello, cantera.
Y también una reflexión sobre "los procesos políticos, que van tan rápido que no da tiempo a preparar a un candidato por la carrera formativa de pasar primero por un ayuntamiento, luego una comunidad autónoma..." antes de saltar a la política nacional, sino que incitan a buscar candidatos ya conocidos a los que después posicionar en campaña.
¿Qué pluralismo llegará al Congreso?
Al margen de las elecciones, las consecuencias de estas estrategias desembocarán en el Congreso y en la política que estos nuevos protagonistas generen día a día. La entrada masiva de diputados novatos o incluso ajenos a la política profesional cambiará -ya lo ha hecho- las formas de hacer política. Sin embargo, no se trata de un debate entre jóvenes y viejos, advierten los profesores Rico y Marfil.
"En estos tiempos de testosterona, de mensajes tan agresivos o chabacanos, se echan de menos las voces que tienen más poso y más pausa, de políticos con más experiencia que han vivido etapas más convulsas", afirma el profesor de la UCJC, citando al socialista Josep Borrell, enviado a Bruselas como cabeza de lista para las elecciones europeas y al 'popular' José Manuel García-Margallo, recientemente retirado.
"Con un Parlamento hiperfragmentado y de nuevo convulso, lo que deben tener los diputados es generosidad política y capacidad de reflexión e ir más allá del eslogan, del tuit", añade.
Y no hay nada predeterminado. La politóloga Paloma Román considera que, pese a todo, la cohesión aparente y la pérdida de pluralismo son un "espejismo", por la contestación interna que se ejerce dentro de los partidos una vez que se pone en marcha el juego político.