The Red Strings Club: cThe Red Strings Club: cócteles metafísicos para una rebelión
- El estudio valenciano Deconstructeam plantea una aventura narrativa sobre el libre albedrío y la felicidad
- Con unas mecánicas sencillas, destaca por sus carismáticos personajes y unos diálogos que introducen dilemas morales
Si te dijeran que puedes eliminar la ira, la depresión y el miedo de tu vida, ¿lo aceptarías o te revolverías contra una sociedad que borra aquello que nos hace humanos? Esa es la premisa de The Red Strings Club, el juego futurista del estudio Deconstructeam que narra la rebelión planificada en una barra de bar por tres personajes: un camarero que negocia con información, un hacker y una androide capaz de modificar la psique de sus clientes creando implantes.
En The Red Strings Club, los tres tratarán de impedir que la megacorporación Supercontinent lance su programa secreto Bienestar Psíquico Social. El BPS es una actualización de los implantes creados por la compañía que promete acabar con las guerras y la infelicidad a cambio de eliminar los impulsos negativos.
El mayor mérito de esta aventura point and click escrita, diseñada y programada por Jordi de Paco es que con unos elementos jugables mínimos te mantiene pegado a la pantalla. La conspiración se va desvelando gracias a unos diálogos adultos, en una trama con giros muy interesantes y que deja debates morales en la mente del jugador tiempo después de haber terminado la historia.
Como en la vida real, nos plantearemos si aquella frase que elegimos era la más adecuada y si realmente nuestras decisiones son las mejores para el futuro. Afortunadamente, aquí hay segundas oportunidades y siempre podemos volver a jugar una experiencia interactiva que se completa en unas pocas horas.
De todos los bares existencialistas del mundo, la androide apareció en el mío
El bar que da nombre al juego es el sitio al que acuden quienes buscan información privilegiada y quieren reparar sus emociones con los cócteles que prepara su camarero. Donovan es una especie de sanador espiritual que sabe interpretar el estado de sus clientes y les prepara bebidas que conectan con su alma. Un don que usará para hacer hablar a los ejecutivos de Supercontinent y obtener información de sus planes.
La preparación de cócteles es una de las tres mecánicas de juego de The Red Strings Club. En la pantalla aparecerán distintos círculos que representan las emociones del cliente y debemos poner encima de ellos otro círculo llamado el Disco del Alma. Para lograrlo, contamos con cuatro licores que harán que el disco se desplace hacia arriba, abajo, izquierda o derecha. Se trata de lograr las proporciones exactas en el vaso en un minijuego que se va complicando pero que no supone un gran desafío.
La androide sintiente Akara protagoniza el segundo minijuego de The Red Strings Club. Su llegada al bar en muy mal estado será el detonante de la historia, ya que desvelará los planes de Supercontinent. El hacker Brandeis accederá a su memoria y descubrirá que su función era crear implantes para satisfacer las ansias de éxito o aceptación social de sus clientes. Como jugadores, debemos fabricar esos implantes en un torno de alfarero siguiendo el patrón que se nos muestra en pantalla. Tenemos tres herramientas para recortar la pieza y la ejecución no es muy complicada una vez que dominamos la técnica.
Brandeis es el personaje que ejecutará el plan en su fase final. Con un dispositivo que permite suplantar las voces de los ejecutivos de Supercontinent debemos hacer llamadas a otros empleados para introducir en la red un programa que acabe con el BPS. Se trata de una especie de Cluedo en el que tenemos que obtener de cada personaje la información que nos permita hackear el sistema. Donovan, desde el Red Strings Club, nos irá aconsejando si nos quedamos atascados. Esta tercera pata jugable es seguramente la más divertida, ya que nos plantea problemas de lógica y debemos poner en práctica lo que hemos aprendido sobre los personajes que frecuentan el club.
The Red Strings Club, que ya fue uno de los juegos indies mejor recibidos por la crítica en 2018, recibe ahora una segunda vida con su lanzamiento en Nintendo Switch. Una oportunidad para que un nuevo grupo de jugadores disfrute de una historia memorable, que nos habla de un futuro en el que nuestros sentimientos pueden ser una mercancía más.
Si queréis saber más sobre The Red Strings Club, aquí tenéis el monográfico que le dedicó el Superpodcast de Radio 3 en el que interviene el propio creador del juego.
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