Competencia multa a 15 empresas con 118 millones de euros por repartirse durante años concursos públicos de Adif
- Son Cobra (ACS), Elecnor, Siemens, Semi, Inabensa, Alstom, Cymi, Isolux, Electren, Comsa, Indra, Neopul, Telice, Eym y Citracc
- Además 14 directivos que formaban parte de tres cárteles deberán abonar 666.000 euros
La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha impuesto a 15 empresas multas que suman 118 millones de euros y ha sancionado a 14 de sus directivos con 666.000 euros por repartirse durante años concursos públicos convocados por el gestor ferroviario Adif.
Las empresas sancionadas, agrupadas en tres cárteles diferentes, son Cobra (ACS), Elecnor, Siemens, Semi, Inabensa, Alstom, Cymi, Isolux, Electren, Comsa, Indra, Neopul, Telice, Eym y Citracc. Por primera vez, la CNMC ha activado el procedimiento para prohibirles contratar con la Administración.
La mayor multa se la ha llevado Cobra con 27,2 millones de euros, seguida por Elecnor (20,3 millones) y Siemens (16,8 millones). Sin embargo, esta última empresa solo tendrá que abonar 9,24 millones, tras acogerse al programa de clemencia de la CNMC. Este organismo le ha reducido un 45% la sanción por dar información sobre el cártel. Alstom Transporte, que estaba en los tres cárteles, ha tenido más suerte y se libra de la multa (8,9 millones) gracias a su colaboración.
Electrificación del AVE y líneas convencionales
Un cártel se repartía los concursos para construir, suministrar, instalar y mantener sistemas de electrificación de líneas ferroviarias del AVE; un segundo cártel manipuló los de mantenimiento de la electrificación en líneas de tren convencional, y un tercero amañaba los concursos públicos y privados para la construcción, suministro, instalación y mantenimiento de equipos electromecánicos en el AVE.
En el cártel para la electrificación del AVE, los hechos acreditados indican que 13 de estas empresas (Cobra, Siemens, Elecnor, Semi, Inabensa, Alstom, Isolux, Cymi, Comsa, Electren, Neopul, Citracc y Eym) adoptaron acuerdos para el reparto de 24 licitaciones para construir y mantener la electrificación del AVE durante ocho años (desde 2008 hasta 2016). El importe total de los contratos adjudicados asciende a 837 millones de euros.
Los acuerdos en ese cartel fueron evolucionando a lo largo del tiempo, desde abril de 2008 hasta marzo de 2016, en función de las licitaciones que se iban produciendo y de las empresas que participaban de la estrategia colusoria.
Simulaban la competencia
La CNMC refiere como ejemplo los denominados acuerdos micro-macro, en virtud de los cuales las empresas pactaron el reparto a partes iguales en facturación y margen de varias licitaciones a través de la constitución de diversas Uniones Temporales de Empresas (UTEs). La formación de las UTEs era previamente acordada por el cártel y las adjudicatarias de los contratos cederían un importe de la producción y margen de beneficio a las otras empresas, que presentarían ofertas no ganadoras para simular concurrencia competitiva en la licitación.
El segundo de los cárteles, creado para la electrificación del tren convencional, operó durante 14 años (mayo de 2002 hasta noviembre de 2016). Los hechos acreditados indican que las 10 empresas que crearon este cártel (Elecnor, Cobra, Semi, Inabensa, Cymi, Alstom, Electren, Siemens, Telice y Eym) adoptaron acuerdos en relación con, al menos, 239 licitaciones, de las que 173 resultaron finalmente adjudicadas y ganadas por empresas del cártel, con un importe total repartido entre las empresas de 134 millones de euros.
En 2002 los directivos de las principales empresas del sector suscribieron un acuerdo para repartirse todas las licitaciones que fueran convocadas por Renfe para el mantenimiento de las subestaciones eléctricas en las líneas de tren convencional. El pacto preveía un método de reparto mediante un sorteo para establecer el orden de adjudicación de los contratos, al que las empresas denominaron ‘ranking’.
Mecanismos de compensación
Las empresas también tenían previstos mecanismos de compensación entre ellas. De esta manera las empresas que no eran adjudicatarias de los contratos se aseguraban un porcentaje de un 6% sobre la cifra de contratación a repartir a partes iguales.
Los acuerdos se mantuvieron estables durante todo el tiempo como consecuencia, entre otros motivos, de la facilidad de las empresas para adaptarse a las circunstancias sobrevenidas y a los cambios en las licitaciones realizados por Adif.
En el tercer cártel creado de equipos electromecánicos para el AVE, durante tres años (2013 a 2015), Alstom e Indra, con independencia de la complementariedad de sus tecnologías que ha justificado la constitución de UTEs acordaron en ocasiones repartos de licitaciones de menor cuantía o complejidad. Para ello, presentaban ambas ofertas, si bien una de ellas era de acompañamiento o de cobertura, con el compromiso de que la adjudicataria subcontrataría a la otra empresa. En 2015 se sumó a tales prácticas Elecnor.
Estas empresas han adoptado acuerdos para el reparto de, al menos, siete contratos con un presupuesto de licitación de 84 millones de euros. Es de destacar los acuerdos previos de reparto entre las tres empresas para la subcontratación del proyecto relativo a la red ferroviaria de Noruega denominado Follo Line, que fue adjudicado por un precio de 60 millones de euros.