May ofrece a los conservadores rebeldes su dimisión si aprueban el acuerdo del 'Brexit'
- La primera ministra busca convencer al ala euroescéptica de su partido, pero depende de 10 diputados del DUP
- May se retirará durante la segunda fase de negociaciones, pero solo si logra salvar su acuerdo
La primera ministra británica, Theresa May, ha ofrecido a los diputados del Partido Conservador dimitir si consigue sacar adelante su Acuerdo de Retirada del Acuerdo de RetiradaBrexitaunque su estrategia se ha visto entorpecida por el rechazo de sus socios de Gobierno, los norirlandeses del DUP. May, que ha evitado poner fecha a su salida, ha tomado esta decisión para revertir el voto en contra del ala euroescéptica del partido, que ha empezado a cambiar de opinión en las últimas horas.
“Estoy preparada para dejar este trabajo antes de lo que pretendía para hacer lo correcto por nuestro país“
La primera ministra ha prometido al Comité 1922 del Partido Conservador que se apartará para la próxima fase de negociaciones del divorcio, es decir, la negociación de la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea, pero no dimitiría si el Parlamento vuelve a rechazar el acuerdo. "Sé que se desea un nuevo enfoque y un nuevo liderazgo en la segunda fase de las negociaciones. Estoy preparada para dejar este trabajo antes de lo que pretendía para hacer lo correcto por nuestro país y nuestro partido", ha dicho.
La conservadora sobrevivió a una cuestión de confianza interna en diciembre al prometer que no aspiraría a la reelección en 2022, pero evitó decir qué haría si se ve abocada a adelantar las elecciones. Sin embargo, el bloqueo en torno al Brexit y su aplazamiento no hizo sino añadir más tensión en las filas conservadoras.
Presionada por la prórroga del Brexit
Así, May está afrontando una semana especialmente dura tras los rumores de semana de un posible motín de sus correligionarios para derrocarla, precedida por días protagonizados por la rebeldía en votaciones parlamentarias, críticas cada vez más abiertas en los medios de comunicación y varias dimisiones. Y la votación de este miércoles en el Parlamento, que arrebató el control del proceso al Gobierno el lunes, ha sido el detonante de este cambio de estrategia.
Pero May no tira la toalla y sigue tratando de recabar el apoyo de sus socios de Gobierno, los diez diputados norirlandeses del DUP, de cara a una tercera votación del acuerdo del divorcio, que debe celebrarse esta semana, según las condiciones impuestas por Bruselas. El ministro del Brexit, Steven Barclay, ha sugerido que podría celebrarse este viernes, aunque el Gobierno necesitará buscar una vía para sortear la prohibición del speaker, John Bercow, que solo aceptará una nueva votación si hay "cambios sustanciales" en la propuesta.
El socio DUP mantiene su rechazo
Pero el plan de May podría torcerse, ya que los norirlandeses mantienen su rechazo, y su apoyo resulta esencial para que se apruebe el texto. El DUP y unos 70 conservadores euroescépticos han votado en contra del texto en dos ocasiones.
No obstante May ha satisfecho a dos prominentes euroescépticos de la talla del líder del ERG, Jacob Rees-Mogg, y el exministro de Exteriores, Boris Johnson, que han asegurado que apoyarán el acuerdo tal de evitar que no haya Brexit, y la prensa británica apunta a que alrededor de 20-30 han cambiado de opinión esta tarde. Aun así, un portavoz del ERG ha indicado que todavía no hay suficiente apoyo en el grupo rebelde.
Todas las miradas están puestas ahora sobre el DUP, que no se ve capaz de apoyar la salvaguarda pensada para evitar una frontera física en Irlanda, ya que consideran que esta pone en riesgo la integridad del Reino Unido y el futuro de Irlanda del Norte. Los números siguen sin salir, por ahora, porque May ha demostrado que no tirará la toalla.