'Conociendo a Astrid': el drama que marcó a la creadora de Pippi Calzaslargas
- La cinta narra la dura adolescencia de la reconocida autora sueca de libros infantiles
- Astrid Lindgren se encaró a una sociedad conservadora y fue la primera madre soltera de su pueblo
Pippi Calzaslargas (Pippi Långstrump en sueco), la niña pelirroja y pecosa de las coletas disparadas, de fuerza hercúlea y libre como el viento, es uno de los personajes más célebres de la literatura para los más pequeños.
Los libros que narran sus peripecias han sido traducidos a 60 idiomas y han dado la vuelta al mundo. Las adaptaciones al cine y la televisión dispararon su popularidad como recordarán muchos niños setenteros.
Detrás de la extraordinaria Pippi se encuentra la pluma de una de las escritoras de narrativa infantil y juvenil más reconocidas de todos los tiempos: la sueca Astrid Lindgren (1907-2002).
Las turbulencias sociales y sentimentales marcaron la niñez y primera juventud de Lindgren. Con solo quince años se quedó embarazada del editor del periódico en el que trabajaba: un hombre casado y con siete hijos que le triplicaba la edad.
Para esquivar este escándalo mayúsculo en el cerrado pueblecito donde vivía y el rechazo de sus religiosos padres, huyó a dar a luz a Dinamarca en los años 20. Allí sobrevivió como pudo en varios trabajos precarios y tuvo que dejar a su bebé en una casa de acogida durante tres años.
La película Conociendo a Astrid, dirigida por la realizadora danesa Pernille Fischer Christensen, se enfoca en este dramático- y poco conocido- periodo de la biografía de la autora. El filme llega a las pantallas este 29 de marzo tras haber inaugurado el Festival de Cine de Mujeres de Madrid.
“Queríamos explorar al ser humano detrás de los libros. Lo leímos todo sobre ella y al final siempre acababa por salir esta etapa donde tuvo problemas y que casi puede con ella aunque sobrevivió. Tuvo que luchar más y cambió su vida para siempre. Hay una cita de Lindgren que dice: ‘Yo hubiera sido autora pasase lo que pasase pero quizás no hubiera sido conocida mundialmente’. Esto sí demuestra que desde siempre, esos cuatro años, fueron los cimientos que le permitieron ser escritora”, explica el danés Kim Fupz Aakeson, guionista de la cinta.
El feminismo de Lindgren
La debutante Alba August, hija del dramaturgo Billie August, encarna a una Lindgren adolescente y fue elegida en un casting entre más de 400 actrices.
La historia arranca en la localidad natal de la autora, en Vimmerby, donde ella y sus hermanos van a la iglesia y hacen las labores del hogar en un mundo rural. Un universo en el que se presenta como una joven rebelde, que se corta el pelo, cuenta historias a los más pequeños y sale a bailar con las chicas si los chicos no se lo piden. Hasta que se queda embarazada de su jefe.
August brilla en una historia durísima y conmovedora que refleja la angustiosa lucha por recuperar a su hijo Lasse. Una batalla en la que la corajuda escritora nunca se rindió.
“También queríamos hablar sobre la historia de las mujeres. La vergüenza y el estigma durante años se lo llevaba la madre soltera, el hombre volvía con su esposa si la había. Astrid fue la primera embarazada en su pueblo. Volver con el niño a los cuatro años de la mano y sin marido fue algo enorme en la época. Ella fue un ejemplo, se empoderó y abrió el camino para otras muchas mujeres. De alguna forma fue una feminista”, señala Fupz Aakeson que junto a su esposa, la directora Pernille Fischer, han completado una investigación de años en torno a la creadora sueca.
El reflejo de la escritora en Pippi
La película no se enfoca en su éxito posterior ni en la creación de sus personajes pero sí desliza su genio literario y su imaginación desbordante. Astrid Lindgren fue una gran narradora de cuentos con una capacidad innata para conectar con los niños. Es imposible no ver el reflejo de su dura experiencia de vida y sus convicciones en su estrella: Pippi Calzaslargas, la niña locuela y deslenguada de pelo zanahoria.
Un espíritu libre que entronca en su salvaje independencia con el enfoque pro igualdad de género, cada vez más presente en la literatura infantil actual.
“Si ves a Pippi es obvio que es parte de ella. Son idénticas. Son hermanas guerreras. En el sentido de que vive la vida que quiere. Todo el mundo está en contra de que Pippi viva así pero ella insiste. Cuando ves que se publicó en 1946 y ahora lo lees, te sorprende que en esa época alguien pudiera escribir algo así”, dice Kim Fupz Aakeson que también es un reconocido autor de libros infantiles.
Señala que los libros de Lindgren pasan de padres a hijos en los países nórdicos, donde se idolatra a la autora rebelde y a la traviesa Pippi condiderada como feminista. Sus aventuras causaron escándalo entre los padres y el azote de la censura en su publicación tras la IIGM.
Calzaslargas es una niña que vive sola acompañada de su caballo de lunares, Pequeño tío y su mono, el sr Nilsson, en Villamanga por Hombro. Hace lo que le place como inflarse de chucherías, no quiere crecer y se niega a ir al colegio. Para colmo es forzuda y usa este poder para poner en su sitio a los abusones. El sueño de cualquier criatura.
De amplia trayectoria aunque sus otros libros son menos conocidos fuera de su país, Lindgren tuvo la habilidad de mezclar en sus historias el sentido del humor con temas como el miedo, la muerte o la orfandad.
“Antes de ella los libros infantiles solo les decían a los niños cómo comportarse y ella cambió el curso de esto. Además era partidaria de hablar a los pequeños como adultos no como si fueran tontos”, añade el guionista de Conociendo a Astrid.
Adelantada a su tiempo, activista política y gran defensora de los derechos de los animales y de la infancia, la escritora fue candidata al Nobel de Literatura y al de la Paz. “Intentaba contestar a todas las cartas que le mandaban los niños y se acordaba siempre de quién la había ayudado. Fue una mujer asombrosa y única”.