Las Fuerzas Armadas de Malta toman el control de un petrolero secuestrado por migrantes
- Los migrantes habían sido rescatados antes, se oponían a volver a Libia y tomaron el control del barco
- ONGs han pedido que sean acogidos en Malta como refugiados porque escaparon de las "cárceles libias"
Las Fuerzas Armadas de Malta han tomado el control de un petrolero que este miércoles había sido secuestrado por un grupo de migrantes rescatados con anterioridad y que se oponían a ser devueltos a Libia, han confirmado a Efe desde la oficina de prensa de este cuerpo militar.
El "Hiblu I" había rescatado a 108 migrantes, entre ellos varios niños y 31 mujeres, que navegaban en un barco en malas condiciones frente a las costas de Libia y poco después el capitán comunicó que "no tenía el control de la embarcación y que varios migrantes le obligaron y amenazaron a él y su tripulación para que se dirigieran a Malta", según comunicaron las fuerzas armadas de Malta.
El barco, con tripulación turca y bandera de Palau, se dirigió durante la noche a Malta y esta mañana varias patrullas de la Armada maltesa abordaron el barco y lo dirigen hacia la isla, a donde se estima su llegada a las 8.30 hora local (7.30 GMT).
No se sabe cuántos migrantes estaban detrás de la acción, aunque se cree que es un grupo pequeño, según informó el diario Times Of Malta.
Investigaciones sobre el suceso
El periódico añadió que a la llegada al puerto comenzarán inmediatamente las investigaciones para conocer lo ocurrido y los responsables, en lo que es el primer secuestro por parte de migrantes de un barco para impedir ser devueltos a Libia.
La organización humanitaria Mediterranea Saving Humans ha pedido este jueves que los 108 migrantes sean acogidos en Malta como refugiados porque han escaparon de las "cárceles libias", los centros de detención para inmigrantes del país norteafricano.
Este miércoles tras la noticia, el ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, afirmó: "No son náufragos, sino piratas". Señaló que lo sucedido "es la demostración más evidente de que no son operaciones de socorro de pobres náufragos que escapan de la guerra, sino de un tráfico criminal de seres humanos gestionado de manera criminal que llega incluso a desviar un barco privado que salvó a quienes suponía que eran náufragos"