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Música

Glenn Hughes revive en Madrid la magia de Deep Purple

  • El músico británico ofreció un recital cargado de clásicos de Deep Purple en su visita a Madrid
  • El bajista y vocalista, que el lunes actuó en Barcelona, pasará por Bilbao y Avilés en su minigira española

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El músico británico Gleen Hughes, durante uno de sus concierto.
El músico británico Gleen Hughes, durante uno de sus concierto.

En 1973, tras lograr un enorme éxito con el directo Made in Japan, la banda británica Deep Purple sufrió una importante crisis que motivó poco después la salida del cantante Ian Gillan y el bajista Roger Glover. Todo hacía pensar que la trayectoria de los creadores de "Smoke on the water" tenía los días contados.

Pero el guitarrista Ritchie Blackmore los reemplazó de inmediato por dos jóvenes músicos, el cantante David Coverdale -años después líder de Whitesnake- y el bajista Glenn Hughes. Con ellos a bordo, los Purple ofrecieron una trilogía mágica ('Burn', 'Stormbringer' y 'Come taste the band') hasta su disolución en 1976.

Esos tres discos son los que ahora reivindica Glenn Hughes en su gira 'Classic Deep Purple Live', que este martes hizo escala en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid.

El músico británico afincado en Los Ángeles ofreció en la capital española un gran recital de buen rock setentero, demostrando sobre las tablas que sus prodigiosas habilidades vocales siguen prácticamente intactas a pesar de sus 67 años y de los excesos que durante una época lastraron su carrera. Hughes, que el lunes actuó en Barcelona, estará el jueves en Bilbao, finalizando su minigira española el viernes 5 en Avilés.

Maestría vocal

Con un repertorio basado exclusivamente en clásicos de Deep Purple, Glenn Hughes y su banda arrancaron el recital con "Stormbringer", reviviendo el particular sonido 'púrpura' gracias a su espectacular registro vocal y la destreza de sus músicos: el guitarrista Soren Andersen, el teclista Jesper Bo Hansen y el batería Fernando Escobedo, formación que completa el propio Hughes al bajo.

Le siguieron la resultona "Might just take your life", la solvente 'Sail away' y una fantástica "You fool no one", que alargaron con los solos de Andersen y Escobedo, en la más pura tradición de los Deep Purple de los 70, d. De hecho, la intención de Hughes con esta gira no es solo recuperar el repertorio de la banda británica sino hacerlo a través de las versiones que inmortalizaron en discos en directo como Made in Europe, California Jamming o Last concert in Japan.

El soul se adueñó del escenario del Nuevo Apolo con "You keep on moving", del disco Come taste the band, que Deep Purple grabó con el guitarrista Tommy Bolin tras la marcha de Ritchie Blackmore.

Un trabajo poco valorado en su época pero que, con los años, se ha convertido en un pilar esencial del rock de fusión, gracias en buena parte al empuje funk que le dio el propio Hughes con sus armonías vocales y su forma de tocar el bajo.

Recuperado y en forma

Hughes, muy locuaz durante toda la noche, dijo estar orgulloso de pertencer a la generación que dio forma al rock en los años 70, una década que, aseguró, recuerda muy bien. "Pero no recuerdo nada de los 80", bromeó el músico, en alusión a sus excesos con las drogas en ese período de su vida en el que, como contó en su autobiografía, se gastó más de un millón de dólares en cocaína. Pero hoy en día Glenn Hughes parece muy recuperado y en gran forma. Algo que quedó patente en la recta final del concierto.

Antes de arrancar "Gettin' tighter" -"la toco en todos mis conciertos", dijo-, el músico tuvo un sentido recuerdo al guitarrista Tommy Bolin, con quien la compuso y cuya muerte por sobredosis en 1976 precipitó el final de Deep Purple. El tema sonó potente, con la banda atacando un contagioso ritmo funk.

Fue el preludio de "Mistreated", una pieza inspirada en el blues que derivó en un final apoteósico. Aunque lo mejor estaba por llegar: el guitarrista Soren Andersen hizo sonar el riff de "Smoke on the water", uno de los más reconocibles de la historia del rock, haciendo enloquecer a los asistentes. Aunque esta pieza no pertenece a la etapa de Hughes en Deep Purple, es cierto que durante los 70 la tocó cientos de veces en directo, fusionando su final con el clásico "Georgia on my mind", pura emotividad soul.

Tras un breve paso por el camerino, Glenn Hughes y la banda regresaron para un último tema, el imprescindible "Burn", quizá el mejor de los que grabó en su paso por Deep Purple.

Fueron casi dos horas de un concierto en el que 'la voz del rock', como muchos denominan a Hughes, dejó claro que su etapa en los Purple supuso uno de los períodos más brillantes de la historia del hard-rock. Y afortunadamente, el músico sigue en buena forma para poder seguir recreando con fidelidad y maestría los clásicos de aquella época.