Kurt Cobain, el ídolo caído que revolucionó el rock de los 90
- Se cumple un cuarto de siglo del suicidio del líder de Nirvana, el grupo que abanderó el 'grunge'
- Depresivo y adicto a las drogas, Kurt Cobain marcó una época con su imagen de antihéroe
El 5 abril de 1994, hace hoy 25 años, el líder de Nirvana, Kurt Cobain, acabó con su vida tras un disparo en la cabeza. Su cadáver no fue encontrado hasta tres días después.
Tenía 27 años, la misma a la que murieron estrellas como Jimi Hendrix, Amy Whinehouse, Brian Jones o Janis Joplin. Y, como todos ellos, entró a formar parte de la mitología del rock, género a cuya evolución contribuyó con una corta pero brillante carrera.
Es difícil que, en sus inicios, Cobain pudiera imaginar la influencia que su música y su personalidad podrían alcanzar algún día. Con solo tres discos de estudio -más uno de rarezas- su obra abarca apenas medio centenar de canciones, pero algunas de ellas están por derecho propio en las listas de las más importantes de la historia de la música contemporánea.
Carpetazo a los 'felices 80'
Más allá del género 'grunge' que abanderaron y que contribuyeron a popularizar hasta llegar a lo más alto de las listas, Nirvana redefinió el rock'n'roll durante los 90 y, de paso, dieron carpetazo a los 'felices 80.
En este sentido, hay un hecho significativo: Nevermind, el segundo disco de Nirvana y el que hizo eclosionar el fenómeno 'grunge', desbancó en enero de 1992 al Dangerous de Michael Jackson en el primer puesto de la lista de Billboard.
Y, a su rebufo, un buen número de grandes bandas asaltaron las listas y cambiaron la estética y el sonido del rock: Alice in Chains, Soundgarden, Pearl Jam, Smashing Pumpkins, Mudhoney...
No es casual que la eclosión de estas bandas coincida en el tiempo con la caída del rock festivo estadounidense: Guns N'Roses, Motley Crue, Van Halen, Whitesnake... El pesimismo de Seattle dio la puntilla al optimismo hedonista de Los Ángeles.
Una muerte anunciada
Pero Kurt Cobain nunca fue feliz en su papel de estrella. Adicto a las drogas y enfermo de depresión, su imagen de antihéroe era la opuesta a la de ídolos como Axl Rose, Bono o Sting, que dominaban la escena en el momento de su éxito.
La suya fue una muerte anunciada, pues apenas un mes antes, en marzo de 1994, logró sobrevivir en Roma a un intento de suicidio por sobredosis de somníferos. Su esposa, Coutney Love -líder del grupo Hole- logró dar la voz de alarma a tiempo y los equipos de emergencias pudieron salvar su vida.
Pero unas semanas después, Cobain logró su propósito tras escapar del centro de rehabilitación en el que había ingresado de forma voluntaria.
Tras varios días desaparecido, su cuerpo fue descubierto el 8 de abril en su casa de Seattle, en una habitación encima del garaje, por un operario que acudió a realizar una instalación eléctrica. Tenía un disparo en la cabeza y los forenses determinaron que su muerte se había producido el 5 de abril.
Teorías de la conspiración
Junto al cadáver había una nota manuscrita que, lejos de aclarar los motivos de su muerte, ha terminado fomentando las teorías de la conspiración que aventuran que Cobain no murió por voluntad propia sino que fue asesinado. Una de las más extendidas es la que asegura que, en dicha nota manuscrita, la caligrafía pertenece a más de una persona.
También hay quien ha reinterpretado el contenido de esa carta como un deseo de abandonar Nirvana más que de acabar con su vida. "Se me ha acabado la pasión y recordad que es mejor quemarse que apagarse lentamente", se podía leer en la nota.
Sea como fuere, su muerte fue un auténtico mazazo para la llamada 'generación X' los nacidos entre finales de los 60 y principios de los 70. Y es muy probable que pusiera fin a la última gran banda del rock'n'roll.
A pesar de que Cobain nunca pareció aspirar a ser el líder de ningún movimiento, su figura sigue despertando admiración y curiosidad a partes iguales. Aunque ya ha transcurrido un cuerto de siglo de su muerte, su nombre, sinónimo del ídolo caído, ocupa un lugar muy destacado en el panteón del rock and roll.