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Libia

Milicias leales al gobierno reconocido por la ONU en Libia frenan el avance del principal señor de la guerra sobre Trípoli

  • Han interrumpido el avance a la altura de un puesto de control situado a unos 30 kilómetros al oeste del centro de la ciudad
  • El enfrentamiento se produjo horas antes de que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, abandonara la capital

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El general Haftar cerca la capital de Libia

Milicias leales al gobierno promovido por la ONU en Libia (GNA, Gobierno de Acuerdo Nacional) han logrado frenar y hacer retroceder a las fuerzas del mariscal Jalifa Hafter, principal señor de la guerra de Libia, que amenazaban la capital, han informado a Efe fuentes de Seguridad.

Según su relato, milicianos fieles al GNA, al que también apoya la Unión Europea, procedentes de la ciudad costera de Zawiya han interrumpido el avance a la altura de un puesto de control situado a unos 30 kilómetros al oeste del centro de la ciudad, tras un intercambio de disparos.

En la escaramuza han participado también unidades de la llamada Fuerza de Protección de Trípoli, la milicia más grande de la capital, ha añadido la fuente, que ha preferido no ser identificada.

A la batalla por el control de Trípoli también se han sumado las fuerzas de la ciudad-estado de Misrata, principal puerto comercial de Libia y enemigo de Hafter, que se han movilizado en defensa de la capital.

Guterres deja Libia sin lograr avances

El enfrentamiento se produjo horas antes de que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, abandonara la capital rumbo a las ciudades orientales de Tobruk y Bengasi, cuartel general del gobierno que tutela Hafter.

Según explicó el propio Guterres en un mensaje difundido a través de las redes sociales, el objetivo era reunirse con los responsables allí para tratar de frenar la espiral de violencia e instarles a que retomen el plan de reconciliación de la ONU, que incluye una Conferencia Nacional prevista para mediados de abril.

Finalmente, Guterres ha abandonado el país sin poder convencer al mariscal Hafter de que frene la ofensiva militar lanzada el pasado jueves para hacerse con el control de Trípoli.

"Dejo Libia con el corazón encogido y profundamente preocupado. Creo que aun es posible evitar un derrame de sangre en Trípoli", ha escrito Guterres en un mensaje a través de su cuenta oficial en Twitter. "Naciones Unidas está comprometida a facilitar una solución política y, ocurra lo que ocurra, está comprometida igualmente a ayudar a la población en Libia", ha añadido.

Hafter comanda el llamado Ejército Nacional Libio (LNA)

Miembro de la cúpula militar que en 1969 aupó al poder a Muamar al Gadafi, Hafter se convirtió en su principal opositor en el exilio tras ser reclutado por la CIA en la década de los ochenta y establecerse en Estados Unidos.

Regresó al país en marzo de 2011, apenas una mes de iniciada la revolución contra su viejo camarada y dictador, y cabildeó entre las fuerzas rebeldes hasta lograr ser nombrado jefe del llamado Ejército Nacional Libio (LNA) por el gobierno rebelde en Toubruk.

En 2014 lanzó una ofensiva para conquistar las ciudades de Derna, bastión del yihadismo en Libia, y Bengasi, segunda ciudad en importancia del país, que le concedió también el control sobre el golfo de Sidrá y el puerto de Ras Lanuf, médula de la industria petrolera libia.

En febrero pasado, sus tropas se hicieron con el control del sur y de los estratégicos yacimientos petroleros de Al Sharara y Al Fil, esenciales para la supervivencia económica y energética del gobierno sostenido por la ONU en Trípoli, al que no reconoce.

Meses atrás insistió en que su objetivo final era la conquista de Trípoli, que le daría el dominio de todo el país -a excepción de Misrata- tras más de un lustro de división política y guerra civil.