Rubén Galarreta, el modisto que adoran Mimi y Agoney
- Aitana, Famous, Ana Mena y Naty Peluso también llevan sus prendas
- La vocalista de Lola Índigo lleva sus diseños en la nueva gira
Su nombre, Rubén Galarreta, corrió como la pólvora en julio de 2015 cuando participó en la extinta pasarela MFSHOW con la colección ‘The Bindi Show’. Cuando terminó el desfile el diseñador no salió a saludar y la prensa no pudo entrevistarlo porque no estaba, algo poco frecuente. Su vuelo de Nueva Deli a Madrid llegó con mucho retraso..
Pero esa ausencia, lejos de jugar en su contra, sumó puntos al trabajo de este diseñador tan inusual, tanto por su trabajo como por su trayectoria. Este riojano, de Logroño, estudió en IADE, en Madrid, y después se trasladó a La India y allí desarrolló su carrera y su vida. Trabajó con Manish Arora y, de su mano, logró vestir a su admirada Lady Gaga.
Una vida que, según parece, le depara continuamente cambios y sorpresas. Tras dos años sin hacer desfiles, centrado únicamente en la venta online, ha regresado a la pasarela. Lo ha hecho en 080 Barcelona Fashion, y con una clarísima intención.
“Me centré en vender porque hay que comer, está claro, pero además me apetecía mucho hacer un desfile y demostrar que hago ropa, porque mucha gente cree que solo hago calzoncillos y arneses. Pues no, hago ropa, y me encanta, y así he tenido la oportunidad de hacer una colección entera”, cuenta entre percheros repletos de prendas de fuerte carga estética que hacen guiños a la estética heavy, el tecno e incluso el trap.
El negro lo domina todo y sobre él destacan aplicaciones de falsas tachuelas, que en realidad son lentejuelas, y parches con conocidos logos y nombres de grupos musicales que Galarreta reinterpreta llevándolos a su universo personal. “After Party es una colección inspirada en esas fiestas que hay después de las fiestas, en las que se mezcla gente de profesiones artísticas, como fotógrafos, actrices y cantantes. Gente que viaja por el mundo y va llenando su maleta de lo que va comprando. Por eso hay kimonos de Japón, trajes de chaquetas que podrían haber comprado en Milán e incluso chándales y ropa deportiva. ¡Un popurrí llevado a mi estilo!”.
Hay tejidos muy trabajados y un gusto por las superposiciones que enriquece una colección pensada para gente urbana, de espíritu joven y mente abierta. Galarreta, con este trabajo, pretende dejar atrás la imagen que se tiene de él. Porque, como dice él, hay vida, y moda, más allá de los arneses con su nombre tatuado. Una pieza que vende en todo el mundo gracias al impacto que tuvo en las redes sociales. Y todo, por capricho del destino.
“Yo estudié diseño gráfico antes que diseño de moda, y aprendí la importancia del marketing y del logo. Yo sabía que tenía que crear algo que la gente identificara conmigo enseguida aunque no me etiquetara en Instagram y por eso utilicé mi nombre en los elásticos. Me llamaron de MFSHOW y tenía muy poco tiempo para hacer la colección y poco presupuesto, ya que estaba empezando. Vi que tenía un kilómetro de elástico y empecé a ponerlo en los pantalones y para no sacar a los chicos desnudos hice los arneses, porque me gustan los hombres sexis. Subí las fotos a Instagram, se hicieron virales y enseguida empezaron a hacer pedidos desde distintas partes del mundo. ¡Cuando vi el resto de desfiles me di cuenta de que el mío no pasaría desapercibido!”.
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Su trabajo está marcado por el hecho de haber vivido fuera de España y estar en contacto permanente con una cultura tan distinta. “Me gusta y además me permitió alejarme del círculo de la moda, en la que no encajaba porque vi que había muchos intereses y conflictos. Pero ahora lo estoy viviendo de otra manera, me he mudado a Madrid y me gusta estar aquí”.
Su cuenta de Instagram es una oda al erotismo y el hedonismo. En ella Galarreta muestra su trabajo y se divierte haciendo montajes con las protagonistas de Sexo en Nueva York, La casa de las flores o las películas de Disney.
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Pero también sube imágenes de las cantantes e influencers a las que viste: Aitana, Brisa Fenoy, Dolores de la Rosa (Cuentos Rosales), Lara Sajen ( Maestros de la Costura), Ana Mena ( La mejor canción jamás cantada), Conchita Wurst y Mimi. La vocalista de Lola Índigo es una de sus fieles clientas y en la gira que está haciendo lleva prendas de Galarreta. Pero este osado diseñador también viste a chicos que huyen de lo convencional, como Agoney y Famous, ganador de OT 2018.
“Hoy hay que hacerlo todo: tener una buena agencia de marketing, invertir en redes sociales y en tu imagen… Vestir a celebrities es importante pero es más importante vestir a influencers que aunque no sean conocidos tienen mucho más seguidores y es gente que me interesa más por su estilo, más que Paris Hilton, que también la hemos vestido. No me interesa la gente solo por ser famosa, pero sí me gusta si encaja en mi estilo”.
El diseñador forma parte de un potente grupo de gente joven que está rompiendo esquemas en la moda española. Hay un cambio generacional con un enorme potencial que está logrando éxito en un tiempo relativamente corto. Aunque en algunos casos ha sido efímero. “Veo más riesgo y hay gente con estilos muy propios y eso nos hace más eclécticos, y eso nos hace ser más conocidos y atractivos fuera”.
Y es en el exterior donde todas y todos los jóvenes diseñadores tienen puestas sus esperanzas y sus objetivos de negocio. “España es un mercado regular, y los diseñadores jóvenes otros no podemos dar los precios de Zara pero tampoco los de Prada. Mi ropa no es asequible para todo el mundo y España no el país donde más me compran. Me compran lo más económico porque la marca les interesa y quieren tener. Pero en EE.UU. no tienen problema para comprar, ni en Australia”.