La junta militar de Sudán se deshace de hombres cercanos a Al Bashir y negocia la transición política
- También ha cesado al embajador en Washington y reevaluará la situación de los embajadores en otros países
- Algunos sectores de la oposición rechazan el periodo transitorio de dos años decretado por las fuerzas armadas
La junta militar de Sudán ha pasado a retiro al exministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor del Ejército que sirvieron bajo el mando de Omar al Bashir, tras su derrocamiento el pasado jueves, y revisará además las relaciones exteriores que tejió el exmandatario.
Los generales Awad bin Auf y Kamal Abdel Maaruf han sido pasados a retiro, después de haber encabezado el Consejo Militar Transitorio durante 24 horas y haber desatado el rechazo de la calle y la oposición, lo que llevó a un cambio de liderazgo de la junta, que recae ahora en Abdelfatah al Burhan.
El recién designado portavoz del Consejo Militar Transitorio, Shamsaldín Kabashi, ha anunciado esta y otras medidas, como el cese del embajador en Washington, el general Mohamed Abdelmaula, y la reevalución de la situación de los embajadores en otros países.
Kabashi ha destacado que el Consejo desea establecer relaciones exteriores según los "intereses nacionales soberanos", porque ha considerado que las relaciones de Sudán durante los 30 años de Gobierno de Al Bashir no eran "claras".
Reestructuración de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Por otra parte, ha asegurado que se llevará a cabo una reestructuración de la comandancia de las Fuerzas Armadas y de la Policía, y se designará a un nuevo director general de este cuerpo después de que el actual, Al Tayeb Babakr, sea uno de los miembros del Consejo.
Además, los generales se han reunido este domingo con representantes de las fuerzas políticas en el centro de convenciones de Jartum para dar comienzo a las negociaciones sobre la transición y les han pedido que presenten sus "sugerencias y puntos de vista" por escrito y en los próximos siete días, incluidas sus condiciones para la formación de un Gobierno civil y un candidato a primer ministro.
La junta ha expresado su deseo de que las fuerzas políticas acuerden una figura de consenso "patriótica e independiente" para ocupar ese cargo.
Asimismo, han sido interrogadas sobre la duración del periodo transitorio, que los militares han establecido en dos años pero algunos sectores de la oposición rechazan que se extienda durante tanto tiempo, al igual que los manifestantes en las calles, que piden el traspaso inmediato del poder a una autoridad civil.
De hecho, miles de personas siguen acampadas en los alrededores del cuartel general del Ejército en Jartum desde hace más de una semana, incluso después del derrocamiento de Al Bashir para seguir presionando.
Una de las demandas es el desmantelamiento de los poderosos servicios de Seguridad e Inteligencia, que tienen un amplio historial de violaciones de los derechos humanos, en concreto, en los últimos meses de protestas contra Al Bashir.