Rivera arremete contra los nacionalismos entre gritos de "fascista", caceroladas y símbolos independentistas
- El candidato de Cs ha dado un mitin en Rentería con lazos amarillos, banderas e insultos que ha acabado con cargas policiales
- Propone modificar la ley de Víctimas del Terrorismo para sancionar homenajes a terroristas | Especial: Elecciones generales 2019
El candidato a la Presidencia del Gobierno de Ciudadanos, Albert Rivera, ha cargado contra el "cáncer" de los nacionalismos en un tenso mitin bajo el lema Marcha por la libertad en la plaza de los Fueros de Rentería (Guipúzcoa) para las elecciones generales, donde ha sido recibido entre gritos de "fascistas kanpora (fuera), cobardes, asquerosos, hijos de puta" y símbolos independentistas vascos y catalanes.
“Podéis seguir con las cacerolas, vengo de Cataluña y estoy acostumbrado, da ambientillo la cosa. Un poquito más fuerte, que no se oye“
La tensión protagonizada por los residentes de la localidad gobernada por Bildu -Cs no tiene escaño por el País Vasco tampoco lo sacaría según el último CIS-, ha ararncado antes del acto, cuando la Ertzaintza ha tenido que escoltar a los cuatro autobuses con militantes, simpatizantes y periodistas en el municipio gobernado por EH Bildu. Los balcones esperaban a Rivera desde anoche vestidos con grandes lazos amarillos y esteladas y, ya durante el mitin, los detractores de Cs han programado una cacerolada para boicotear el discurso de Rivera. "Podéis seguir con las cacerolas, vengo de Cataluña y estoy acostumbrado, da ambientillo la cosa", se ha defendido el político catalán en tono desafiante.
El líder de Cs ha elegido esta ocasión para anunciar la modificación de la ley de Víctimas del Terrorismo para sancionar a las personas y ayuntamientos que apoyen homenajes a los terroristas: "Nunca más, nunca más, ya basta, se ha acabado s'acabat", ha dicho. Acto seguido, entre gritos de "fuera, fuera", ha criticado las incómodas banderas nacionalistas contra su política: "La diferencia entre los que gritáis y amenazáis es que nosotros llevamos los símbolos oficiales [...], detrás de esas banderas está la libertad para insultarnos incluso".
Los renterianos, contra la presencia de Rivera
En una España electoral muy polarizada desde el referéndum ilegal en Cataluña de 2017, Ciudadanos ha escogido pelear por el voto en el País Vasco tras la victoria en las elecciones catalanas. Pero los renterianos han rechazado su presencia en el pueblo: también han arrojado huevos y han pitado durante todo el mitin, si bien los agentes han rodeado la zona para evitar que boicotearan más el acto.
Rivera ha defendido su derecho a expresarse en "todos los municipios de España", pero también ha tensado el enfrentamiento con comentarios provocadores: "Qué pena que no seáis tan valientes para echar lejía contra los asesinos en Rentería [como hizo un grupo contra un acto de Arrimadas y Rivera en el pueblo de Puigdemont]". En esta línea, el candidato presidencial ha defendido su visita a Alsasua en noviembre, su apoyo a la Policía y Guardia Civil -propone equiparar el salario-, y ha asegurado que, si gobierna, destinará recursos para esclarecer los asesinatos etarras sin resolver.
Rivera, Joan Mesquida y Maite Pagaza han tenido que ser escoltados por los agentes hasta un furgón para abandonar la localidad. Los simpatizantes también han sido protegidos por la Policía vasca, que después ha cargado con material antidisturbios contra los manifestantes que han increpado a Ciudadanos.
Medidas contra el nacionalismo vasco
El candidato de Cs ha realizado su habitual defensa de la Constitución, la libertad y la democracia acompañado de banderas españolas y los ánimos de sus simpatizantes, que le han coreado como "presidente" frente a las "imposiciones" que dice pretenden los independentistas, y ha defendido en especial a las víctimas del terrorismo de ETA. La finalidad de la modificación de la ley de Víctimas del Terrorismo "que gustará a los demócratas, pero no a los que no toleráis", es, precisamente, impedir actos de apoyo públicos a condenados por terrorismo.
Además, Rivera pretende que "las 200.000 personas de la diáspora vasca", es decir, los que emigraron del País Vasco contra las amenazas del terrorismo, puedan votar en esa comunidad gracias a una reforma de la ley electoral que hace "justicia a lo que ha pasado en el País Vasco desde hace 40 años". "El nacionalismo y ETA los echó y la democracia les tiene que devolver la puerta de su tierra".
También propone que los partidos políticos necesiten un 3% de los votos para sacar un escaño, precisamente para que el PNV y Eh Bildu no estén en el Congreso: "No estoy dispuesto a que un 5% de españoles que quiere hundir a España y cargársela condicione a los españoles que vamos de la mano", ha espetado.
Ya en su despedida, Rivera ha agradecido la "valentía" de sus simpatizantes y ha alertado a los renterianos: "Euskadi no es vuestro [...]. Nunca lo vais a lograr, se ha quedado mucha gente por el camino como para que ahora nos rindamos con cacerolas o lazos amarillos. ¡Gora España!", ha exclamado.