Los cisnes de Pertegaz levantan el vuelo
- La división femenina de la firma se relanza apostando por un 'lujo mate'
- Un equipo de un taller gallego se hace cargo de las colecciones
El mítico vestido de cóctel realizado en faille de seda roja, con escote palabra de honor y gran lazada, que Manuel Pertegaz creó en 1980 ha sido el punto de partida para llevar a cabo la colección con la que la firma empieza a escribir una nueva página de su historia. Tras la muerte del maestro, en agosto de 2014, su legado se ha gestionado a a través de distintas empresas que controlaban las licencias de moda femenina, moda masculina y perfumería.
La línea de mujer está en manos de Jealfer (empresa familiar con sede en Boiro (A Coruña) desde 2018, cuatro años después de que muriera el modisto, aunque desde 1995 se encargaba de hacer las prendas de punto. Ahora Jealfer reinventa el estilo 'Pertegaz' y lo actualiza para, según sus propias palabras, ofrecer "una oda al atrevimiento y la sencillez". Además, subraya el objetivo que se ha propuesto: poner en valor el trabajo artesanal, el corte y el patronaje y la exquisita selección de tejidos.
Lejos de caer en nostálgias, la firma mira al futuro y se centra en seducir a una nueva clienta, con un producto enmarcado en el estilo prêt-à-couture similar al que tienen Carmen March, The 2nd Skin Co, Teresa Helbig, Jorge Vázquez e incluso Delpozo. Purificación Alonso, consejera delegada de Jealfer, habla con entusiasmo de esta colección, llamada, #MUYPERTEGAZ. Más que un nombre, una etiqueta para tener una presencia fuerte en redes sociales.
“Es una colección de prêt-à-porter que se basa en el 'lujo mate' porque huye de la superficialidad y el efectismo”, dice Alonso. "Las prendas las ha diseñado el equipo creativo de Jealfer en colaboración con la casa Pertegaz de Barcelona, propietaria de la marca, para garantizar que la herencia del maestro quede intacta y actualizando su legado. La colección va a ser muy completa, estamos haciendo un total look con mucha personalidad.¡Va a sorprender!", dice.
La campaña es muy atractiva y muestra prendas sofisticadas pero tranquilas, volúmenes exágerados pero a la vez contenidos y formas agrandadas pero controladas. Para el día se apuesta por un estilo "muy urbano y cortes sastre", y para la noche se eleva la intensidad estética con piezas que "casi rozan la ostentación". La bandera de tejidos con la que se ha trabajado lleva brocados, devorés, paños de cashmere, lana fría y tafetán de seda. Hay lisos potentes pero también se utilizan flores, pata de gallo y el 'retro' estampado pañuelo. Los bordados y las aplicaciones de piedra, cristal y plumas se dejan para los looks más glamurosos, manteniendo siempre una coherencia con el trabajo de Manuel Pertegaz que se aprecia también en la paleta de color: turquesa, naranja, rosa palo y coral.
La coleccción textil se completa con una línea de calzado que incluye sandalias con broches labio, zapatos de salón, botas cowboy y bailarinas. Siempre con el logo o anagrama de la casa, grandes lazadas o pedrería. El tono fucsia uno de los nuevos códigos de la casa en esta nueva etapa y con él se han teñido las etiquetas.
Para la imagen de lanzamiento se ha contado con la casa Tolentino Hats, la mejor valorada del momento, y la más reclamada. Manuel y Felipe, sus directores creativos, han reinterpretado los tocados clásicos de Pertegaz, trabajando de forma artesanal cada pieza y utilizando terciopelo y aplicaciones de plumas, lazos y tul.
Mientras, la empresa que posee la licencias de hombre, Interlimsa, seguirá operando de forma independiente, como confirma Guillermo Roger, su responsable. Se creó en 1997 y trabajó con el señor Pertegaz durante años. "Jealfer hará la colección femenina y nosotros haremos la masculina y la de punto de mujer para Jealfer. Luego tenemos otros licenciatarios para los complementos de hombre", añade.
La tercera parte del negocio, la perfumería, se gestiona directamente desde Pertegaz en Barcelona. "Desde allí se intenta que todo tenga una imagen coherente, que esté todo en sintonía". Pero Alonso no piensa lo mismo."Ahora no todas las líneas están dirigidas al mismo público y es algo que queremos cambiar en un futuro".
Manuel Pertegaz fue una de las agujas más importantes de la moda española. Comenzó su andadura en 1942 y supo pasar de la costura al prêt-à-porter con éxito. En 1966 tenía setecientos empleados y su proyección internacional era enorme, siendo el primer modisto español en tener sus diseños en la Quinta Avenida de Nueva York. Tuvo mucha fama y reconocimiento en vida. En 2004 se le dedicó una retrospectiva en el Museo de Arte Reina Sofía y recibió el encargo de hacer el vestido de novia de Leticia Ortiz. Tras su muerte el apellido se ha mantenido vivo, sobre todo por los repetidos, aunque tímidos, intentos de relanzar su marca. Para Josep Font, toda la obra de Pertegaz está conectada por la elegancia. Estaba obsesionado con un tipo de mujer: sin curvas, de elegancia serena, frágiles. Su obsesión era vestir a 'sus cisnes'. Ahora el nuevo equipo trabaja para que vuelvan a moverse con elegancia y, además, que echen a volar. Quizá lleguen a detenerse en la Madrid Fashion Week.