'Assassin's Creed III Remastered', un lavado de cara sin carisma
- La tercera entrega de los asesinos regresa siete años después con una remasterización con luces y sombras
Hace ya siete años que Ubisoft estrenó 'Assassin's Creed III', con un salto al Nuevo Mundo con el que pretendió dar un nuevo aire a la saga, aunque fue un intento muy arriesgado tras cerrar la historia del personaje más carismático de los asesinos: Ezio Auditore.
La actual generación de consolas se está caracterizando por ser las más prolíferas en lo que a remakes y remasterizaciones se refiere, aunque no todos están teniendo la misma fortuna.
Hace apenas dos meses, el inicio de año trajo consigo el mejor reestreno del año hasta la fecha, el icónico 'Resident Evil 2', con el que Capcom dio una lección de cómo sacar el máximo rendimiento a un juego que vio la luz por primera vez hace 20 años.
En la línea de resucitar títulos míticos o, simplemente, intentar dar una nueva vida a un estreno que en su día dejó un sabor agridulce, Ubisoft Barcelona ha pretendido dar lustre a la tercera entrega de 'Assassin's Creed', introduciendo ciertas mejoras, además de la adaptación gráfica para la nueva generación.
En los primeros compases del juego, volvemos a meternos en la piel de Haytham Kenwey a modo de tutorial, antes de retomar la vida pasada de Ratonhnhaké:ton. Pocos minutos son necesarios para descubrir esas pequeñas modificaciones y notar que se podía haber hecho mucho más.
Entre mejoras y carencias
Uno de los grandes problemas que tuvo el juego en su estreno original fue la falta de un comando que nos permitiese entrar en modo sigilo, para los asesinatos por sorpresa, santo y seña de la franquicia.
Una 'falta' que se ha saldado en este levado de cara con la posibilidad de escondernos entre los arbustos y silbar para atraer al enemigo. Además, ahora se puede hacer una ejecución doble.
Desde el inicio, este 'pecado original' ha quedado expiado, aunque no será suficiente para que Ratonhnhaké:ton intente ocupar un lugar que parece destinado a no poseer entre el olimpo de los más famosos asesinos.
El método de control y lucha es donde más disonancia se encuentra en Assassin's Creed III. Se nota demasiado que se ha quedado obsoleto, sobre todo, teniendo en cuenta que los nuevos comandos introducidos en Origins y Odyssey sí lograron dar ese aire fresco que necesitaba la saga.
También el manejo en mar abierto sigue siendo meramente introductorio, a modo de experimento hasta el salto cualitativo que daría en 'Black Flag' con las batallas navales, quizá el último grande de la franquicia hasta la llegada de Bayek, Kassandra y Alexios.
Entre lo más destacable de este lavado de cara es que 'Assassin's Creed 3 Remastered' se puede conseguir con el pase de temporada de Odyssey, que además incluye todos los descargables y, también, el 'Assassin's Creed Liberation' en su versión remasterizada. Ubisoft también da la opción de adquirirlo por separado.
Conclusión:
'Assassin's Creed 3' no deja de ser un lavado de cara de uno de los títulos de la franquicia que peor sabor de boca dejó a los seguidores de la saga en su estreno original, allá por otoño de 2012.
Sin duda, entre sus fuertes está el gran contenido adicional y todas las expansiones que ofrece, lo que hace que sea una buena excusa para probarlo si en su día no se hizo. La mejora gráfica es notable, aunque no se puede decir lo mismo de su adaptación a los controles, que se han quedado en otra época tras las nuevas dinámicas de lucha introducidas en Origins y Odyssey.
Las buenas intenciones del departamento de Barcelona no han logrado aportar ese carisma que nunca tuvo Connor Kenway y del que se esperaba mucho más tras el salto de la franquicia al Nuevo Mundo con la 'Guerra de la Independencia'.