Los servicios de inteligencia no transmitieron la alerta de un posible atentado contra iglesias
- El presidente asegura que los servicios de seguridad no le transmitieron la alerta de India
- Ha anunciado el cese inminente de los responsables de seguridad
Sri Lanka reestructurará completamente sus fuerza de seguridad después de la cadena de atentados que el pasado domingo costaron la vida al menos a 321 personas. Así lo ha anunciado este martes el presidente del país, Maithripala Sirisena, quien ha asegurado que no recibió ninguna información previa que alertara de la posibilidad de los ataques.
"Reestructuraré completamente las fuerzas de seguridad y policiales en las próximas semanas. Espero cambiar a los jefes de los departamentos de defensa en 24 horas", ha declarado Sirisena en una comparecencia televisada.
El presidente asegura que los servicios de inteligencia no le informaron de un aviso proveniente de India que alertaba de la posibilidad inminente de atentados contra iglesias.
Avisos desde India
Según al menos tres fuentes consultadas por Reuters, los servicios de inteligencia indios advirtieron a su contraparte ceilandesa de la existencia de una amenaza específica a las iglesias horas antes del primer ataque. Los informes apuntaban al grupo islamista local National Thawheed Jama'ut (NTJ), a quien las autoridades señalan como autor de los atentados, aunque con ayuda extranjera.
Otra fuente del gobierno indio, también citada por Reuters, asegura que la primera alerta fue transmitida hace días, el 4 de abril.
No está claro si los servicios de seguridad ceilandeses llegaron a tomar alguna medida.
El NTJ no ha reivindicado aún los ataques. En cambio, el grupo yihadista Estado Islámico sí lo ha hecho, aunque esta reivindicación no ha podido ser confirmada. Entre los 40 sospechosos detenidos hay un ciudadano sirio.
El diario indio Hindustan Times asegura que la inteligencia india ha advertido de la posibilidad de que exista una segunda célula del NTJ lista para actuar.
Atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que dejó, según datos de la ONU, más de 40.000 civiles muertos, informa Efe.