Carlos Ghosn queda en libertad bajo fianza en Tokio

• La libertad provisional del expresidente de Nissan está fijada en unos 4 millones de euros, según fuentes judiciales
• Carlos Ghosn fue detenido el pasado 4 de abril por nuevas sospechas de negligencia financiera

Carlos Ghosn sale de prisión bajo fianza por segunda vez

El expresidente de Nissan Motor Carlos Ghosn ha quedado este jueves en libertad bajo fianza, después de que el tribunal que lleva su caso rechazara un recurso de la fiscalía que intentaba impedirlo.

Ghosn, con traje oscuro y sin corbata, abandonó el centro de reclusión en el que estaba desde el pasado 4 de abril hacia las 22.20 hora local, acompañado de un representante del equipo legal que lo defiende.

El también expresidente de Renault y de Mitsubishi, controlada por Nissan, se subió a una camioneta negra y partió con rumbo desconocido frente a decenas de periodistas que esperaban desde horas antes ante la puerta del centro de reclusión de Tokio.

Es la segunda vez que Ghosn queda en libertad bajo fianza después de que fuera arrestado por primera vez el 19 de noviembre de 2018. y quedó en libertad bajo fianza después de 108 días de detención provisional, el 6 de marzo pasado, pero el 4 de abril fue arrestado de nuevo por nuevos cargos levantados contra él.

Todo ello por irregularidades financieras cometidas presuntamente durante su gestión al frente de Nissan.

Condiciones establecidas

Las nuevas condiciones fijadas por el tribunal para su libertad bajo fianza incluyen la imposibilidad de que contacte a su esposa, Carole, a no ser que indique al juez la hora y el lugar donde pretende hacerlo.

Carole Ghosn ha sido citada por medios nipones como una de las personas que pudo beneficiarse de determinadas operaciones financieras irregulares que le atribuye a Ghosn la fiscalía de Tokio.

Ghosn quedó en libertad después de que sus abogados abonaran la fianza requerida, 500 millones de yenes (unos 4 millones de euros/4,46 millones de dólares), la mitad de lo que había pedido el tribunal para la anterior ocasión por cargos distintos a los de ahora

Un tribunal de Tokio había aceptado poner en libertad bajo fianza al expresidente de Renault y Nissan Motor Carlos Ghosn por los nuevos cargos que le fueron imputados, han informado fuentes judiciales.

Ghosn, con triple nacionalidad francesa, brasileña y libanesa, fue arrestado por primera vez el 19 de noviembre de 2018 y quedó en libertad bajo fianza después de 108 días de detención provisional.

A raíz de esa primera detención, la Fiscalía le acusó de tres cargos, dos de ellos por ocultar supuestamente a las autoridades parte de las compensaciones económicas pactadas con Nissan y la tercera por el presunto uso de fondos de la compañía para cubrir pérdidas financieras personales.

La tesis de la trampa

De nuevo fue arrestado el 4 de abril y acusado esta vez por supuesto abuso agravado de la confianza depositada por la empresa en él a causa del supuesto desvío de fondos de Nissan para cubrir gastos personales por medio de un distribuidor de Omán.

Todavía no se han especificado las condiciones de su libertad condicional. La vez anterior se le prohibió salir de Japón, y no tenía derecho a utilizar un teléfono inteligente conectado a Internet, y sólo tenía acceso a un ordenador durante una semana en horarios definidos en el bufete de su abogado.

Sin embargo, pudo reencontrarse con su familia - a su esposa Carole y a sus hijas que habían venido especialmente - en un apartamento alquilado en Tokio, registrado en el tribunal y del que no tenía derecho a ausentarse más de tres días.

Incluso antes de su primera liberación bajo fianza, el Sr. Ghosn utilizó varios medios - entrevista a algunos medios de comunicación, entre ellos la AFP, comunicados, comparecencia a petición suya ante un tribunal - para declarar su inocencia y denunciar un complot urdido por Nissan en su contra.

En un video reciente, grabado antes de su nuevo arresto pero hecho público unos días después, también insistió en la tesis de la trampa tendida por los dirigentes del fabricante de automóviles japonés para derribarlo y detener así el proceso de fusión Renault-Nissan que estaba preparando.

Su esposa, Carole Ghosn, lleva semanas movilizándose para denunciar el trato que recibe su marido, una campaña apoyada por varios abogados extranjeros como japoneses y organismos internacionales que consideran que el sistema judicial japonés no respeta los derechos de la defensa.