Guaidó libera a Leopoldo López y desafía a Maduro llamando a la sublevación en las calles de Venezuela
- El autoproclamado presidente pide movilizarse a militares y ciudadanos tras alzarse con un grupo de soldados en Caracas
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La crisis de Venezuela ha escalado este martes a una nueva fase con el desafío que Juan Guaidó, ha planteado al liberar de su arresto domiciliario a Leopoldo López, su mentor político y una de las figuras más reconocibles de la oposición, para después encabezar ambos a un pequeño grupo de soldados armados por las calles de Caracas, al tiempo que llamaban a los militares y al conjunto de los ciudadanos a sublevarse contra el Gobierno de Nicolás Maduro, que se ha visto obligado a movilizar a sus simpatizantes y a ratificar la lealtad de las Fuerzas Armadas.
El alzamiento, que Guaidó ha denominado Operación Libertad, buscaba atraerse el apoyo del grueso de las Fuerzas Armadas, convertidas en el principal sostén de Maduro, y, aunque no ha provocado una insurrección propiamente dicha, ha sacado a miles de personas a las calles de la capital, lo que ha derivado en tensión, disturbios y enfrentamientos graves con las fuerzas de seguridad.
Y, si bien la cúpula militar ha ratificado su adhesión al Gobierno chavista, la iniciativa erosiona un poco más la posición de Maduro, además de impulsar de nuevo la alternativa que representa Juan Guaidó, al que medio centenar de países -entre ellos, Estados Unidos y España- han reconocido como presidente interino, pero que carece del control efectivo de las instituciones y del territorio, que siguen en manos del líder chavista.
Leopoldo López, liberado
La ofensiva de la oposición arrancaba aún de madrugada, cuando Guaidó ha anunciado la liberación de Leopoldo López, el presidente del su partido, Voluntad Popular, y una de las figuras más representativas de la oposición, condenado a casi 14 años de prisión por su participación en las protestas contra el Gobierno de 2014.
López, que estuvo encarcelado desde 2014 hasta 2017 para después pasar a cumplir su sentencia en régimen de arresto domiciliario, ha podido salir de su casa, según ha explicado posteriormente Guaidó, después de que los agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) que le custodiaban cumplieran su "orden" al ofrecerles "amnistía y garantía de indultos".
Poco después, Guaidó difundía a través de las redes sociales un vídeo en el que aparecía junto a López y a un grupo de uniformados en las cercanías de la base aérea de La Carlota, en el este de Caracas, e insinuaba que estaba en marcha un levantamiento militar, al dejar caer que "la familia militar de una vez dio el paso" para unirse a él y conseguir "el cese definitivo de la usurpación", como la oposición llama a la permanencia de Maduro en el cargo.
Llamamiento a los militares y a la ciudadanía
“La familia militar de una vez dio el paso. A todos los que nos están escuchando: es el momento, el momento es ahora“
"El Primero de Mayo, el cese definitivo de la usurpación empezó hoy", señalaba Guaidó en la grabación, para después añadir: "Son muchos los militares. La familia militar de una vez dio el paso. A todos los que nos están escuchando: es el momento, el momento es ahora, no solo de la calma sino del coraje y la cordura para que llegue la calma a Venezuela, dios los bendiga, seguimos adelante. Vamos a recuperar la democracia y la libertad en Venezuela".
En el vídeo, el presidente de la Asamblea Nacional - el Parlamento venezolano- ha esgrimido su legitimidad para reclamar el apoyo de las Fuerzas Armadas: "Hoy, como presidente de Venezuela, como legítimo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, convoco a todos los soldados a todos, a toda la familia militar, a acompañarnos en esta gesta como siempre hemos, hecho en el marco de la Constitución, en el marco de la lucha no violenta".
Asimismo, Guaidó pedía a todos los venezolanos que salieran a las calles para derribar al Gobierno chavista: "Contamos con el pueblo de Venezuela hoy, las Fuerzas Armadas están claramente del lado, del pueblo están del lado de la Constitución, leales al pueblo de Venezuela, a su familia, al futuro, al progreso". Una petición que ha secundado Leopoldo López a través de Twitter, donde ha instado a los venezolanos a "salir a la calle pacíficamente".
Los opositores salen a la calle
El llamamiento de ambos líderes ha llevado a cientos de simpatizantes de la oposición a congregarse en el Distribuidor Altamira, la rotonda elevada junto a la base de La Carlota donde Guaidó y López se han apostado junto a unos 70 soldados -según el recuento de la agencia Reuters-, armados con ametralladoras y varios vehículos blindados.
Las fuerzas de seguridad han lanzado contra ellos gases lacrimógenos y, en un momento dado, se han escuchado disparos en la zona. Según la agencia Efe, al menos una persona ha resultado herida, sin que se conozcan las causas.
Posteriormente, los manifestantes se han enfrentado a los vehículos blindados de la Guardia Nacional de Venezuela, contra los que han lanzado objetos y artefactos incendiarios. Uno de esos blindados ha cargado contra la gente, atropellando a varios de ellos, sin que, por el momento, se sepa si ha habido heridos de consideración.
Concentración en Altamira
Para entonces, Guaidó y López habían abandonado el lugar y se habían unido a una concentración en el barrio de Altamira, uno de los feudos de la oposición en Caracas. Allí han sido jaleados por la multitud: "Llamen a todo el mundo y díganle que se vengan para acá", ha arengado a sus miles de seguidores, subido al techo de un coche.
“Vamos a seguir aquí pidiendo a esos militares que se incorporen a esta legítima lucha de todo el pueblo de Venezuela“
"Hoy nos queda claro que las Fuerzas Armadas están con el pueblo y no con el dictador", ha añadido, pese a que parecía evidente que elgrueso de la milicia no se había sublevado: "Vamos a seguir aquí pidiendo a esos militares que se incorporen a esta legítima lucha de todo el pueblo de Venezuela", ha deslizado.
Sus seguidores, mientras, le exigían mantener las protestas e incluso marchar hacia el palacio de Miraflores, la sede de la Presidencia. Aunque Guaidó no lo ha pedido explícitamente, la oposición sí ha instado a sus simpatizantes a que se mantengan en las calles: "Llegó la hora, calle sin retorno", señalaba un mensaje en su cuenta de Twitter.
Maduro moviliza a los suyos
Mientras tanto, el Gobierno venezolano ha respondido a lo que ha calificado de "golpe de Estado" movilizando, por un lado, a las fuerzas de seguridad y, por otro, a sus propios simpatizantes. Así, uno de los principales líderes chavistas, Diosdado Cabello, que ahora ocupa la presidencia de la Asamblea Nacional Constituyente -el Parlamento plenipotenciario puesto en marcha cuando la oposición se hizo con la Asamblea Nacional-, llamaba poco después del anuncio de Guaidó a congregarse frente a Miraflores para defender a Maduro.
"Invitamos a todo el pueblo de Caracas, véngase para el palacio de Miraflores, aquí estamos, si Dios quiere, vengan para Miraflores para que nos encuentre en el palacio defendiendo la revolución, defendiendo a nuestro pueblo, inmediatamente", ha declarado por teléfono a la televisión estatal VTV el que fuera vicepresidente con Hugo Chávez. Su petición ha surtido efecto y miles de chavistas han tomado las calles aledañas del palacio y de la sede del Partido Socialista Unificado de Venezuela, la formación que encabeza Maduro.
Con todo, lo más apremiante era garantizar, y hacer ver, que el Gobierno chavista conserva el respaldo de las Fuerzas Armadas. Pocas horas después del alzamiento de Guaidó, Nicolás Maduro aseguraba a través de un mensaje en Twitter que cuenta con el apoyo de los militares: "¡Nervios de Acero! He conversado con los Comandantes de todas las REDI y ZODI del País, quienes me han manifestado su total lealtad al Pueblo, a la Constitución y a la Patria. Llamo a la máxima movilización popular para asegurar la victoria de la Paz. ¡Venceremos!".
La cúpula militar, con Maduro
El mensaje se ha reforzado con una comparecencia televisada del ministro de Defensa, Vladimir Padrino, flanqueado por la cúpula militar, en la que no solo ha ratificado su apoyo a Maduro, sino que ha destacado que "el 80% de los hombres que fueron a ese distribuidor [en alusión a los soldados que acompañaban a Guaidó] fueron engañados" y calificaba el "intento de golpe de Estado" de "insignificante", para después apostillar: "Le hemos dado muy pronta respuesta".
Padrino, además, ha responsabilizado a la oposición de "todo acto de violencia, muerte o baño de sangre" que ocurra durante las protestas, que siguen produciéndose en las calles de Caracas.
La tensión, lejos de mitigarse, apunta a que crecerá en las próximas horas, puesto que Juan Guaidó había convocado a sus seguidores a salir en masa a las calles este miércoles 1 de mayo, cuando el chavismo también tiene previsto manifestarse para celebrar el 1 de mayo, lo que puede acentuar la fractura social de Venezuela.
EE.UU. presiona en favor de Guaidó y España marca distancias
La sublevación de Juan Guaidó ha suscitado la inmediata reacción de la comunidad internacional, de nuevo dividida entre partidarios y detractores del Gobierno chavista. Así, el principal aliado internacional del autoproclamado presidente, Estados Unidos, ha pedido a los militares venezolanos que apoyen el levantamiento, por boca de John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump.
“Las FANB deben proteger la Constitución y al pueblo venezolano. Deben respaldar a la Asamblea Nacional y a las instituciones legítimas contra la usurpación de la democracia. Estados Unidos está con la gente de Venezuela”, ha tuiteado Bolton, dejando claro el apoyo de Washington a la iniciativa de Guaidó.
También los gobiernos de Argentina, Colombia, Panamá o Chile han respaldado el levantamiento, mientras que los aliados del chavismo, como Turquía, Rusia, Bolivia y Cuba, lo condenaban: "Rechazamos este movimiento golpista que pretende llenar de violencia al país. Los traidores que se han colocado al frente de este movimiento subversivo, han empleado tropas y policías con armas de guerra en una vía pública de la ciudad para crear zozobra y terror", ha escrito en Twitter el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
Desde España, el Gobierno de Pedro Sánchez ha marcado distancias, pese a haber reconocido a Guaidó como presidente interino. Así, la ministra portavoz, Isabel Celaá, ha recalcado que el Ejecutivo "no respalda ningún golpe militar" y apuesta por "un proceso democrático pacífico" en Venezuela. "Deseamos con todas nuestras fuerzas que no se produzca un derramamiento de sangre", ha subrayado.
En la misma línea se ha situado la Unión Europea, que ha apelado a "una solución política y pacífica" para la crisis en Venezuela. "Estamos siguiendo los acontecimientos sobre el terreno", se ha limitado a decir en rueda de prensa la portavoz de la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común, Maja Kocijancic, que ha evitado valorar el alzamiento de Guaidó: "La situación se está desarrollando ahora. No puedo entrar en los comentarios sin tener todos los hechos", ha zanjado.