Más de 330 detenidos en París en las manifestaciones del Primero de Mayo
- Black blocs y "chalecos amarillos" radicalizados se han colado en las marchas provocando disturbios antes de su inicio
- La policía ha llevado a cabo más de 17.700 registros, entre los 280 detenidos se encuentran tres españoles
Más de 330 personas han sido detenidas en París durante la celebración del Primero de Mayo, según la Policía francesa. Integrantes del grupo denominado black blocs y "chalecos amarillos" radicalizados se han colado entre los congregados en la marcha por el Día Internacional de los Trabajadores convirtiendo la concentración en un campo de batalla antes de su comienzo y durante su recorrido.
Las autoridades han desplegado a más de 7.400 efectivos policiales, que desde primera hora han realizado controles y detenciones preventivas. Hasta las 18.00 horas han llevado a cabo más de 17.706 registros, han detenido a 330 personas, entre ellas 3 españoles y 220 personas permanecen bajo custodia policial, según ha informado la prefectura de Policía de París. Ademças otras 50 personas han sido detenidas en otros puntos del país.
Los enfrentamientos entre estos activistas radicales y la policía han comenzado en torno a las 13.00 horas, hora y media antes del inicio de la manifestación más multitudinaria, la convocada por el sindicato Confederación General del Trabajo (CGT), que según el Ministerio del Interior ha movilizado a unas 28.000 personas, mientras que en toda Francia se han manifestado 164.500. Según la organización Ocurrence, la cifra de manifestantes en la capital asciende a 40.000.
Interior también ha facilitado las cifras de heridos durante la jornada. Según sus datos, 24 manifestantes han resultado heridos leves, mientras que entre las fuerzas del orden han sido 14 los que han necesitado atención sanitaria.
El secretario general de la CGT abandona la marcha
El secretario general del sindicato, Philippe Martinez, se ha visto obligado a abandonar la marcha temporalmente a causa de los enfrentamientos y ha denunciado la violencia policial, ya que para reprimir los actos violentos, los antidisturbios han llevado a cabo cargas y lanzado gases lacrimógenos.
Martinez, cuyo mensaje reivindicativo del Primero de Mayo ha quedado totalmente desplazado por los incidentes, ha destacado que están "muy satisfechos con la amplitud de la manifestación" y que las otras 225 marchas celebradas en Francia se desarrollaron sin problemas importantes.
Otra de las centrales organizadoras de la convocatoria de París, la Federación Sindical Unitaria (FSU), se ha retirado de la manifestación, ante la gravedad de los altercados.
Nuevos choques durante la marcha
Una vez que la marcha inició su recorrido desde la estación de Montparnasse hacia la plaza de Italia -un trayecto en el que se había decretado el cierre de 600 establecimientos comerciales para evitar daños- se han producido nuevos choques entre los conocidos como black blocs y la Policía.
La situación continuaba siendo muy tensa durante la tarde en los alrededores de la plaza de Italia, punto en el que finalizaba la marcha de CGT, donde estos grupos violentos han montado barricadas y han provocado destrozos en algunos locales comerciales de la zona. También se están produciendo intercambio de botes de gases lacrimógenos y adoquines, mientras que la policía utiliza camiones de agua.
Según explica la corresponsal de TVE en París, Marisa Rodríguez Palop, la policía ha puesto en marcha en esta plaza la misma estrategia que durante las manifestaciones de los "chalecos amarillos": no permite salir a nadie para que los violentos no se dispersen por las calles aledañas.
La capital francesa celebra todos los años una de las concentraciones más emblemáticas el Día del Trabajo, ya el pasado año los conocidos como black blocks (que defienden el uso de la violencia en las protestas) dejaron su huella en la manifestaciones provocando disturbios en los que también fueron detenidos unos 270 extremistas.
Por eso, el operativo policial se ha establecido teniendo en cuenta el cálculo del ministro de Interior, Christophe Castaner, de que entre 1.000 y 2.000 "activistas radicales", entre los que podría haber algunos llegados de los países vecinos, podrían infiltrarse.
El presidente del país, Enmanuel Macron, está siguiendo al detalle lo que sucede en las calles desde el palacio del Elíseo, donde celebra el Primero de Mayo con profesionales de la hostelería.