La hostilidad contra los periodistas crece incluso en los países democráticos
- En 2018 fueron asesinados 66 periodistas y ya son 10 en lo que va de año. México y Afganistán son los países más mortíferos
- La hostilidad hacia los informadores crece en los países democráticos, con ejemplos como Vox, Trump, Bolsonaro o Salvini
Puede que baje este año baje el número de periodistas asesinados (según la ONG Campaña Emblema de Prensa), pero la situación de la libertad de prensa y la seguridad general de los periodistas es peor que hace doce meses. Y lo es por el deterioro que se vive en los países democráticos. Incluso aquí mismo, en España.
[En directo, el especial por el Día Mundial de la Libertad de Prensa en Radio 5]
La reciente campaña electoral con el veto a periodistas en diversos actos de Vox o la petición de este partido de cerrar televisiones ha demostrado que la libertad de prensa en España está amenazada, denuncian a Efe las organizaciones periodísticas, que apuestan por "hacer periodismo por encima de todo".
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Reporteros sin Fronteras (RSF), la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI), la Asociación de la Prensa (APM) y la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) reclaman al futuro Gobierno medidas urgentes para afrontar los problemas del sector.
Vetos y amenazas en España
Lo hacen con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se celebra cada 3 de mayo, y tras constatar el comportamiento de VOX excluyendo a varios informadores de sus actos durante la pasada campaña, una actuación que ha negado Vox porque considera que lo que se está produciendo es un "veto" y una "manipulación de la realidad" de los medios hacia esta formación.
A esta actitud "completamente reprobable", se suma la todavía vigente conocida como "ley mordaza" que hace más necesario si cabe la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información.
"Vetar a los medios de comunicación que no comulgan con tus ideas políticas es inaceptable en una sociedad democrática y está completamente fuera de lugar", alerta el presidente de la sección española de RSF, Alfonso Armada.
Una práctica que "copia instintos e iniciativas muy poco edificantes" de dirigentes como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, o el de Hungría, Viktor Orbán, achaca.
La respuesta de los medios
Frente a este tipo de comportamientos "tóxicos y peligrosos", Armada apuesta por "seguir informando aunque no te dejen" y aboga por una "respuesta unánime" de la profesión: "Los medios deberían ser más solidarios y condenar cualquier restricción de coberturas informativas".
"Ante las amenazas de cerrar medios y limitar el acceso a los periodistas a la información protagonizado por Vox esta campaña, la mejor respuesta siempre es más libertad de expresión y hacer periodismo por encima de todo", opina el presidente de la FAPE, Nemesio Rodríguez.
Insta por ello al futuro Ejecutivo a adoptar medidas que "contrarresten" la ofensiva de quienes quieren evitar que los periodistas ejerzan un control independiente del poder.
Desde la PDLI, su secretaria general, Yolanda Quintana, recuerda que cualquier agente político está obligado a rendir cuentas y que los encargados de exigírselas son los medios de comunicación.
"No es algo opcional que un político pueda elegir qué medios cubren o no su actividad porque responde a un derecho constitucional como es el derecho a la información a la ciudadanía", subraya.
Con preocupación ha asistido la APM a los vetos impuestos por Vox, comenta su presidenta, Victoria Prego, quien también advierte a los dirigentes políticos que "deben someterse al escrutinio de la opinión de los ciudadanos".
"Para ello es necesario ser transparentes y no poner trabas al trabajo de los informadores", puntualiza.
Medios independientes del poder
Coinciden todos los responsables de estas organizaciones en exigir al futuro Gobierno la derogación de la "ley mordaza", además de impulsar una "solución definitiva" que permita concluir el concurso público para renovar el Consejo de Administración de RTVE.
"El respeto a la independencia de los profesionales por parte del Gobierno tiene que estar garantizado, aunque es difícil porque la tentación de manipular y utilizar unos instrumentos tan potentes como la radio y la televisión públicas, siempre está ahí", avisa Armada.
Lamentan además que la extrema polarización de la política catalana haya impedido el libre ejercicio del periodismo y haya convertido a los informadores en una de las principales víctimas, "con insultos y agresiones" en algunos casos, detalla Rodríguez.
"Nos hemos convertido en enemigos del pueblo o indeseables y hay una especie de licencia para acosar y pegar a los periodistas (...). Este tipo de acoso tiene que terminar y el Gobierno ahí puede hacer algo: predicar con el ejemplo", sugiere el presidente de RSF.
La vulneración del derecho al secreto profesional es otra de las amenazas a las que se enfrentan los informadores. Por ejemplo, en Baleares un juez ordenó incautar ordenadores y teléfonos a dos periodistas que investigaban el conocido "caso Cursach".
En estos casos, precisa Quintana, lo que está en riesgo no es sólo el derecho sino la obligación del periodista de proteger la identidad de la fuente y también la obligación y el derecho de la ciudadanía a informarse.
La FeSP por su parte ha hecho un llamamiento a movilizarse en defensa de las libertades, el periodismo y el derecho a la información de la ciudadanía.
Libertad de prensa en el mundo
En 2018 tuvo especial repercusión el asesinato del periodista de Arabia Saudí Jamal Khashoggi. Reporteros sin Fronteras cifra en 66 los periodistas asesinados en 2018 en todo el mundo por hacer su trabajo. En lo que va de año van ya 10 casos, y hay al menos 174 informadores en prisión.
En su ranking anual, esta organización concluye que el país que mejor trata a su prensa es, por tercer año consecutivo, Noruega. Y el peor para ejercer el periodismo es Turkmenistán, que desplaza a Corea del Norte. Sin embargo son México y Afganistán donde más muertes se producen. España se situa en el puesto número 29 de este ránking, en la zona segura para la prensa.
El informe de RSF constataba que Asia en su conjunto es el continente más peligroso para los periodistas. El norte de África forma, junto a Oriente Medio, "la zona más difícil y complicada para ejercer la profesión de periodista", recuerda el director regional de la organización Reporteros sin Fronteras (RSF), Souhaieb Khayati. En Libia, por ejemplo, habla de "éxodo masivo" de periodistas por la "total impunidad" ante las agresiones.
Túnez es el único país que pueede considerarse una "excepción" en el mundo árabe musulmán y se coloca el puesto 72 de un total de 180 países que participan en este índice anual de libertad de prensa. Le siguen de lejos Marruecos y el Sáhara Occidental, que se mantienen en la posición 135 por segundo año consecutivo.
Se constata también que en Europa se ha producido un retroceso en la seguridad para los informadores. Y en todos los países democráticos.
Son notables las salidas de tono con la prensa de Donald Trump, que no duda en vetar a periodistas y criticar la "hostilidad" de los informadores con su gobierno. O las faltas de respeto de otros dirigentes como el brasileño Jair Bolsonaro o el húngaro Victor Orbán.