El jefe de los antidisturbios de los Mossos el 20S declara que Sànchez les dijo "largaos de aquí" aunque luego colaboró
- El testigo tilda de "altiva" la actitud inicial de Sànchez, que llamó supuestamente a alguien del Govern: "Saca a la BRIMO de aquí"
- Otros dos mandos de Mossos niegan injerencias políticas de Forn: "Nunca hemos recibido ninguna orden"
La sorpresa de la jornada número 39 del juicio del 'procés' salta al filo de las doce del mediodía de la mano de un testigo de la defensa que se convierte de repente en casi un testigo de cargo. El inspector jefe responsable el 20S de la BRIMO -los antidisturbios de los Mossos- afirma que ese día el entonces presidente de la ANC, Jordi Sànchez, les espetó que se largaran de la Consellería de Economía. El testigo revela además que, tras su negativa a marcharse, el líder soberanista advierte de que va a llamar al "president y al conseller" y cogiendo su telefóno contacta con alguien a quien le dice: "Trapero está loco. Ha perdido la chaveta. Saca a la Brigada Móvil de aquí". Eran sobre las 21.15 horas.
No obstante, el ahora intendente de los Mossos, propuesto por la defensa del exconseller de Interior Joaquim Forn, ha insistido varias veces a lo largo de su declaración en que esta actitud inicial "altiva, prepotente y muy complicada" de Jordi Sànchez cambió "completamente" después, como de la "noche al día", y que les acabó ayudando "calmando los ánimos" para que él pudiera llegar a la Consellería para sacar a la comitiva judicial.
El relato de este testigo, que también ha explicado que los concentrados les abuchearon y les lanzaron botellas cuando intentaron sin éxito llegar al edificio usando el cordón de voluntarios en un primer momento, recuerda sin embargo más a las declaraciones de los tenientes de la Guardia Civil encargados del registro, que dijeron que Sànchez llevó la "voz cantante" en las negociaciones, que a las de los mediadores de los Mossos, que destacaron la "colaboración" en todo momento del entonces presidente de la ANC.
"Da por hecho que él me puede decir a mí que retire la unidad móvil [de antidisturbios]", ha señalado el responsable policial, que ha señalado que la actitud del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, fue "mucho más colaboradora" en todo momento aunque la de Sànchez lo fuera también finalmente tras el primer choque inicial.
"Esto que estás haciendo no es lo que hemos acordado"
El testigo ha explicado que él tenía la orden de llegar a la Consellería de Economía y facilitar la salida de la comitiva judicial pero que hacia las 21.15 horas, cuando se quedan "bloqueados", un subinspector le comunica que Sànchez, que estaba en ese momento con Cuixart y Lluis Llach, quiere hablar con él. "Esto que estás haciendo no es lo que hemos acordado, largaos de aquí", asegura el testigo que le dijo Sànchez en un primer momento. El intendente ha explicado que él le respondió que tenía una orden que cumplir y que entonces Sànchez le dijo que iba a llamar al "president y al conseller" y que se iba "a largar de allí".
Este mando de los Mossos asegura que entonces el presidente de la ANC cogió su teléfono y que habló con alguien -no sabe con quién- y que le dijo "Trapero está loco, ha perdido la chaveta, saca a la Brimo de aquí". "Luego se dirige a mí y me dice que en breve Trapero recibirá una llamada y que nos iremos de allí. Mi respuesta es que puede llamar al papa de Roma que, si no me da la orden mi cadena de mando, yo voy a llegar a la Consellería", ha añadido el testigo.
En ese momento y consciente de que esta revelación puede perjudicar a su defendido, el abogado del exconseller de Interior, Javier Melero, pregunta rápidamente si recibió alguna "interferencia" después de que Sànchez realizara esa supuesta llamada a un miembro del Govern. El testigo explica que "ninguna", que tras este choque él llamó a su superior y que este le reiteró que la orden que tenía que cumplir era alcanzar al Consellería y sacar a la comitiva judicial.
Fue en ese momento, ha proseguido, cuando su subinspector le dice que Sànchez quiere volver a hablar con él. "En ese momento su actitud ha cambiado completamente, es una persona mucho más correcta y conciliadora, hasta tal punto que le pedí el teléfono móvil y lo utilicé [después]. Cambió, me ofreció su ayuda, colaboración y coordinación. Dijo que él intentaría calmar los ánimos de los ciudadanos para que yo pudiera llegar a la Consellería".
"Ni con el séptimo de caballería se podía llegar"
El inspector jefe de la BRIMO el 20S ha explicado también las dificultades que él mismo tuvo para alcanzar la Consellería de Economía cuando él llega a la zona, ya por la tarde. Ha explicado que intentó usar el cordón de voluntarios pero que desistió después de que uno de sus hombres recibiera un botellazo. Llamó entonces a su superior para decirle que "los ánimos de las personas no estaban en condiciones" de que él pudiera acceder a Economía "de forma pacífica".
El mando de los Mossos ha explicado que desde el principio descartó hacer una intervención de orden públicos, es decir cargas policiales, porque podría haber provocado una "avalancha". La densidad de los concentrados era tal, ha asegurado el testigo, que ni el "Séptimo de Caballería" hubiera podido alcanzar la puerta. "Es como si en un concierto has llegado el último y te dicen que tienes que llegar al escenario", ha dicho gráficamente el responsable policial, que ha añadido que le dejó "mal sabor de boca" no haber podido sacar a la comisión judicial antes.
Solo intervienen ya por la noche, cuando el grueso de los concentrados se habían ido después de que Sànchez y Cuixart desconvocaran, cuando les informan que desde el helicóptero que vigilaba desde el aire los vehículos de la Guardia Civil se ve como están "rompiendo los cristales" y sacando material y que hay riesgo de que encuentren las armas.
Un sargento del cuerpo de escoltas de los Mossos ha destacado que la actitud de los concentrados fue "reivindicativa, intensa, pero pacífica" y que él no observó en ningún momento "hostilidad" por parte de Sànchez cuando hablaba con los tenientes de la Guardia Civil aunque "había ratos más distendidos y otros más tensos" por la situación que había fuera. También ha comparecido un miembro de la ANC que colaboró en mantener el cordón de seguridad, Pere Miralles, quien ha señalado que el líder de la ANC le pidió que garantizara que "en todo momento" se pudiera entrar y salir con fluidez" por él.
Dos mandos de los Mossos niegan injerencias políticas de Forn
Las declaraciones de la decimotercera jornada del juicio las ha abierto el consejero del sindicato de mandos de los Mossos d'Esquadra Sicme, Josep Guillot, quien ha calificado de "irresponsable y peligroso" que el exconseller Forn hiciera declaraciones en las que aseguraba que los Mossos permitirían votar el 1-O aunque las ha enmarcado dentro de la "retórica política". El testigo ha negado que recibieran injerencias y ha asegurado que de haber sido así lo hubieran denunciado.
El comisario Sergi Pla también ha negado que hubiera órdenes políticas para permitir el referéndum. "Nunca hemos recibido ninguna orden, ni el mayor Trapero la hubiera admitido, ni la hubiera ordenado. Evidentemente los comisarios no la hubiéramos cumplido. Nos jugábamos nuestro prestigio y la continuidad del Cuerpo".
Las declaraciones de la mañana las ha cerrado el concejal y exalcalde de Barcelona Xavier Trias, que ha destacado que el ambiente de la concentración ante el Economía el 20S fue en todo momento "pacífica".
La sesión ha terminado con la declaración de Javier Pacheco, entonces secretario general de CCOO de Cataluña, que ha explicado que llamaron a movilizarse el 20S ante lo que creían que en ese momento era una "vulneración del autogobierno". El interrogatorio por parte de una de las abogadas de Cuixart ha hecho que el presidente de la Sala, Manuel Marchena, haya reconvenido a la letrada porque "el testigo no puede venir al juicio a leer manifiestos sindicales".