Vox no aclara si se aliará con partidos europeos de extrema derecha en su primer debate electoral
- Su candidato adopta un tono moderado en el debate de La Sexta con los cabezas de lista al Parlamento Europeo
- El resto de partidos también evitan el barro, en un debate con más consenso que encontronazos | Especial: elecciones europeas
Si alguna lección han arrojado los resultados de las recientes elecciones generales es que los españoles prefieren el centro a los extremos del espectro político. Quizás por eso el primer debate de las elecciones europeas, organizado este domingo por La Sexta, ha arrojado escasos rifirrafes, poco barro entre los contrincantes y más puntos en común de lo habitual.
Y quizás por eso, también, el candidato de Vox, en el que era el primer debate electoral en el que participaba la formación, ha esquivado aclarar si su partido compartirá grupo parlamentario con otras formaciones de extrema derecha en la Eurocámara, con el fin de no vincularse a partidos como la Liga de Matteo Salvini, la Agrupación Nacional de Marine le Pen o el Brexit Party de Nigel Farage.
"Lo veremos a partir del 27 de mayo. No lo tenemos decidido", ha señalado Jorge Buxadé ante las preguntas directas en ese sentido de la moderadora, Ana Pastor, antes de deslizar que Vox ha mantenido reuniones con el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, en el que se incluyen, entre otros, el Partido Conservador británico o el Partido Ley y Justicia polaco, abiertamente euroescépticos.
Buxadé, en cualquier caso, ha hecho gala de que "toda Europa está esperando ver donde se coloca Vox", que, como confirman las encuestas, será la nueva incorporación desde España en el Parlamento Europeo, que ya cuenta con hasta dos grupos parlamentarios distintos con partidos ultranacionalistas o de extrema derecha: Europa de la Libertad y la Democracia Directa, donde se encuadran los brexiteers como Farage, y Europa de las Naciones y las Libertades, donde está Marine le Pen.
A vueltas con la euroorden
Porque más allá de esa incógnita, el debate ha arrojado, en general, más diferencias de matiz que verdaderas divergencias: todos los partidos se han dicho a favor, como no podía ser de otra manera, de impulsar el empleo y la innovación desde Bruselas, de proteger las ayudas europeas a los agricultores españoles, de luchar contra el cambio climático o de una inmigración regulada. Y en la importancia de unas elecciones que, pese a sus esfuerzos, no consiguen atraer la atención de los españoles.
El formato del debate, que en poco más de una hora ha abordado numerosos temas intentando recabar las propuestas de cinco partidos distintos, tampoco favorecía profundizar en los asuntos ni recalcar las diferencias. Aunque algunas, por supuesto, han aflorado.
Así, por ejemplo, la candidata de Unidas Podemos, María Eugenia Rodríguez Palop, ha sido la única en no suscribir la ampliación de los delitos en los que la aplicación de la eurorden es inmediata, una reforma que ha planteado el candidato socialista, Josep Borrell, sin especificar delitos concretos, pero que han hecho suya de inmediato PP, Ciudadanos y Vox, con un objetivo concreto: incluir la sedición y la rebelión para evitar casos similares a los del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al que la Justicia alemana rechazó entregar por esos delitos.
"Algunos se han aprovechado, como el señor Puigdemont, para evadir la acción de la justicia", ha señalado el cabeza de lista de Ciudadanos, Luis Garicano, que ha prometido no votar al nuevo comisario de Justicia si no se compromete a iniciar esa reforma de la orden europea de detención y entrega. "Es demasiado expeditivo", le ha reprochado Borrell, mientras Palop señalaba que "no hay que reformar nada ad hoc", por un caso concreto, una normativa.
Rifirrafes
Vox, por su parte, se ha dicho en contra de la creación de un seguro europeo de desempleo que complemente la prestación española, algo en lo que han coincidido Garicano, Borrell y Palop, La candidata del PP, Dolors Montserrat, ha dejado claro "lo primero es crear empleo", pero también ha apostado por "un fondo para ayudar a los países que superen una tasa de paro" y "que Europa ayude a complementar el desempleo".
Buxadé también ha rechazado la armonización de impuestos en la Unión Europea, una postura coherente con un partido que concibe el club como un conjunto de "Estados soberanos que cooperan voluntariamente", mientras que Borrell replicaba a Buxadé que hay que avanzar hacia una soberanía común: "No se trata de robar soberanía. Vamos a compartir soberanía: voluntariamente vamos a decidir seguir juntos".
Ha sido uno de los pocos rifirrafes, como el que ha enzarzado a Dolors Monserrat y a Luis Garicano a cuenta del rescate bancario de 2012: la candidata del PP presumía de que la política económica de su partido había logrado evitar un rescate cuando el cabeza de lista de la formación naranja le ha espetado que "el rescate lo tuvimos, y se debió en gran parte al saqueo de las cajas que ustedes hicieron".
Borrell también ha tenido un par de enganchones con Garicano a cuenta de la política fiscal, al tiempo que soportaba las invectivas que le ha lanzado Montserrat, quien le ha reprochado, entre otras cuestiones, que la ministra de Economía, Nadia Calviño, quisiera reducir las asignaciones de la Política Agraria Común cuando era directora general de Presupuestos en Bruselas y que el PSOE se desmarcara del grupo socialista para no apoyar a Miguel Arias Cañete como comisario europeo.
La inmigración, asunto clave
Palop, por su parte, se ha mostrado muy molesta cuando Garicano ha dejado caer que Unidas Podemos no cree que en el proyecto europeo: "Otra cosa es que queramos cambiar cosas en Europa", ha dicho, mientras afeaba a Ciudadanos que se apoye en Vox para gobernar en Andalucía. De hecho, la candidata de Unidas Podemos ha tenido con Buxadé el choque más duro de la noche, al reprocharle que le interrumpiera cuando se debatía la inmigración: "A un alumno de primero de carrera si me interrumpe le expulso de clase", ha zanjado.
En el asunto de la inmigración es donde el candidato de Vox ha marcado mayores distancias con el resto de partidos, al reclamar "defender las fronteras de la Unión Europea" y "tolerancia cero con la inmigración ilegal". Palop, que ha pedido vías seguras para los refugiados, le ha recordado que "la ley actual "permite las devoluciones en caliente en la frontera y, por lo tanto, impide que se haga una evaluación detallada e individualizada que vulnera la legalidad internacional".
Borrell, que ya había advertido de la "ofensiva populista", ha recalcado que la inmigración es "el disolvente más grave que tiene hoy la Unión Europea", al tiempo que admitía que no hay soluciones inmediatas y que se necesita una política común "solidaria" para regular un fenómeno que, además, es necesario para proveer de trabajadores a la envejecida Europa. En una línea similar, Montserrat y Garicano han apostado, respectivamente, por "una inmigración legal, ordenada y vinculada siempre al trabajo" y por "canalizar la inmigración legal con un sistema de puntos".
Tras este primer asalto, los candidatos europeos tendrán la oportunidad de volver a contrastar sus propuestas en RTVE, que ha ofrecido un debate a seis, incluyendo a Ahora Repúblicas -la coalición que agrupa a ERC, EH Bildu y BNG-, para el próximo 22 de mayo.