Borrell apuesta por "más unidad" para garantizar la supervivencia de una UE "más amenazada que nunca"
- El candidato socialista define su proyecto contra los "enemigos" de la UE y pide el "compromiso de los ciudadanos"
- Especial elecciones europeas
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en funciones y cabeza de lista del PSOE en las elecciones al Parlamento Europeo, Josep Borrell, ha defendido la neceisdad de "unir más y compartir soberanía" en la Unión Europea para "sobrevivir" y "seguir siendo competitivos" en un momento en el que el proyecto común "está más amenazada que nunca".
En un largo discurso en el que ha desgranado sus propuestas para Europa, Borrell ha reclamado la importancia de estas elecciones aunque las encuestas digan "que solo una cuarta parte de los españoles saben que hay unas elecciones europeas", porque al proyecto común "le han salido muchos enemigos y adversarios".
El primero de ellos, ha apuntado es "el presidente de EE.UU. [Donald Trump], que día sí y día también cuestiona el proyecto europeo", pero "si hacemos una lista la lista sería larga". Putin, China, el Brexit... "hay muchos países en la europa central y oriental que son manifiestamente euroescépticos", ha recordado Borrell, que ha dejado a un lado su papel ministerial y sus aspiraciones personales para defender sus ideas como candidato.
"Hasta ahora, Europa la han hecho los políticos, han sido las élites europeas las que han dirigido el proceso con un consenso permisivo de la gente", ha explicado Borrel, que cree que "ese consenso se ha acabado" porque "ya no será suficiente con que las élites sigan hacia delante porque ellos lo ven claro". Para el ministro, no basta con "esta concepción ilustrada" y "hace falta un compromiso de los ciudadanos".
En un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum, Borrel ha enumerado los diez puntos calve de su programa europeo que pasa por completar integración del euro, avanzar en fiscalidad, política agrícola común, definir el papel de la UE en el comercio internacional para "no perder el tren de las innovaciones tecnológicas", dejar claro el peso de las instituciones comunitarias, abordar los problemas del clima y la energía, garantizar la dimensión social del proyecto europeo, resolver el problema de la migración - que ha definido como "el más peligroso disolvente que amenaza la UE", y avanzar en la armonización de la defensa.
Avances rápidos en política monetaria y armonía fiscal
"Hemos de dotar [a la zona euro] de los elementos e instrumentos que tienen otras zonas monetarias en el mundo" ha defendido Borrell que, recirdando los esfuerzos de la mnistra de Economía en funciones, Nadia Calviño, presente en el desayuno, ha pedido "ir más aprisa en completar la unión bancaria" y en asegurar la armonización de la fiscalidad.
“El fracaso es total desde el punto de vista de armonizar la fiscalidad“
"Debemos reconocer que el fracaso es total desde el punto de vista de armonizar la fiscalidad", ha protestado el candidato socialista, que cree que "las divergencias son incompatibles con la visión de un mercado único" para el que también reclama una dimensión social. "Europa será social o no será", ha sentenciado Borrell.
"No avanzaremos en integración política si no avanzamos en la integración social, no podemos esperar que la apertura de mercados y competencia y fronteras cree una sensación identitaria", ha reflexionado el político que, en este sentido, ve con buenos ojos la creación de una agencia europea laboral y propone avanzar en la creación de "un subsidio europeo complementario a nivel federal como ocurre en EE.UU.". "Se trata de mutualizar riesgos", ha argumentado Borrell, que ha comparado este esfuerzo con el que se hace con los eurobonos a nivel monetario.
“No se le puede pedir al que se preocupa sobre el fin de mes, sobre el fin del mundo“
En la misma línea, Borrel ha sostenido que "la transición ecológica y energética no se puede hacer a coste cero, tendrá un coste y se debe repartir de forma equitativa". "No se le puede pedir al que se preocupa sobre el fin de mes, sobre el fin del mundo", ha reflexionado el cabeza de lista de los socialistas a las elecciones europeas, que ve en lo que ha pasado en Francia con los chalecos amarillos "buen ejemplo de ello".
Por otra parte, el proyecto europeo de los socialistas también incluye la recuperación del papel esencial de la política agrícola común que, según el ministro, "cada vez es menos común" y "se deja más al albedrío de los gobiernos".
La unión hace la fuerza para estar a la cabeza del desarrollo tecnológico
En cuanto al papel de la UE en el comercio internacional, Borrel ha apostado por conseguir un papel más destacado teniendo "cada vez más presente las influencias y equilibrios geopolíticos que hay detrás de estos acuerdos". "Hemos hecho acuerdos que tenían como objetivo trasladar la capacidad productiva a lugares más laxos", ha reconocido para, más tarde, señalar que "la batalla" es por ver quién está "a cabeza de la tecnología".
“China ya no es un productor de camisetas de algodón a bajo precio, es una potencia tecnológica“
La guerra comercial entre EE.UU. y China "es un desastre para todo el mundo", ha reflexionado Borrell, que se ha posicionado "en contra del unilateralismo norteamericano" recobrando su gorro de ministro de Asuntos Exteriores, pero "eso no quiere decir que no tengamos que equilibrar las relaciones comerciales con China". Lo necesario, ha reclamado, es tomar conciencia de que "hay un diferente ritmo" y que "China ya no es un productor de camisetas de algodón a bajo precio, es una potencia tecnológica"
"De las cinco empresas que hay en el mundo capaces de desarrollar el 5G no hay ninguna de la Alianza Atlántica y de las 15 empresas a la cabeza del desarrollo digital no hay ninguna europea", ha recordado Borrell, que ha meditado sobr el "momento raro" en el que le ha tocado ser ministro. "El desacuerdo entre EE.UU. y Europa es más grande que nunca y todo el tejido que se había logrado con Obama se está desmontando pieza a pieza", ha señalado.
Pareja a los acuerdos internacionales, Borrell defiende la necesidad de una política industrial común. "Hemos construído Europa sobre la competencia, pero necesitamos una política industrial, porque, de lo contrario, no seremos capaces de estar en la punta del desarrollo tecnológico", ha explicado, para defender que a los grandes gigantes tecnológicos "solo se les puede hacer frente desde la unión".
Migración, defensa y más poder para el Parlamento Europeo
"Es importante saber quién manda", ha resumido Borrell sobre la propia arquitectura de la Unión Europea, donde "cada vez ha mandado más el Consejo Europeo". Esto, ha señalado el político, ha sido algo lógico "cuando ha llegado la crisis y hemos tenido que tomar decisiones de urgencia", pero "debemos ir hacia acuerdos supranacionales". "Nosotros apostamos por defender la dimensión unitaria de la UE sin dejar de reconocer que es una unión de estados", ha exlicado Borrell, que critica que se ha llegado "al punto de anular a las instituciones que representan a los ciudadanos". "Si el Parlamento Europeo sigue sin tener poder fiscales será imposible que se lo tome en serio", ha protestado.
Finalmente, el ministro de Exteriores ha defendido sus propuestas en torno a la migración y la defensa. Borrell cree que Europa no puede prescindir de la migración porque, aunque es "la manifestación más aguda de la división este oeste", servirá para hacer frente al "bache demográfico" que atraviesa el continente. No obstante, ha defendido que "tiene que ser regulada" y debe "distinguir claramente al inmigrante del que pide asilo".
“Los europeos nos hemos acostumbrado al paraguas norteamericano en la OTAN“
En cuanto a la defensa, ha sostenido que la UE necesita "defensas propias", aunque "no se trata de sustituir a la OTAN por una OTAN europea", sino en "tener capacidades propias complementarias" que permitan "tener la capacidad de actuar inmediatamente en el entorno inmediato garantizando una respuesta a los problemas más cercanos".
"Los europeos nos hemos acostumbrado al paraguas norteamericano", afirma Borrell, que cree que ese momento ya ha pasado y que calcula que una armonización de las capacidades militares de los Veintisiete podría ahorrar "entre 20.000 y 30.000 millones de euros al año". El político ha apuntado que lo fundamental no es el cómo sino el para qué, pero, sobre ese tema, no se ha pronunciado.