Los candidatos a la Comisión Europea apelan a reforzar la unidad y la solidaridad del bloque para afrontar los desafíos

• Las seis principales alianzas buscan consenso a pesar de las diferentes soluciones para la migración o el cambio climático
• La sombra del euroescepticismo unifica a los líderes | Así hemos contado el debate | Especial: Elecciones europeas

El minuto de oro de los candidatos a las elecciones europeas cierra el debate electoral

Los seis principales candidatos a la Presidencia de la Comisión Europea han apelado a la unidad del bloque y la solidaridad entre los Estados miembros como claves para fortalecer la Unión Europea en los próximos años en el debate celebrado en el Parlamento Europeo sobre las elecciones europeas.

Los presidenciables comunitarios han debatido sobre migración, política fiscal, cambio climático, política exterior, comercio y valores europeos, y, aunque han diferido en las soluciones concretas, todos han acordado en la necesidad de trabajar conjuntamente para afrontar los retos de los cinco próximos años, especialmente ante el auge del nacionalismo

“Si hay países que rechazan la solidaridad veremos que tarde o temprano habrá de nuevo fronteras en Europa“

El candidato del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber; el del Partido Socialista Europeo (PSE), Frans Timmermans; Margrethe Vesthager, comisaria de Competencia y candidata de la Alianza de los Liberales y Demócratas (ALDE); el candidato del Partido de la Izquierda Europea, Nico Cué; la del Partido Verde Europeo, Ska Keller y Jan Zahradil, de la Alianza de Conservadores y Reformistas de Europa (ACRE) han debatido durante 90 minutos sobre su visión del futuro para el cargo que representa a más de 500 millones de personas.

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - ¿Qué nos jugamos en las elecciones europeas? - Escuchar ahora

Los candidatos han coincidido en la importancia de la unidad de la UE en comercio frente a la política aislacionista de la era Trump y China, y la urgencia de acordar un plan que haga frente a la crisis climática, una de las mayores preocupaciones de los europeos que han participado en el debate a través de las redes sociales.

Aunque ha habido diferencias a la hora de concretar propuestas -las más irreparables en materia de migración, un asunto en el que el bloque no ha logrado consensuar una respuesta a la crisis de refugiados-, todos han coincidido en señalar que la UE puede cambiar y fortalecerse para no perder su rol en la esfera internacional.

Consenso en migración, cambio climático, empleo y política exterior

Si hay un reto pendiente en esta legislatura, esta es la migración, que ha ahondado las divisiones entre los Estados, desde el cierre de fronteras en Hungría y Polonia al aumento de muertes en el Mediterráneo Occidental: Zahradil ha hecho campaña por respetar "el derecho soberano de los pueblos", mientras que el resto de candidatos han advertido de la urgencia de hallar una crisis al problema. "Si hay países que rechazan la solidaridad, veremos que tarde o temprano habrá de nuevo fronteras en Europa", ha advertido Timmermans, toda vez que Weber proponía crear un comisario africano para gestionar la migración en los países de origen.

Con respecto al desempleo juvenil que afecta especialmente a países del sur de Europa, todos han coincidido en el diagnóstico del síntoma, la austeridad, aunque no así en las soluciones. Este asunto ha provocado el primer encontronazo entre los preferidos a liderar la CE, Weber y Timmermans, que han chocado sobre el rol que ha jugado el PSE en la gestión de la crisis económica.

Margrethe Vesthager, sobre el cambio climático: "Tenemos muchas herramientas ¿porque no aplicarlas en vez de esperar?"

El asunto del cambio climático ha puesto de relieve la disposición a cooperar, aunque de nuevo sin una clara visión común. Timmermans ha deslizado una posible alianza con Verdes y la Izquierda Unitaria y que unifique a los países, "de Emmanuel Macron a Alexis Tsipras", con propuestas como la desgravación del queroseno, mientras que Weber pedía una "visión conjunta" que no olvide " a jubilados, pobres y zonas rurales".

Sobre política fiscal, Vesthaguer, Keller y Timmermans han coincidido en la necesidad de crear un nivel mínimo para el impuesto de sociedades, sobre todo a grandes empresas como a Amazon, para combatir los paraísos fiscales.

El fantasma del nacionalismo sobrevuela el debate

La otra gran sombra del debate ha sido el ascenso de los partidos euroescépticos, que según los sondeos podrían aumentar su presencia en el Parlamento Europeo hasta del 20% actual al 30%. En esta cuestión, la nota discordante la ha puesto Jan Zahradil, el único candidato que representa a una alianza a la que están adscritos partidos euroescépticos como el Partido Ley y Justicia polaco o el euroescéptico británico de Nigel Farage.

“Vemos que campa a sus anchas el nacionalismo y egoísmo en nuestro continente, tenemos que luchar “

Ha defendido los valores europeos, pero ha insistido en que quiere una Europa "que haga menos, pero mejor, que sea más flexible y esté más descentralizada", en línea con el discurso que defienden otros eurófobos como la Liga de Salvini o Marine Le Pen en Francia, cuya sombra ha planeado en el último bloque del debate. "Vemos que campa a sus anchas el nacionalismo y egoísmo en nuestro continente, tenemos que luchar contra ello", ha dicho Weber, mientras que Timmermans reconocía la responsabilidad de su ascenso y comparaba el Brexit con "el Juego de Tronos dopado".

Con ellos ha coincidido Ska Keller, que ha advertido de que los nacionalismos "dividen a la UE, con fuerzas que no reconocen los derechos de los europeos"; y también Nico Cué, que ha reprochado al PPE y el PSE, aliados de Gobierno que por primera vez podrían necesitar el apoyo de Liberales, que "la reponsabilidad [de su crecimiento] la tienen ustedes, porque ustedes han impuesto esas políticas de austeridad".

Los líderes europeos iniciarán el proceso de renovación de los cargos comunitarios el próximo 28 de mayo, solo dos días después de las elecciones. Los dirigentes de los Veintiocho propondrán un candidato, que no tiene por qué ser uno de los propuestos por las alianzas, según dicta el Tratado. Después, el Parlamento Europeo deberá ratificar su nombramiento por mayoría absoluta.