British Steel quiebra y pone en peligro hasta 25.000 empleos en el Reino Unido
- La compañía no ha logrado una nueva inyección de fondos públicos, de alrededor de 30 millones de euros
- Los sindicatos y los laboristas han pedido la nacionalización de la empresa hasta que se resuelva su futuro
La metalúrgica británica British Steel, el segundo mayor productor británico de acero del Reino Unido, se ha declarado en quiebra, lo que amenaza a unos 5.000 empleos directos y a otros 20.000 indirectos en sus plantas en ese país y Francia. Los sindicatos ya han pedido la nacionalización de la compañía hasta que se resuelva su futuro.
La empresa, que afrontó problemas durante años y últimamente acusó los efectos del proceso del Brexit, se pondrá provisionalmente en manos de un gestor del Estado, el llamado Official receiver, quien ha explicado ya que se "seguirá comerciando y suministrando a sus clientes" y que sus empleados seguirán cobrando, mientras él evalúa "las opciones" para el futuro.
Además, el Tribunal Supremo del Reino Unido ha designado a tres representantes de la auditora EY, para que actúen como gerentes especiales en apoyo del administrador concursal en su labor como liquidador de British Steel en la búsqueda de comprador para el negocio.
Sindicatos y laboristas piden su nacionalización
La quiebra de British Steel, comprada en 2016 por Greybull Capital a la india Tata Steel al precio simbólico de 1 libra esterlina, se produce después de que la compañía no haya logrado una nueva inyección de fondos públicos, de alrededor de 30 millones de euros.
El Gobierno del Reino Unido ya había concedido a la empresa un crédito de emergencia de 120 millones de libras (unos 136 millones de euros) para cubrir los costes de la metalúrgica relativos a emisiones al medioambiente.
"Es una noticia devastadora para los miles de trabajadores de Scunthorpe y del resto del Reino Unido", ha declarado el secretario general del sindicato GMB, Tim Roache. "Los ministros deberían haber estado preparados para hacer uso de todas las alternativas, incluyendo la nacionalización, para salvar British Steel", ha añadido, según recoge Europa Press.
El Partido Laborista británico, dirigido por Jeremy Corbyn, también ha pedido la nacionalización de British Steel, lo que rechaza el Gobierno.
El ministro de Empresas, Greg Clark, ha afirmado que el Ejecutivo "ha trabajado duro" con todas las partes "para explorar todas las opciones a fin de encontrar una solución" y ha incidido en que debe proceder "dentro de la ley", que solamente le permite apoyar a la empresa "sobre una base comercial", lo que excluye, según sus asesores, proporcionar avales o préstamos en los términos requeridos por la compañía.